Limpiar los residuos de colesterol de los vasos sanguíneos

Aunque la acumulación de colesterol en los vasos sanguíneos se puede revertir, no existen fórmulas milagrosas para lograrlo. ¿Qué hay que implementar?
Limpiar los residuos de colesterol de los vasos sanguíneos
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 10 marzo, 2023

«La cura para limpiar los residuos de colesterol de los vasos sanguíneos», «Limpia el colesterol de los vasos sanguíneos con esta receta»… Es probable que en algún momento te hayas topado con un titular como estos.

Y es que por mucho tiempo, se divulgaron preparaciones que ofrecían resultados casi milagrosos para la disminución del colesterol. Sin embargo, respecto a esto se han hecho varias aclaraciones; la más importante es que no existen ingredientes que por sí solos mejoren el perfil lipídico.

Aunque es posible revertir la obstrucción de las arterias, esto se consigue con la suma de varios hábitos saludables. ¿Cuánto tarda este proceso? ¿Qué hay que tener en cuenta? A continuación, te contamos todos los detalles.

El colesterol alto y sus riesgos para la salud

El colesterol es una sustancia cerosa —similar a la grasa— que está presente en todas las células del cuerpo. Desempeña un rol relevante en la producción de hormonas, de vitamina D y de otras sustancias que intervienen en la digestión de los alimentos.

Es producido de forma natural por el hígado, pero también está presente en alimentos como la carne, la yema de huevo y los productos lácteos. Para transportarse en la sangre, se adhiere a las proteínas.

En función de esto, se distinguen dos tipos de colesterol:

  • Lipoproteína de baja densidad (LDL), mejor conocido como colesterol malo, ya que tiende a acumularse en las arterias hasta causar su obstrucción o endurecimiento.
  • Lipoproteínas de alta densidad (HDL), llamado colesterol bueno, pues su función es transportar el exceso de colesterol hacia el hígado para su posterior eliminación.

A menudo, el aumento de los niveles de colesterol es el resultado de un estilo de vida poco saludable. Si bien en muchos casos intervienen factores genéticos (como en la hipercolesterolemia familiar), una mala dieta, el sedentarismo y el consumo de alcohol y tabaco suelen ser los detonantes principales.

Otras posibles causas abarcan afecciones médicas como la diabetes, el sobrepeso, la obesidad, la enfermedad renal crónica, el lupus, el hipotiroidismo y el VIH/SIDA. También tiende a empeorar por la ingesta de fármacos para el acné, el cáncer, la presión arterial alta, entre otros.

Sin un tratamiento oportuno, la acumulación de colesterol forma depósitos en los vasos sanguíneos (aterosclerosis) que restringen el paso de la sangre. En consecuencia, hay un mayor riesgo de angina de pecho, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

Limpiar los residuos de colesterol
La acumulación de residuos de colesterol en los vasos sanguíneos puede causar una obstrucción que limita el riego sanguíneo.


¿En cuánto tiempo es posible reducir los niveles de colesterol?

Como tal, no hay recetas que garanticen la eliminación de los residuos de colesterol de los vasos sanguíneos en cuestión de días o semanas. Estas ideas se difundieron por mucho tiempo con el argumento de que algunos ingredientes ayudan a descomponer la placa que va causando obstrucción de las arterias.

Aunque la nutrición desempeña un papel importante en el manejo de este problema, no hay alimentos, batidos o recetas milagrosas que por sí solos puedan remover el exceso de colesterol. Lo que sí es verdad es que es posible reestablecer los niveles de este lípido a valores normales.

De todos modos, el tiempo que tarda el organismo en este proceso depende de varios factores. Hay que considerar tanto las tendencias genéticas, como los hábitos de vida y qué tan alterados están los lípidos antes de iniciar un tratamiento.

Cierta evidencia sugiere que, con la implementación de un estilo de vida saludable, el colesterol malo (LDL) se reduce hasta en un 23 % en un periodo de dos o tres semanas. Esto implica llevar una dieta abundante en carbohidratos complejos y fibra, y baja en grasas y colesterol. Además, se debe combinar con ejercicio aeróbico, como caminar.

Aun así, con un programa de dieta y ejercicio, lo más probable es que la disminución del colesterol malo (LDL) tarde entre 3 y 6 meses. El médico realizará un monitoreo para evaluar sí estas medidas funcionan.

