Método Billings o del moco cervical: en qué consiste y cuáles son sus riesgos
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
El método Billings es una técnica de anticoncepción natural. Se emplea, como todo método anticonceptivo, para controlar la natalidad. La diferencia es que, en este caso, no se acude a ningún tipo de hormonas o de dispositivos en el útero.
Este método se basa en la observación y la interpretación de las características del moco cervical. Dependiendo de estas, una mujer logra identificar cuándo se encuentra en su período fértil y cuándo no. El método Billings se considera relativamente eficaz.
Se estima que cuando el método Billings se aplica en forma perfecta, alcanza una efectividad del 97 %. Como es totalmente natural, evita los posibles efectos secundarios que otros métodos de anticoncepción provocan en algunas ocasiones.
El método Billings, ¿qué es?
El método Billings es un procedimiento que permite controlar la concepción. También, se le conoce como «método de ovulación de Billings» o «método del moco cervical». Se basa en la observación detallada de los patrones del moco cervical a lo largo de todo el ciclo menstrual.
El moco cervical cambia de color, textura y cantidad durante el ciclo menstrual. Ese cambio es más notorio en los días en que se produce la ovulación. Se debe a que el organismo debe crear el ambiente propicio para facilitar el embarazo.
La clave del método Billings está en aprender a identificar esos cambios en el moco cervical. Este sale del cuello del útero por la vagina en forma de flujo. Al reconocer los días fértiles a través de este flujo, es posible prever en qué momento hay mayor probabilidad de embarazo y cuándo no.
Es habitual que en los días fértiles se acuda a otro método anticonceptivo, como el preservativo. También, es usual que el método Billings se combine con otras técnicas como el seguimiento de la temperatura basal o un monitor electrónico de fertilidad. De este modo, se asegura la eficacia.
La aplicación del método Billings
Para aplicar el método Billings se debe revisar el moco cervical, o sea el flujo vaginal, todos los días y, después, registrar los cambios en una tabla. Lo indicado es comenzar el día posterior al fin de la menstruación.
Se deben completar los siguientes pasos:
- Limpiar la abertura de la vagina. Se puede hacer con papel higiénico o con un pañuelo desechable. Lo indicado es hacerlo antes de orinar.
- Observar el color y la textura del moco.
- Hacer la misma observación, pero esta vez en la ropa interior.
- Introducir los dedos en la vagina y observar el moco que queda impregnado. Las manos deben estar limpias.
- Frotar y extender el flujo entre los dedos índice y pulgar. Tomar nota de la consistencia y del color.
- Anotar todo lo observado en la tabla.
Lo indicado es no tener relaciones sexuales, o emplear condón, durante el primer ciclo menstrual de observación. Esto se debe a que el sexo puede provocar cambios en el moco cervical y da lugar a confusiones.
Los cambios en el moco cervical y su interpretación
A lo largo del ciclo menstrual, se producen varios cambios en el moco cervical y es muy importante conocerlos para aplicar el método Billings de forma correcta. Las tres variables observables son: color, textura y cantidad.
Los momentos del ciclo menstrual en los que se presentan cambios son los siguientes:
- El periodo. Durante la menstruación no es posible observar el flujo. Son días que se consideran infértiles.
- Al terminar el periodo. Corresponde a los tres o cuatro días posteriores al final de la menstruación. El flujo es muy escaso y, por eso, se habla de «días secos». Son días infértiles.
- Días previos a la ovulación. Hay mayor cantidad de moco y este es amarillo, blanco o turbio. Corresponde al momento en que el óvulo comienza a madurar. Dura entre tres y cinco días. Son días de posible fertilidad.
- Durante la ovulación. Es la etapa del mes con mayor volumen de moco cervical. La textura es similar a la de la clara de huevo y se puede estirar entre los dedos. Dura alrededor de cuatro días y corresponde a la fase más fértil de todo el mes.
- Después de la ovulación. El moco cervical se reduce en forma notoria y se torna pegajoso y turbio. Después no hay moco o este es muy escaso. Dura entre 11 y 14 días. Son días infértiles. Después, se presenta el periodo y se reinicia el ciclo.
Riesgos
Como lo dijimos al comienzo, el método Billings solo es seguro si se aplica de forma correcta. Sin embargo, suele necesitarse una capacitación formal para lograr esto. Asimismo, hay que tener una constancia a toda prueba, ya que es necesario revisar el moco cervical todos los días.
Algunas estimaciones señalan que de cada 100 mujeres que emplean el método Billings, 23 quedarán embarazadas durante el primer año de uso habitual. Entre las mujeres que aplican el método de manera perfecta, la proporción de embarazos es de tres por cada 100.
Aunque este método es natural y no invasivo, lo cierto es que no protege contra las enfermedades de transmisión sexual. Si bien es más económico que cualquier otro, el método de Billings suele ser menos eficaz para evitar el embarazo.
Consejos y recomendaciones
Hay varios factores que pueden provocar cambios en el moco cervical. Solo con tener relaciones sexuales se propician cambios en el flujo y esto suele llevar a confusiones. Otros factores que alteran estos fluidos son los siguientes:
- Usar lubricantes en la vagina.
- Algunos medicamentos.
- Las duchas vaginales.
- La lactancia.
- El uso reciente de anticonceptivos hormonales.
- La menopausia prematura.
- Las enfermedades de transmisión sexual.
- La vaginitis.
El método de dos días es una alternativa al método Billings. En este caso, una mujer solo debe formularse dos preguntas:
- ¿Hoy tengo moco cervical?
- ¿Ayer tuve moco cervical?
Si la respuesta a ambos interrogantes es «no», es seguro tener relaciones sexuales, sin riesgo de embarazo. De todos modos, no podría afirmarse que el método de dos días tenga mayor eficacia que el método Billings, pero sí exige menos perseverancia.
Combina el método Billings con otro, si deseas evitar el embarazo
El método Billings podría servir más para las mujeres que desean quedar embarazadas, que para aquellas que desean evitar la concepción. A las debilidades de esta técnica ya mencionadas, habría que agregar que algunas mujeres presentan poco flujo a lo largo del mes.
Lo más recomendable es que si una mujer quiere emplear el método Billings, lo consulte con el médico y le solicite orientación al respecto. Asimismo, es posible que deba combinarlo con otros métodos, si su objetivo es evitar un embarazo.
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