Manchas rojas en la piel: 25 posibles causas y tratamientos
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
En ocasiones, aparecen manchas rojas en la piel. Las mismas pueden ser causadas por una gran diversidad de factores. Esto incluye desde reacciones alérgicas por medicamentos o contacto con algunas sustancias hasta enfermedades pasajeras.
No siempre son un síntoma que deba preocuparnos. De hecho, a veces desaparecen por sí solas. En ocasiones, sí se requiere de un tratamiento para una patología subyacente.
¿Cómo son las manchas rojas en la piel?
La piel no es solo el órgano más grande del cuerpo, sino que está expuesto al exterior. En este sentido, constituye la primera y principal barrera de protección.
Debido a ello, es sumamente sensible a cualquier cambio; tanto a los relacionados con estímulos provenientes del exterior, como a los del propio cuerpo, por razones fisiológicas o incluso afectivas. Hay una gran relación entre la piel y las emociones.
En respuesta a tales cambios, suele mostrar o manifestar diversas reacciones. La aparición de manchas rojas en la piel es una de las respuestas comunes a las transformaciones del ambiente o del cuerpo.
Hay gran variedad en cuanto a manchas rojas; distintos matices, extensiones, zonas o ubicaciones, duraciones o permanencia de las mismas en la piel. Algunas se presentan con abultamientos, con cambios en la textura, comezón o dolor.
Posibles causas de manchas rojas en la piel
Los motivos por los que aparecen manchas rojas en la piel no necesariamente son graves. Sin embargo, es importante conocer cuáles son estas causas, para reconocer cómo debemos actuar.
1. Sarpullido
En el sarpullido por calor se bloquean las glándulas sudoríparas. Además del enrojecimiento, aparecen pequeñas protuberancias. También se experimenta picazón.
Suele aparecer donde hay pliegues:
- Axilas.
- Ingle.
- Cuello.
- Glúteos.
No es grave y remite por sí solo en unos días. Solo basta con mantener el área fresca, seca y libre de elementos que la irriten.
También se pueden aplicar algunos tratamientos caseros para el sarpullido, tales como baños con manzanilla, cremas con avena o aloe vera y compresas frías. No obstante, puede relacionarse con hongos, ácaros o contacto con sustancias irritantes. En estos casos, se pueden recetar antihistamínicos, antibióticos o antifúngicos.
2. Pitiriasis
La pitiriasis rosada es otra forma de sarpullido. Es más común en adolescentes y jóvenes.
Se caracteriza por una mancha roja grande, acompañada de otras más pequeñas en forma de anillo. Puede estar en el pecho, el torso o la espalda.
Son escamosas y causan comezón. Además, se manifiestan otros síntomas, tales como dolor de cabeza o de garganta y fiebre.
No se conoce con exactitud la causa. Los expertos piensan que puede estar relacionada con virus o bacterias, ya que a menudo se presenta después de una infección.
A veces, desaparece en unas semanas. En ocasiones, se recomienda el uso de corticosteroides, antihistamínicos o antivirales, para ayudar con los síntomas.
3. Dermatitis de contacto
La dermatitis de contacto constituye un conjunto de afecciones de la piel bastante comunes. Se produce por agarrar, tocar o rozar un elemento que resultante irritante o alérgico para la persona. A menudo, la piel se seca, agrieta y descama.
En ciertos casos, puede desaparecer sola en el plazo de unos días o semanas, sobre todo si se evita mantener el contacto con la sustancia que lo produce. El tratamiento es sintomático más unas cremas con hidrocortisona.
4. Dermatitis atópica
La dermatitis atópica, también conocida como eczema o eccema, es una enfermedad relativamente común. La misma se caracteriza por la presencia de manchas rojas en la piel, acompañadas de comezón.
Las causas son de origen genético. La dermatitis atópica condiciona la piel, en el sentido que esta no puede protegerse bien de ciertas condiciones, haciendo que sea más sensible y propensa a manifestar irritación.
No tiene cura. El tratamiento consiste en cremas o pomadas con esteroides para aliviar la comezón y el ardor. También se recomiendan antihistamínicos orales, así como mantener la piel bien hidratada.
5. Psoriasis
La psoriasis es un trastorno crónico de origen autoinmune. En esta enfermedad, el cuerpo produce en exceso células cutáneas, las cuales se acumulan, formando capas que se descaman.
Hay medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas. Esto incluye cremas y fármacos inmunosupresores. También se dispone de terapia con luz ultravioleta.
