¿Cuál es el mejor momento para tomar mis vitaminas?

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias

Última actualización: 25 mayo, 2023

Mucha gente se pregunta cuál es el mejor momento para tomar vitaminas. Es cierto que los suplementos y complementos de estos micronutrientes han empezado a ser parte habitual de las dietas. Los expertos las recomiendan para ayudar a prevenir problemas de salud a mediano plazo.

Sin embargo, no se tiene claro en qué momento del día se deben consumir, ya que hay información discordante al respecto. Por ello te vamos a comentar, a continuación, todo lo que debes saber para despejar las dudas y optimizar la ingesta.

¿Por qué se toman las vitaminas en diferentes momentos?

No todas las vitaminas han de tomarse en el mismo momento o de manera conjunta. Esto se debe a que presentan diferentes interacciones con alimentos, además de tener velocidades de absorción distintas.

Existen ocasiones óptimas para ingerir cada una y sacarle así el máximo partido. Para que te hagas una idea, el medio en el que son solubles puede determinar mucho su modo de consumo.

Las hidrosolubles pueden consumirse con agua casi en cualquier momento de la jornada. Sin embargo, las de carácter liposolubles han de acompañarse siempre de un alimento con elevado contenido en grasas. De lo contrario, se desperdiciarán.

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¿Cuándo es mejor tomarlas?

Te vamos a indicar los mejores momentos para tomar cada grupo de vitaminas, según la evidencia disponible en la actualidad. Vamos a ello.

Vitamina C con agua y alejada de las comidas

La vitamina C no se debe consumir junto con una comida. Esto se debe a que puede modificar la absorción de hierro, incrementándola.

Así lo evidencia un estudio publicado en Food & Function. A veces se pretende esa interacción, pero otras muchas no. Puede generar un aumento del hierro en sangre que no resulte beneficioso.

Vitamina B en cualquier momento, salvo en ayunas

Las vitaminas del grupo B consumidas en ayunas pueden generar náuseas, lo que incomoda a quien las toma. Por este motivo, se recomienda siempre que se ingieran junto con alguna porción de alimentos.

Es bastante indiferente el momento concreto del día en el que se introduzcan en el organismo, pero ha de evitarse que el estómago esté vacío.

Vitaminas liposolubles tras las comidas principales

Como ya hemos comentado, las vitaminas de carácter liposoluble necesitan de grasa para su correcta absorción. Un ejemplo de ellas sería la vitamina D, que ha demostrado ser determinante en el metabolismo del hueso, entre otras funciones.

Solo tras una comida principal es recomendable su ingesta, ya que así se asegura la presencia en el bolo alimenticio de la cantidad de lípidos necesarios para su disolución. De lo contrario, se desperdiciarán y no generarán beneficios.

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¿Cuándo es recomendable tomar vitaminas?

A pesar de que el consumo de suplementos de vitaminas se ha puesto de moda, no siempre es adecuado recurrir a dichos productos. Lo óptimo es consultar siempre a un especialista en nutrición para que aconseje y asesore sobre el suplemento de mayor calidad.

En general, se pautan este tipo de micronutrientes cuando existe una deficiencia previa o una patología cuyo manejo puede mejorar con un incremento en los niveles de vitaminas en el organismo. Un ejemplo serían los procesos infecciosos de carácter respiratorio, que responden bien ante suplementos de vitamina C, como lo evidencia un estudio publicado en Frontiers in Immunology.

Del mismo modo, suele ser habitual recomendar incrementar el aporte de vitamina D durante las patologías de tipo cardiovascular o si el paciente sufre algún tipo de cáncer. Así se puede mejorar la respuesta a los tratamiento principales. El mismo nutriente es prescrito en personas con baja exposición al sol.

No obstante, hay que tener cuidado con la dosificación de estos micronutrientes, ya que es posible experimentar sobredosis. Estas son nocivas para el organismo y pueden condicionar el funcionamiento de algunos órganos. Hay que respetar siempre las tomas recomendadas para evitar llegar a tal situación.

Otro caso a tener en cuenta es el de la vitamina K. Esta influye en la coagulación sanguínea, por lo que es necesario evitar su ingesta si se está en tratamiento con anticoagulantes. Podría interferir con los fármacos.

Tomar vitaminas es un hábito nuevo

Hay quien lo considera un hábito importado de los Estados Unidos, pero lo cierto es que cada vez más gente toma vitaminas de forma diaria o frecuente. Existen evidencias conforme pueden resultar positivas para la salud cuando se incluyen en la dieta de forma razonable y en cantidades óptimas.

Esto no quita que haya que tener cuidado con las sobreingestas. Además, cabe destacar que el momento de tomar vitaminas puede influir de forma significativa sobre la acción de las mismas.

Se debe tener en cuenta el medio en el que se disuelven para saber si es necesario consumirlas con las comidas o alejadas de las mismas. En el caso de las del grupo B, por ejemplo, es importante evitar su ingesta en ayunas.

No olvides que antes de introducir un suplemento en la dieta es óptimo consultar con un especialista en la materia. De lo contrario, podría no resultar adecuado o incluso ser contraproducente si se exceden determinadas dosis.