Melocotones: propiedades, beneficios y cómo incluirlos en la dieta

Sin lugar a dudas, los melocotones son frutas dulces y deliciosas. Pero, más allá de su apreciado sabor, aporta fibra, vitaminas y minerales muy beneficiosos para la salud.
Melocotones: propiedades, beneficios y cómo incluirlos en la dieta
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 25 febrero, 2024

Los melocotones son originarios de China y su cultivo se hizo popular en muchos lugares del mundo por su delicioso sabor y versatilidad. Suelen utilizarse para la preparación de postres, yogures, pasteles y otras recetas que aprovechan su dulzor para obtener un toque muy especial.

Sin embargo, más allá de este valor gastronómico, también son muy apreciados por su composición nutricional. Su consumo, en el marco de una dieta y unos hábitos de vida saludables, puede ayudar a mejorar algunos aspectos de salud y prevenir determinadas enfermedades. Conoce más a continuación.

¿Que son los melocotones?

El melocotón es el fruto del melocotonero, un árbol pequeño de la familia de las rosáceas. Su origen se sitúa en China y los primeros vestigios de su cultivo datan de más de 3000 años a. C. Los romanos lo expandieron por Europa y más adelante su uso se extendió hacia América.

Hoy en día es conocido en todo el mundo, si bien su plantación a gran escala no se inció hasta el siglo XIX. Su comercio es uno de los más destacables entre los frutales de hoja caduca.

La fruta presenta una pulpa carnosa con un hueso grande en el centro. Es lo que se conoce, a nivel botánico, como drupa, igual que la cereza o el albaricoque. Su piel es aterciopelada y presenta tonalidades variadas entre el rojo, el amarillo y el naranja.

Los primeros melocotones se pueden encontrar en el mercado a mediados de mayo. No obstante, su temporada óptima de maduración es el verano.

En todo el mundo existen cerca de 2000 variedades, que se pueden clasificar en tres grandes grupos: los de pulpa amarilla, los de pulpa blanca y los de tipo pavía. Estas son algunas de sus características diferenciales:

  • Pulpa amarilla: suelen ser las más consumidas en Europa y Estados Unidos. Tanto la piel como la pulpa presentan tonos dorados y esta última se desprende con facilidad del hueso. Su sabor puede ser un poco más ácido. Entre los más conocidos se encuentran los denominados Catherine, Calanda, Tirrenia, Royal Glory o Elberta.
  • Pulpa blanca: su piel suele ser de color rosado y más pálida que los melocotones de la variedad anterior. El interior presenta un tono blanco muy distintivo, con una carne que se adhiere al hueso central. En este grupo se pueden mencionar los tipos Haldford, June Gold y Flordacking (entre otros). Son los de consumo mayoritario en los países asiáticos.
  • Tipo pavía: en esta categoría se agrupan los melocotones con una pulpa dura y muy pegada al carozo. Aunque también se consumen, muchos de ellos se destinan a la producción de zumos, mermeladas y otras conservas.

Diferencias entre el melocotón, el durazno y la nectarina

Entre sus múltiples denominaciones y variedades, es posible que muchas personas tengan dudas acerca de si el melocotón, el durazno y la nectarina son una misma fruta o no.

En este caso, conviene saber que el melocotón y el durazno sí que son dos formas diferentes de denominar el mismo fruto. Con este segundo nombre es como se lo suele denominar en los países hispanoamericanos.

Por su lado, la nectarina es una variante del melocotón. Se diferencia de este por la piel, que no tiene vellosidades. En cambio, su carne también tiene tonos amarillos o blancos y puede estar más o menos adherida al hueso.

En muchas ocasiones, esta nace del mismo árbol que el melocotón, como un brote mutado o bien de forma espontánea.

Melocotones y nectarinas
Las nectarinas son una variante del melocotón que, a diferencia de estos, no tienen vellosidad en la piel.

Propiedades nutricionales del melocotón

Según datos aportados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, en su composición nutricional destaca el agua por encima de todo, como pasa con casi todas las frutas. Por este motivo, es un alimento ligero e hidratante.

Asimismo, aporta cantidades variables de algunos nutrientes interesantes y necesarios en el día a día. Estos son los más destacados, presentes en 100 gramos de la fruta fresca:

  • Agua: 88.9 gramos.
  • Energía: 39 kilocalorías.
  • Carbohidratos: 9.54 gramos.
  • Proteína: 0.91 gramos.
  • Grasas: 0.25 gramos.
  • Fibra: 1.5 gramos.
  • Potasio: 190 milígramos.
  • Vitamina C: 6.6 milígramos.
  • Vitamina A: 16 microgramos.

Tal y como apuntan los autores de este artículo publicado en el Journal of the Science of Food and Agriculture, parece ser que el conenido nutricional de los melocotones enlatados es el mismo que el de la fruta fresca.

