Ketamina: ¿para qué sirve?

La ketamina es una sustancia relajante utilizada principalmente como sedante o anestésico en animales. También produce efectos alucinógenos.
Ketamina: ¿para qué sirve?
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

La ketamina es un fármaco con propiedades anestésicas y alucinógenas. Su uso en Medicina es muy limitado y solamente se emplea como anestésico de acción rápida.

También se utiliza mucho en veterinaria para sedar animales grandes, especialmente caballos. De hecho, se sintetizó y se empezó a utilizar a finales del siglo XX con esta finalidad. Pero el mal uso le dio la fama de ser una droga alucinógena potente y se empezó a utilizar en las violaciones al provocar somnolencia y disociación.

¿Cuál es el mecanismo de acción de la ketamina?

La ketamina es un derivado de la fenciclidina. Ambos compuestos pertenecen a la familia farmacológica de antagonistas de los receptores NMDA. NMDA es la abreviatura del N-Metil-D-Aspartato, un agonista del glutamato.

Cuando una sustancia es agonista significa que potencia el efecto de otra sustancia. Por el contrario, si una sustancia es antagonista entendemos que bloquea la acción de otra sustancia.

La ketamina es un anestésico porque bloquea la actividad del NMDA, que a su vez era el responsable de aumentar la actividad del glutamato.

El glutamato es un neurotransmisor excitatorio que participa en las sinapsis que tienen lugar en varias regiones del sistema nervioso. La corteza cerebral es rica en receptores de glutamato puesto que es la zona donde se encuentran los centros de aprendizaje, la memoria, etc.

Al bloquear el glutamato, las sinapsis no transmiten la información excitatoria y el sistema nervioso entra en un estado de relajación. En función de la dosis se pasa de un efecto sedante o traquilizante a la anestesia, que es el bloqueo de las sensaciones.

¿Para qué sirve la ketamina?

Como hemos mencionado en el apartado anterior, la ketamina se utiliza principalmente como sedante y anestésico en veterinaria. Su uso en humanos está muy limitado dado los efectos secundarios de carácter psicotrópico que produce. No obstante, en los países menos desarrollados es frecuente verlo como anestésico dado que es un producto más barato que los fármacos modernos.

¿Por qué la ketamina es una sustancia psicotrópica?

La ketamina es un potente alucinógeno de carácter disociativo. Esto significa que produce alteraciones respecto a la situación del cuerpo del paciente en el espacio. Es frecuente que se describan sensaciones de ligereza, de flotar, de salir del propio cuerpo, etc.

Cuando se empezó a utilizar en niños y en ancianos a dosis bajas, muchos pacientes comentaron lo que habían sentido después de la anestesia. Al ser tan grande el número de casos, se llevaron a cabo numerosos estudios y finalmente se comprobó que, efectivamente, a dosis muy bajas de esta sustancia el efecto alucinógeno era muy potente.

Precisamente esta potencia reflejada en la gran afinidad de la sustancia por los receptores es lo que la hace una sustancia peligrosa.

Es muy difícil manejar la dosis correcta puesto que enseguida produce efectos secundarios. De hecho, a dosis mínimas produce relajación y con muy poco más se lleva a tener experiencias parecidas a la muerte. La sensación de muerte viene dada por el bloqueo del movimiento. Estas personas se quedan inmóviles por completo.

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¿Cuáles son sus efectos secundarios?

Aparte de las alucinaciones, también produce alteraciones en la memoria y dificultad para mantener la atención. Si se aumenta la dosis el paciente sufre arritmias potencialmente mortales, como por ejemplo, bradicardia. Otros efectos cardiovasculares a tener en cuenta son la hipertensión arterial, la insuficiencia cardiorrespiratoria y el aumento de presión intracraneal.

Los niños pueden fallecer debido a los espasmos de la laringe donde se bloquea la vía aérea. Además, presentan convulsiones con mucha frecuencia y distonía.

La distonía hace referencia a las contracciones involuntarias de los músculos. Si se producen por ketamina suelen ser muy dolorosas para el paciente y reflejan la disfunción del sistema nervioso.

Por todo ello, prácticamente no se utiliza en la práctica clínica. Dado que las complicaciones son tan frecuentes y peligrosas que el riesgo frente al beneficio es muy alto. Además, si se mezcla con otras sustancias –como el alcohol– la intensidad de las complicaciones se dispara.

Si usted observa que alguien puede haber consumido ketamina le recomendamos que alerte a los servicios de emergencia cuanto antes y ponga a la persona en un lugar tranquilo. A poder ser con luz tenue y en silencio para reducir la estimulación del sistema nervioso.


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