Si no es así, entonces complementará el tratamiento con fármacos, como las siguientes opciones:

  • Estatinas.
  • Inhibidores de la absorción del colesterol.
  • Resinas fijadoras de ácidos biliares.
  • Ácido bempedoico.
  • Inhibidores de la PCSK9.
Cuánto más grande sea la concentración de colesterol malo (LDL) y menor sea la de colesterol bueno (HDL), más tiende a complicarse el tratamiento. Si no se interviene pronto, se forma placa en los vasos sanguíneos y su posterior obstrucción o endurecimiento. 


¿Qué puede ayudar a limpiar los residuos de colesterol de los vasos sanguíneos?

Queda claro que el tiempo en que disminuye el colesterol depende de múltiples factores. Y aunque las causas de los niveles elevados pueden ser genéticas, por enfermedades o por fármacos, mejorar el estilo de vida es clave para controlarlo y prevenir complicaciones.

En este orden de ideas —y como lo detalla un artículo divulgado en National Center for Biotechnology Information— se recomienda lo siguiente:

  • No fumar.
  • Reducir la ingesta de grasas saturadas y grasas trans.
  • Hacer mucho ejercicio.
  • Perder peso.

Hay evidencias que atribuyen propiedades hipolipidémicas en algunos alimentos. Por sí solos no causan un gran impacto, pero incluidos en el marco de una dieta saludable pueden coadyuvar con la disminución del colesterol alto. A continuación, detallamos cada consejo.

1. Evitar el consumo de tabaco

Tal y como lo expone una revisión divulgada en Journal of Circulating Biomarkers, fumar está vinculado con los niveles anormales de lípidos/liproproteinas. En particular, se determinó que los fumadores tienen niveles más bajos de colesterol bueno (HDL) y niveles más altos de colesterol malo (LDL) y triglicéridos.

Entre tanto, un estudio compartido por American Heart Journal informó que dejar de fumar ayudó a mejorar los niveles de colesterol bueno (HDL), sobre todo en mujeres. Y si bien no afectó el LDL, el aumentó de HDL sirve para mediar la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular.

La terapia de reemplazo de nicotina, las técnicas de relajación, la actividad física, los grupos de apoyo y la terapia psicológica son algunos de los recursos para dejar de fumar. Dado que el proceso tiende a ser difícil, se recomienda consultar al médico para evaluar las opciones terapéuticas y elegir las más adecuadas para el caso. 

2. Limitar el consumo de grasas saturadas

Un consumo abundante de fuentes de grasas saturadas está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Un estudio divulgado en Current Atherosclerosis Reports comenta que la ingesta de grasas saturadas provocan un aumento de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) o colesterol malo.

Esta misma fuente sugiere el reemplazo de estas grasas por ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados, que se vinculan a una disminución del colesterol total y LDL.

Las grasas saturadas se encuentran en alimentos como:

  • Productos lácteos de leche entera (queso, helado, mantequilla, entre otros).
  • Carnes animales (carne de res, cerdo y, en menor medida, pollo).
  • Aceites vegetales (aceite de palma, de coco, entre otros).
  • Manteca de cerdo.
  • Chocolate.
  • Yema de huevo.

Algunos ejemplos de fuentes de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas son las siguientes:

  • Frutos secos y semillas.
  • Aguacate.
  • Aceite de oliva.
  • Aceite de girasol.
  • Pescados grasos (salmón, atún, caballa, sardinas, arenque).
La cantidad de grasa adecuada de grasas durante la dieta depende del contexto.
Para reducir el colesterol alto se recomienda priorizar el consumo de fuentes de grasas poliinsaturadas.

3. Evitar el consumo de grasas trans

Por sus efectos en la salud, las grasas trans se consideran las peores para la dieta. Una revisión compartida en Journal of Food Science and Technology reporta que su ingesta está vinculada a un mayor riesgo cardiovascular, a la obesidad, la diabetes y mayores probabilidades de algunas formas de cáncer.

Para ser más precisos, estas grasas elevan las concentraciones de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y de triglicéridos. A la par, alteran los niveles de insulina y disminuyen la presencia de colesterol bueno (HDL). Se recomienda evitar al máximo su presencia en la dieta (lo ideal sería llevarlo a cero).

Las fuentes de grasas trans abarcan los aceites hidrogenados, los productos ultraprocesados, alimentos fritos y rebozados, bollería industrial, entre otros.

4. Hacer ejercicio físico

Si el objetivo es limpiar los residuos de colesterol que se acumulan en los vasos sanguíneos, el ejercicio físico no debe quedar de lado. Su práctica, como lo expone una revisión en The American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology, ayuda al metabolismo de los lípidos. Además, previene la enfermedad coronaria.

