¿De qué se trata la lesión de Ansu Fati y por qué está la opción de quirófano?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
En noviembre de 2020, el futbolista Ansu Fati sufrió una lesión que lo acercó al quirófano. Desde ese momento ha sido un calvario el abordaje del tratamiento de este atleta que no logra recuperarse por completo de su rodilla izquierda.
La cuestión inició el 7 de noviembre de 2020, cuando jugando frente al Betis, vistiendo la casaca del Barcelona, padeció la rotura del menisco interno de su rodilla izquierda. Se trata de un trastorno temido en el fútbol porque implica no solo cirugía, sino también una recuperación larga que determina meses fuera de la cancha.
Dos días después de certificarse la rotura, Ansu Fati pasó por el quirófano para una sutura del menisco dañado. Se trata de un paciente joven y, según los protocolos de abordaje vigentes en deportología, fue lógico el planteo de intervenirlo y suturarlo. Los problemas se suscitaron por complicaciones derivadas de la cirugía, que involucraron un fracaso de la capacidad de carga a soportar y hasta una posible infección.
¿Qué es la rotura de meniscos?
Ansu Fati tuvo que pasar por el quirófano por una rotura de meniscos. Ahora bien, ¿de qué se trata esta lesión? Para responder hay que saber qué son los meniscos, en primera instancia.
Estas estructuras son cartílagos que se ubican en el platillo de la tibia, es decir, en la parte de este hueso que se encuentra en relación con el fémur. Por lo tanto, tienen la función de amortiguar los movimientos de la rodilla, evitando que rocen partes duras entre sí. El líquido sinovial lubrica la zona y contribuye a la fluidez.
Los meniscos humanos son 4. Hay 2 en cada rodilla y tienen forma de letra C (uno de cada lado es más cerrado que el otro, asemejándose a una letra O, en realidad). Su estructura es propia de los cartílagos, con células especializadas para ser un punto intermedio entre el hueso y los tejidos blandos.
¿Qué debe pasar para que se rompa un menisco?
En el fútbol existe la rotura de meniscos como consecuencia de traumatismos o movimientos contranaturales de la rodilla. Si un jugador choca contra otro, la misma inercia puede llevar a una rajadura del cartílago de la rodilla por intentar poner resistencia.
De un modo similar, cuando la rodilla gira demasiado rápido, enfrentando la fuerza de la pierna con la del muslo, estirando la capacidad de extensión más allá de lo normal, ocurre la rotura.
En personas de la tercera edad, que no sería el caso de Ansu Fati, la degeneración proveniente de las osteoartritis se suma como factor de riesgo, lo que favorece que haya daños sin que un traumatismo grande previo lo justifique. En los jóvenes, por su parte, es raro que una degeneración del cartílago se esconda como causa subyacente. Sí es frecuente en la práctica deportiva.
Síntomas de la rotura de meniscos
Cuando se rompen los meniscos aparecen una serie de signos y síntomas que son indicativos de que algo anda mal en la rodilla. Algunas veces se confunden con los originados por otros padecimientos de la misma articulación, como puede ser una rotura de ligamento cruzado o un esguince.
De todas maneras, la inflamación es casi inevitable y omnipresente. Se produce por la acumulación de líquido sinovial que sale de la cápsula y por exudado sanguíneo debido a que suele haber rotura de vasos pequeños.
A la par de ello hay dolor, el que se intensifica al girar la pierna. Si la persona intenta enderezar el miembro inferior, es muy posible que no logre hacerlo por completo. Es más, la sensación de articulación inmóvil o rígida es una de las experiencias que relatan los atletas que han atravesado el mismo padecimiento de Ansu Fati.
En roturas pequeñas que permiten continuar con algo de funcionalidad, los deportistas pueden confiarse y volver al ruedo, descubriendo al poco tiempo que no son lo suficientemente estables para sostener la marcha. A su vez, esto desata la inflamación aguda y el dolor.
¿Por qué Ansu Fati requiere quirófano?
La rotura de menisco interno de la rodilla izquierda de Ansu Fati requirió quirófano y tendrá que volver a ser intervenido. ¿Por qué? ¿No existían vías alternativas de abordaje?
Lo cierto es que la decisión de suturar el daño en el menisco ha sido la acertada según lo que los protocolos traumatológicos indican. Al tratarse de una persona joven, atleta y profesional, lo ideal es pretender no quitar ninguna parte del cartílago, para no reducir su vida útil como deportista.
Si hubiese sido un adulto mayor, sedentario, con pocas perspectivas atléticas, entonces se hubiese preferido una extracción del menisco dañado, quizás hasta completa. Pero en Ansu Fati eso significaría que el fémur y la tibia trabajarían de mala manera para la exigencia que posee en el Barcelona.
Como la sutura ha fracasado y se han presentado algunas complicaciones vinculadas a infecciones, la opción es volver a Ansu Fati al quirófano y retirar un pedazo del menisco dañado, sin quitarlo por completo. Esa intervención es la meniscectomía parcial.
¿Qué queda luego del quirófano para Ansu Fati?
La situación no tiene las mejores perspectivas. Se espera que la próxima intervención sea suficiente para que comience la rehabilitación y vuelva a la cancha. El tiempo estimado de recuperación no es corto y se calcula en 2 meses.
En los casos severos de pacientes jóvenes que no responden a sucesivas cirugías se plantea el reemplazo de rodilla o trasplante de menisco. Obviamente, no es la primera opción nunca y, mucho menos, en un futbolista de este porte.
Ningún camino es correcto por completo. Queda en manos de Ansu Fati, en sus perspectivas en la carrera futbolística y en la recomendación del equipo médico lo que se determine.
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