Me gustan las personas que sonríen con los ojos
Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater
Me gustan las personas que sonríen cada día con los ojos, porque su interior refleja la vida que se asume con optimismo, energía y resistencia. Son personalidades con carisma, que no dudan en practicar esa humildad que acoge, entiende y respeta.
Estamos seguros de que en tu contexto social más cercano dispones de personas con esta característica: sonreírle a la vida y transmitir su entusiasmo.
No es fácil cultivar en el día a día ese optimismo seguro y maduro que ve las cosas en su justa realidad, habiendo asumido el pasado para fijar en el horizonte nuevos planes e ilusiones.
Vivir es caminar con tranquilidad y esperanza. Por ello, las personas que sonríen con los ojos, transmiten confianza y esa sabiduría sencilla de la que todos deberíamos aprender.
Las personas que sonríen de modo sincero
La sonrisa es el gesto con mayor poder social y emocional del que disponemos las personas. Es un modo de lenguaje que no necesita palabras. Ahora bien, algo que resulta interesante recordar es que las personas no solo sonríen con la boca.
- La mirada y los ojos son siempre el reflejo de nuestros sentimientos, de ahí que también en ellos se proyecten nuestra voluntad, nuestros afectos y nuestras ilusiones.
- Sonreímos con la boca, con los ojos y con la voz, y no hay mayor símbolo para ofrecer confianza que ese gesto sencillo y sincero, con el cual trasmitimos cercanía a quienes nos rodean.
- No faltan tampoco los estudios que nos indican que sonreír mejora nuestra salud. Algo tan elemental no solo encierra un reflejo de nuestra evolución y de ese cerebro social que sabe edificar vínculos con sus semejantes.
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Las personas que esconden sus pesares cuando sonríen
La sonrisa es una armadura que mostrar al mundo, bajo la cual protegemos nuestros propios sufrimientos. Te gustará saber que esa sonrisa que no es del todo sincera o espontánea recibe el nombre de “sonrisa de Duchenne”. Se la llama así en honor al médico francés Guillaume Duchenne que la investigó y quien nos reveló cómo aparece y se forma en nuestro rostro:
- La sonrisa de Duchenne es una contracción de los músculos cigomático mayor y menor de la boca. Aparece junto a una contracción de las mejillas y produce arrugas alrededor de los ojos.
- Por su parte, la sonrisa voluntaria y sincera tiene su raíz en la corteza motora, se activa de forma consciente e implica la aparición de muchísimos más músculos que en la sonrisa Duchenne, donde hay menos gestualidad y un poco más de rigidez.
Queda claro que no todas las sonrisas son sinceras, y que muchas buscan el engaño o la manipulación. Aún así, gran parte de nosotros hacemos uso de esta sonrisa menos sincera (o Duchenne) para “aparentar” normalidad, para no hacer visible esas tristezas que, a veces, nos visitan.
Por ello, si de verdad necesitas saber si una sonrisa es sincera o no, basta con que mires los ojos de las personas. Es ahí donde se reflejan las auténticas emociones. Un rostro puede ser alegre y, a su vez, esconder en sus ojos un océano entero de pesares.
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