A través de Lipids in Health and Disease se sugiere este hábito como una estrategia para controlar la dislipidemia (niveles muy elevados de colesterol o grasas en la sangre), reducir el riesgo de infartos y mejorar la calidad de vida en general.

Hay muchas modalidades de ejercicio; deportes, rutinas de gimnasio, ejercicios en casa, entrenamientos al aire libre, yoga, pilates, etcétera. La recomendación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) es hacer 150 minutos de actividad física de intensidad moderada y 2 días de actividad para fortalecer sus músculos. 

5. Perder peso

El sobrepeso y la obesidad están estrechamente relacionados con el aumento de los niveles de colesterol. Debido a esto, una de las estrategias para controlar este problema consiste en lograr una pérdida de peso.

Un estudio compartido en Translational Behavioral Medicine determinó que la pérdida de entre un 5 % y un 10% del peso inicial puede ayudar a reducir el colesterol total y el colesterol malo (LDL), lo que de paso disminuye el riesgo cardiovascular.

Hay que tener en cuenta que no existe una fórmula milagrosa para perder kilos. Esto se consigue mediante la adopción de un estilo de vida saludable, sobre todo en lo asociado a la dieta y al ejercicio. De todos modos, lo mejor es individualizar el proceso para que sea más efectivo.
¿Cómo ponerse en forma desde cero?
El ejercicio físico y la alimentación son determinantes para bajar de peso y limpiar los residuos de colesterol en la sangre.

6. Mantener una alimentación sana y balanceada

Sin duda alguna, la dieta es una de las protagonistas a la hora de limpiar los residuos de colesterol. Por eso, más allá de reducir el consumo de fuentes de grasas saturadas y trans, conviene diseñar un plan de alimentación sano, balanceado y controlado en calorías.

En este sentido, uno de los modelos recomendados es la dieta mediterránea, reconocida por sus efectos cardioprotectores. Su abundante contenido de fuentes de ácidos poliinsaturados la destacan entre otros programas nutricionales.

Un estudio compartido en Journal of Multidisciplinary Healthcare expone que las dietas bajas en colesterol y enriquecidas en ácidos grasos poliinsaturados —como la dieta mediterránea— disminuyen del 25 al 50 % los criterios de valoración de la enfermedad cardíaca coronaria durante 5 a 12 años. Esto sumado a una reducción del 13 al 15 % en los niveles de colesterol en la sangre.

Los básicos de la dieta mediterránea son los siguientes:

  • Abundante contenido de vegetales.
  • Poca cantidad de res y pollo.
  • Consumo abundante de alimentos que aportan fibra.
  • Más porciones de granos enteros, semillas, frutos secos y frutas.
  • Abundante contenido de pescados y mariscos.
  • Aceite de oliva como principal fuente de grasa.
  • Hierbas y especias para condimentar.
Por supuesto, este es apenas uno de los planes de dieta sugeridos para reducir el colesterol. El médico o el nutricionista pueden orientar sobre otros programas. 

Adicionalmente, cabe mencionar que hay alimentos que —en particular— parecen contribuir con la disminución de los niveles de colesterol. Una publicación de Harvard Health destaca los siguientes:

  • Avena.
  • Cebada y cereales integrales.
  • Frijoles.
  • Berenjena.
  • Nueces.
  • Aceites vegetales de canola, girasol y cártamo.
  • Manzanas, uvas, fresas y cítricos.
  • Soja.
  • Pescado graso.

¿Qué hay que recordar?

La idea de limpiar los residuos de colesterol de los vasos sanguíneos en pocos días se ha desmentido. Si bien es posible reestablecer el perfil lipídico a un rango normal, esto no se logra con un remedio casero o un alimento en particular. Es necesario mejorar el estilo de vida, sobre todo en lo que a dieta y ejercicio se refiere.

De hecho, el control médico se hace esencial, ya que muchos casos solo mejoran al complementar con fármacos. Y como cada caso es diferente, el profesional debe orientar el tratamiento a las características individuales.

Con esto claro, hay que tener presente que el tiempo que tarda en reducir el colesterol es variable. Factores como la genética, los hábitos, la edad y la presencia de enfermedades subyacentes inciden en este proceso.

En todo caso, mantener el tratamiento es determinante para reducir el riesgo de complicaciones, como la enfermedad coronaria, el ataque cardíaco o el accidente cerebrovascular. ¡Sigue los consejos de tu médico!


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