Asimismo, ciertos factores (estrés, medicamentos, infecciones) ayudan a desencadenar brotes.
6. Rosácea
La rosácea es una enfermedad dermatológica de origen genético, más común en mujeres blancas. Aparecen zonas enrojecidas en la piel de la cara y se visibilizan los vasos sanguíneos. También hay brotes de granos con pus y se experimenta sensación de ardor e irritación ocular.
Con los tratamientos se busca reducir los síntomas. Por otra parte, se recomienda evitar los factores que potencian la rosácea:
- Bebidas calientes o alcohólicas.
- Comida picante.
- Temperaturas muy altas o bajas.
- Exceso de sol o viento.
- Medicamentos que provocan vasodilatación.
- Productos cosméticos irritantes.
7. Tiña
La tiña o tinea corporis, por su parte, es una infección bastante común producida por hongos que colonizan la piel. Produce lesiones que se evidencian en forma de manchas rojas. También hay descamación.
No es dolorosa ni grave, sin embargo, es contagiosa y puede afectar la calidad de vida de la persona. Suele remitir con el tratamiento a base de pomadas.
8. Reacción alérgica
Una gran cantidad de personas sufre de reacciones alérgicas ante algún elemento (llamado alérgeno). Puede haber alergias alimentarias, respiratorias y cutáneas.
Aunque estas últimas son menos frecuentes, suelen cursar con la aparición de manchas rojas. Además de tratarse con antihistamínicos, pueden prevenirse evitando la exposición.
9. Reacción a medicamentos
Hay algunos fármacos que generan, como efecto secundario, la aparición de manchas rojas en la piel. Estas pueden ser protuberantes o planas, escamosas o con ampollas. También varían de tono, desde el escarlata al púrpura.
El enrojecimiento desaparece al suspenderse el fármaco. Aunque en ocasiones, es posible que se requiera otro medicamento, como epinefrina, difenhidramina o un corticosteroide.
10. Sarna
La sarna o escabiosis es producida por un ácaro llamado Sarcoptes scabiei. Este parásito se transmite por contacto directo.
Produce lesiones hiperqueratósicas (engrosamiento de la capa externa de la piel), con enrojecimiento, ardor, comezón y úlceras (por el rascado). El tratamiento se basa en uso de escabicidas, ungüentos para mitigar los síntomas y adopción de medidas higiénicas y de aseo personal.
11. Infección (celulitis)
La celulitis se produce cuando una bacteria ingresa a la piel. La zona afectada se inflama y enrojece; se siente caliente y muy sensible.
Puede extenderse rápidamente y es potencialmente grave. El tratamiento es a base de antibióticos.
12. Candidiasis
La candidiasis es causada por un hongo llamado Candida albicans. Aunque este habita normalmente en el cuerpo, en determinadas ocasiones se comporta como un patógeno, provocando erupciones cutáneas.
Entre otras zonas, pueden aparecer manchas rojas en el glande, acompañadas de comezón. El tratamiento consiste en cremas antimicóticas (por ejemplo, clotrimazol).
13. Impétigo
En el impétigo aparecen llagas alrededor de la boca y la nariz, que luego se convierten en costras. Asimismo, provoca reacciones inflamatorias con aparición de manchas rojas en la piel afectada.
Esta es una infección bacteriana muy contagiosa; más común en niños. El tratamiento con antibióticos suele ser efectivo.
14. Liquen plano
Es una afección autoinmune. En este caso, las manchas rojas son planas y aparecen en la boca, la garganta, las uñas, el cuero cabelludo o los genitales.
Es más frecuente en mujeres de 30 a 60 años. No se ha comprendido bien qué lo causa, aunque los investigadores sospechan de un componente genético.
No es contagioso y desaparece por sí solo. Aunque también puede convertirse en una enfermedad crónica. Las opciones de tratamiento consisten en corticosteroides o retinoides tópicos y antihistamínicos orales.
15. Varicela
Esta es una enfermedad sumamente contagiosa. Es provocada por el virus varicela-zóster. Afecta más a los niños, aunque después de la primera exposición se desarrolla una inmunidad de por vida.
El síntoma más evidente es un sarpullido con pápulas rojas. Se puede prevenir gracias a que existe una vacuna. Pero no existe tratamiento contra el virus cuando la persona lo ha contraído.
16. Sarampión
El sarampión sigue siendo una enfermedad potencialmente mortal. Es causada por un virus de la familia de los paramixovirus.