No obstante, conviene vigilar con los melocotones en almíbar, ya que contienen también una elevada cantidad de azúcar añadido.

7 beneficios del melocotón para la salud

Con todo este aporte recién mencionado, es posible afirmar que la ingesta de melocotón ayuda a cubrir las necesidades de algunos de los nutrientes que el organismo necesita para funcionar con normalidad.

Así pues, se pueden enumerar varios puntos fuertes que dicho consumo presenta en relación con la salud. Esto sí, su ingesta debe integrarse siempre en el marco de una dieta saludable y adecuada a las necesidades de cada persona.

1. Aportan antioxidantes

El responsable de dar su intenso color a los melocotones es el betacaroteno, un pigmento que se halla de forma natural en muchas frutas y verduras.

Tal y como se puede leer en un artículo aparecido en Molecules, entre las principales acciones que este desempeña se puede citar su propiedad antioxidante. Así pues, es capaz de contrarrestar el efecto dañino provocado por el estrés oxidativo.

Según palabras de los mismos autores, existe evidencia científica que sugiere que la ingesta de frutas y verduras con antioxidantes ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades degenerativas, problemas cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.



2. Fortalecen el sistema inmune

Entre las vitaminas que aporta el melocotón, las más destacadas en cantidad son la C y la A. Ambas juegan un papel importante en el normal funcionamiento del sistema de defensa del cuerpo, por lo que pueden contribuir a tener una mejor salud.

Por un lado, en las últimas décadas se ha acumulado suficiente evidencia científica sobre el rol de la vitamina C en este sentido. Como se puede leer en este artículo de la revista Frontiers in Inmunology, una dieta con un aporte suficiente vitamina C respalda el sistema inmune y disminuye la susceptibilidad a las infecciones.

Asimismo, entre las funciones destacadas de la vitamina A en el organismo, los expertos citan la regulación del sistema de defensa y la propiedad antiinflamatoria. Así se desprende de una revisión publicada en Nutrition Clinique et Métabolisme.

3. Mejoran la digestión

El melocotón contiene tanto fibra soluble como insoluble. Estas ejercen funciones distintas, si bien ambas son muy importantes para la salud en general.

De acuerdo con los especialistas de la Clínica Mayo, es la del tipo insoluble la que puede ejercer beneficios en el sistema digestivo. Gracias a ella, aumenta el volumen de las heces y facilita su paso por el intestino.

De esta forma, puede ser de gran ayuda para las personas que sufren estreñimiento o un tránsito irregular. Asimismo, una dieta alta en fibra puede reducir el riesgo de aparición de hemorroides, divertículos y cáncer de colon.

4. Pueden proteger la salud cardiovascular

Todas las frutas y verduras se conocen por ser alimentos positivos para el corazón y la prevención de las enfermedades cardíacas.

En el caso del melocotón, existen varios mecanismos que pueden explicarlo, ya que actúa sobre los principales factores de riesgo: el colesterol en sangre, la hipertensión o la obesidad.

Tal como indican desde la Asociación Americana del Corazón, gracias a la presencia de potasio, su ingesta favorece un mejor control de la presión arterial. Consumir más potasio ayuda a contrarrestar los efectos del sodio y a relajar la tensión en las paredes de los vasos sanguíneos.

Por otro lado, su introducción en la dieta también permite aumentar la presencia de fibra. Según datos ofrecidos por la Escuela Médica de Harvard, las personas que consumen una cantidad más alta de esta tienen menos posibilidades de sufrir síndrome metabólico. Esta condición de salud aumenta el riesgo de diabetes, enfermedad cardíaca y derrame cerebral.

5. Refuerzan la función protectora de la piel

Mantener la piel en buenas condiciones es un aspecto importante a tener en cuenta cuando hablamos de salud. Como apuntan desde la Universidad del Estado de Oregon (en Estados Unidos), un aporte adecuado de nutrientes retrasa su envejecimiento y favorece su acción de barrera.

Esta última función es esencial para proteger el organismo del contacto con agentes agresores que pueden causar enfermedad y deterioro en la salud. Estos son los patógenos, pero también los contaminantes ambientales y los químicos.

Como se puede leer en esta publicación, en el melocotón se encuentran algunos de los nutrientes que la piel necesita: agua, glucosa, vitaminas C y A y flavonoides.

6. Pueden favorecer la salud ocular

Existen algunos fitoquímicos, vitaminas y minerales que son necesarios para mantener en buen estado los ojos y mejorar algunos problemas de visión.

