Lesiones en la piel por exposición solar
Escrito y verificado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez
Conseguir una piel bronceada y uniforme es una moda que se mantiene vigente en todos los veranos. El aumento de la temperatura y las visitas a la playa son la oportunidad perfecta para tomar un poco más de sol. Sin embargo, hay quienes no tienen en cuenta los riesgos de lesiones en la piel por la exposición solar.
Pasar demasiado tiempo recibiendo el impacto de los rayos UV de forma directa acarrea consecuencias graves. De hecho, más allá de las típicas quemaduras, se pueden producir reacciones alérgicas y hasta cáncer. ¿Quieres saber más al respecto?
¿Qué es la radiación solar?
En primer lugar, conviene definir qué es la radiación solar. La misma está formada por radiación invisible y visible. Los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB) conforman la radiación invisible de la luz y son los generadores de la mayoría de las patologías de la piel.
Según detalla un artículo científico, la radiación UVB es la principal responsable de los efectos nocivos, mientras que la UVA contribuye solo entre un 10 % y 20 %. En verano, cuando las actividades al aire libre incrementan, estos rayos son más agresivos y acarrean riesgos relevantes.
Lesiones en la piel por exposición solar
La aparición de lesiones en la piel por exposición solar es el resultado de la falta de cuidados al realizar bronceados o cualquier actividad al aire libre. No usar protector solar y otras medidas preventivas se ve reflejado en agresiones cutáneas que llegan a ser demasiado graves. A continuación, las detallamos.
Quemaduras solares
Las quemaduras solares son generadas por las radiaciones ultravioletas B. Ocurren en cualquier parte del cuerpo que se encuentre expuesta (cuero cabelludo y lóbulos auriculares incluidos). Algunos síntomas y signos de las quemaduras son los siguientes:
- Piel con temperatura elevada al tacto.
- Edema.
- Enrojecimiento.
- Sensibilidad, prurito y dolor.
- Pequeñas ampollas.
- En casos graves, cefalea, náuseas, fatiga y fiebre.
Estos signos y síntomas suelen aparecer unas horas posteriores a la exposición solar. Al transcurrir unos días, la piel comienza un proceso de descamación que la lleva a sanar.
Envejecimiento prematuro
El daño que se acumula en la piel a través de los años puede provocar un deterioro prematuro de los tejidos o fotoenvejecimiento. La revista American Academy of Dermatology realizó un estudio en el que se evidencia que aquellas zonas del cuerpo que fueron más fotoexpuestas, adelantan 20 años la aparición de los signos de la edad.
En particular, incrementa la presencia de queratosis actínicas, arrugas y manchas. Un estudio publicado en Clinical , cosmetic and investigational dermatology concluye que el sol es el generador del 80 % de estas manifestaciones en la piel.
Quizás te interese: ¿Qué tipos de manchas existen en la piel?
Cáncer de piel
La exposición solar no solo causa lesiones y envejecimiento, sino que eleva el riesgo de daños cutáneos mayores. Para ser más exactos, los rayos UV se posicionan como un factor de riesgo primario del desarrollo de lesiones malignas en la piel.
Se estima que alrededor del 90 % de los carcinomas cutáneos se dan en zonas expuestas como la cara, las orejas, el cuello, los antebrazos y las manos. ¿Cómo puede ocurrir esta enfermedad? Hay varias formas.
Melanoma
La exposición excesiva, puntual e intermitente al sol tienen relación con la aparición de melanoma, como lo detalla un artículo en International Journal of Cancer. Se suele desarrollar con mayor frecuencia en personas de ojos y piel clara que han padecido de quemaduras solares en la adolescencia o infancia.
Aunque es el tipo de cáncer de piel menos frecuente, en los últimos años han incrementado los casos. La edad promedio de su diagnóstico son los 57 años, y un 75 % de los casos ocurren antes de los 70 años.
Carcinoma espinocelular (CEC)
En el carcinoma espinocelular (CEC) las células que se encuentran afectadas son las más superficiales de la epidermis, llamadas espinosas. Representan el 20 % de los carcinomas de piel. La Fundación de Cancer de piel detalla que aquellas personas que utilicen las camas bronceadoras, aumentan 2,5 veces mas el riesgo de desarrollarlo.