El síntoma más evidente es un sarpullido rojizo. Puede generar complicaciones graves y tiene una tasa de letalidad cercana al 10 %. No existe tratamiento, pero se puede prevenir mediante vacunación.
17. Rubéola
Es una enfermedad contagiosa, más común en niños. El virus se transmite a través del aire y entra por las vías respiratorias.
Los síntomas incluyen fiebre, náuseas y erupciones cutáneas (sarpullido rosado). Tampoco hay cura, pero sí existe vacuna.
18. Cáncer de piel
Las manchas rojas suelen ser un signo clínico de la presencia de cáncer de piel. En este caso, el tratamiento puede incluir diversos procedimientos, tales como escisión, cirugía de Mohs, curetaje, electrodesecación, congelación o crioterapia, así como radio y quimioterapia.
19. Lupus
Es una enfermedad autoinmune en la que el propio sistema de defensa ataca a las células sanas. El lupus puede afectar diversos órganos (riñones, cerebro, corazón, pulmones), así como articulaciones y piel. En la cara provoca la aparición de erupciones en forma de manchas rojizas.
No hay cura.Los tratamientos apuntan a mejorar la calidad de vida del paciente, buscando reducir síntomas y los brotes.
Esto incluye cambios en el estilo de vida, así como medicamentos antiinflamatorios, inmunodepresores y corticosteroides.
20. Petequias
Se llama así a unos pequeños puntos redondos, de color rojizo o parduzco. Pueden deberse a lo siguiente:
- Infección.
- Traumatismo.
- Reacción alérgica.
- Trastorno hemorrágico de coagulación.
Las manchas rojas no producen comezón ni presentan abultamientos, sin embargo, pueden extenderse y formar manchas más grandes. El tratamiento depende de la causa. En ocasiones se requieren antibióticos.
21. Lunares de sangre
Lunares de sangre, angioma de cereza o hemangioma de cereza es el nombre que reciben esos crecimientos cutáneos pequeños, que aparecen como una mancha redonda roja o púrpura. Algunas veces, pueden ser elevados. Son más comunes en mayores de 30 años.
Se pueden diagnosticar con un simple examen visual y no requieren ningún tratamiento. Si la persona se siente incómoda por su apariencia o por el sangrado, se tratan con láser, nitrógeno u otros métodos.
No suelen ser un motivo de alarma. Aunque existe la posibilidad de que se deban a un trastorno de la coagulación.
22. Acné
El acné también puede propiciar la aparición de manchas rojas en la piel, ya sea en la cara, el pecho o la espalda. Hay variedad de fármacos y productos cosméticos, e incluso remedios caseros, para tratar el acné. No obstante, la recomendación principal es evitar tocar las espinillas o barros.
23. Picaduras de insectos
Una reacción muy frecuente a las picaduras de los insectos es la aparición de manchas rojas en o alrededor de la zona donde se ha producido dicha picadura. Esto puede venir acompañado de una reacción inflamatoria y comezón.
Los efectos del escozor se alivian con pomadas. Si la persona es alérgica al insecto, debe administrar algún antihistamínico. En todo caso, lo recomendable es evitar la exposición o cubrirse bien y usar repelentes.
24. Prurito del nadador
El prurito del nadador también es llamado dermatitis por cercarias, nombre con el que se conoce a las formas larvales de los trematodos ( específicamente, esquistosomas). Es un sarpullido con comezón que se produce por inmersión en aguas contaminadas con los referidos parásitos.
No es contagioso. El tratamiento es con corticosteroides y antihistamínicos. En ocasiones, puede requerir antibióticos.
25. Estrés
Experimentar situaciones estresantes, a corto o largo plazo, se traduce en la aparición de diversos síntomas físicos. Por ende, el estrés también puede ser causante de que aparezcan manchas rojas en la piel en algunas personas.
¿Cuándo consultar a un médico?
Dependiendo de la zona donde estén, las manchas rojas en la piel son un síntoma notorio o no. Por lo menos, para la persona afectada, no suelen pasar inadvertidos.
Si las manchas desaparecen en un corto plazo, no hay por qué preocuparse. En cambio, si se mantienen un tiempo, se considera siempre apropiado agendar una cita con el médico, para que este las evalúe y recomiende un tratamiento.
Se debe solicitar atención inmediata si, además de mantenerse, las manchas vienen acompañadas de otros síntomas, como los siguientes:
- Fiebre.
- Palpitaciones.
- Dolor intenso.
- Fatiga. extrema.
- Dificultad para respirar o sensación de ahogo.
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