La Amercian Optometric Assocition, destaca los nutrientes más importantes. Entre ellos, algunos se encuentran, en buena parte, en los melocotones:

  • Luteína y zeaxantina. Se trata de dos tipos de pigmentos de color amarillo. Diversos estudios sugieren que su ingesta permite disminuir el riesgo de desarrollar nuevas cataratas.
  • Vitamina C. Esta también se cita como uno de los nutrientes que ayuda a prevenir la aparición de cataratas. Asimismo, junto con otros compuestos, puede retrasar la progresión de la pérdida de agudeza visual y la degeneración macular relacionada con la edad.

7. Pueden tener un efecto antiedad

En los últimos años, la propiedad antiedad de los alimentos y las bebidas ha sido objeto de numerosos estudios. Y, como se puede leer en una publicación aparecida en Antioxidants, los polifenoles han centrado parte del interés de los científicos.

Según concluyen sus autores, existen varios datos (en animales y humanos) que sugieren la propiedad de estas sustancias vegetales para retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad.

Parece ser que la adopción de la dieta mediterránea está relacionada con mejoras en el envejecimiento y el deterioro mental. Esto también se observa con otros patrones alimentarios, como los de las denominadas zonas azules (determinadas partes del mundo con una alta esperanza de vida).

No obstante, hay que tener en cuenta que la alimentación no es el único factor que incide en la longevidad. Como apuntan desde la Biblioteca de Salud de Estados Unidos, esta viene determinada, en parte, por la genética de cada individuo. Pero también afectan la alimentación, el ejercicio, el manejo del estrés o determinados factores ambientales y sociales.

Cómo introducir el melocotón en la dieta diaria

La forma más habitual y más saludable de disfrutar el melocotón es comer la fruta entera, ya sea como postre, en el desayuno o como tentempié. Se puede ingerir con o sin piel, pero siempre hay que lavarlo bien.



Asimismo, es posible introducirlo en algunas preparaciones sencillas. Estas son ideales para las personas a las que no les gusta mucho comer la fruta sola, pero sigue siendo una forma recomendable en el día a día. Algunas ideas son las siguientes:

  • Mezclado con un yogur, con pasas o frutos secos.
  • Cocinado con la avena, en unas gachas, con un toque de canela y nueces.
  • Junto con otras frutas en forma de macedonia o de batido.
  • En una ensalada, cortado en dados o a gajos. Combina bien con tomate, queso, aguacate, hojas verdes, pollo o cebolla tierna.
  • En una tostada dulce, con un poco de miel y queso fresco.
  • Como acompañamiento o relleno en algunos guisos de carne.

Además, de forma opcional y para disfrutar de vez en cuando, se puede elaborar mermelada, bizcochos, flanes y otras recetas dulces con melocotón.

Cómo elegir y conservar los melocotones

En el momento de comprarlos, es preferible optar por aquellos ejemplares maduros, pues son los que presentan un sabor más dulce. Hay que vigilar que no estén demasiado blandos y que no tengan golpes ni magulladuras.

Los melocotones son una fruta delicada que se puede estropear con facilidad. Lo más recomendable es guardarlos en la nevera (en la parte menos fría) y no acumular una gran cantidad.

En cambio, si todavía están un poco verdes cuando se compran, se conservan mejor a temperatura ambiente. Cuando desaparece este tono verde de la piel, no son tan ácidos y empieza a aparecer el dulzor que los caracteriza.

Cuidado con la alergia a los melocotones

Aunque el melocotón es un alimento muy recomendable, también es uno de los vegetales que suele generar reacción alérgica con más asiduidad.

Según datos divulgados en Nutrients, está emergiendo como uno de los tipos de alergia más comunes en Europa, sobre todo en la región mediterránea.

Los autores del trabajo citado también señalan que las principales manifestaciones de este problema son las siguientes:

  • Picor, escozor y/o hinchazón en la boca, la garganta o la lengua.
  • Urticaria generalizada y de contacto.
  • Náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal (estos no suelen aparecer de forma única, sino que suelen acompañar las reacciones anteriores).

De forma adicional, algunas personas desarrollan síntomas como disnea (dificultad para respirar), sibilancias (sonidos durante la respiración) y anafilaxis; algunos de los cuales pueden llegar a ser más graves.

En caso de padecer este problema de salud, la única solución es evitar los melocotones en la dieta. Conviene, también, saber identificar aquellos productos comerciales en los cuales pueden estar presentes (zumos, macedonias, yogures, mermeladas, etc.).

Los melocotones son frutas con destacados beneficios

El melocotón es una fruta conocida y consumida en muchas partes del mundo. Esta destaca por su sabor, pero también por ser un alimento saludable con un buen aporte de nutrientes.

Gracias a ellos, su ingesta puede contribuir en el normal funcionamiento del organismo y favorecer algunos aspectos de salud relacionados con el sistema cardiovascular, el inmune y el dérmico (entre otros).

No obstante, hay que recordar que todas las frutas son alimentos saludables y nutritivos y que lo mejor es comer cuanta más variedad, mejor.


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