Carcinoma basocelular (CBC)
Las células comprometidas en el carcinoma basocelular (CBC) se ubican en el estrato basal de la epidermis y son las que se encargan de la renovación cutánea. Son los tumores de piel más frecuentes, pues corresponden a un 80 % del total.
Reacciones alérgicas
Algunas personas pueden desarrollar un cuadro alérgico por la exposición solar. La revista American Journal of Clinical Dermatology concluye que la forma más habitual de manifestación es a través de la «erupción polimorfa solar». La misma se caracteriza por causar sarpullido y prurito en las áreas expuestas.
Los casos más leves desaparecen por sí solos, sin necesidad de tratamiento. Pese a esto, se puede dar de forma severa, lo que conlleva a un tratamiento con comprimidos o productos tópicos con corticoesteroides.
Queratosis actínicas
También llamadas «queratosis solares» son lesiones precancerosas que tienen un crecimiento lento, pero constante. Se manifiestan por primera vez a partir de los 40 años en zonas que han sido expuestas al sol a lo largo del tiempo. Su localización más frecuente es en los pabellones auriculares, cuero cabelludo y rostro.
Son placas gruesas, escamosas, ásperas al tacto, que pueden alternar entre colores marrón, rojo o rosa. A veces, su diagnóstico se tarda, ya que se confunden con las verrugas comunes.
Lee también: Queratosis actínica: causas, síntomas y tratamiento
Es posible evitar las lesiones en la piel por exposición solar
Adoptar medidas preventivas es la mejor forma de no sufrir las consecuencias de la exposición solar. En este sentido, conviene emplear una crema solar de al menos 50 SPF y prendas protectoras como camisas de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha.
De igual forma, conviene acudir de forma regular donde el dermatólogo, sobre todo si hay anomalías en la piel, como una mancha nueva o un nevo extraño. La detección oportuna de las lesiones contribuye al éxito del tratamiento.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Flament F, Bazin R, Laquieze S, Rubert V, Simonpietri E, Piot B. Effect of the sun on visible clinical signs of aging in Caucasian skin. Clin Cosmet Investig Dermatol. 2013;6:221-232. Published 2013 Sep 27. doi:10.2147/CCID.S44686
- Kimball AB, Alora-Palli MB, Tamura M, et al. Age-induced and photoinduced changes in gene expression profiles in facial skin of Caucasian females across 6 decades of age. J Am Acad Dermatol. 2018;78(1):29-39.e7. doi:10.1016/j.jaad.2017.09.012
- Cesarini JP, Binet O. Les effets biologiques des radiations solaires [Biological effects of solar radiations]. Rev Prat. 1992;42(11):1339-1344.
-
Heistein JB, Acharya U. Cancer, Malignant Melanoma. [Updated 2019 Dec 20]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK470409/
- de Gruijl FR. Nadelige effecten van zonlicht op de huid [Adverse effects of sunlight on the skin]. Ned Tijdschr Geneeskd. 1998;142(12):620-625.
- Matsumura Y, Ananthaswamy HN. Toxic effects of ultraviolet radiation on the skin. Toxicol Appl Pharmacol. 2004;195(3):298-308. doi:10.1016/j.taap.2003.08.019
- Raab W. Die Wirkungen von langwelligem Ultraviolettlicht (UV-A) und von mittelwelliger Ultraviolettstrahlung (UV-B) auf die menschliche Haut. Ein kritischer Vergleich [Effect of long-wave ultraviolet light (UV-A) and medium-wave ultraviolet rays (UV-B) on human skin. Critical comparison]. Z Hautkr. 1980;55(8):497-513.
- Elwood JM, Jopson J. Melanoma and sun exposure: an overview of published studies. Int J Cancer. 1997;73(2):198-203. doi:10.1002/(sici)1097-0215(19971009)73:2<198::aid-ijc6>3.0.co;2-r
- Fesq H, Ring J, Abeck D. Management of polymorphous light eruption : clinical course, pathogenesis, diagnosis and intervention. Am J Clin Dermatol. 2003;4(6):399-406. doi:10.2165/00128071-200304060-00004
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.