14 motivos comunes por los que duelen los muslos
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Cuando duelen los muslos experimentamos dificultad para hacer algunos ejercicios, como sentadillas, correr o andar en bicicleta. El dolor se puede sentir en la parte posterior, a los lados o en la cara frontal de la zona.
En ocasiones, llega a ser tan intenso que se ven afectadas también actividades de la vida cotidiana. En tal sentido, puede haber incomodidad al subir escaleras, caminar o incluso para permanecer sentados.
Esto puede ocurrir por cansancio físico, sobreentrenamiento o una lesión. Además de las circunstancias relacionadas con la actividad física, en alguna condiciones de salud, el dolor de muslos es uno de los síntomas.
Anatomía del muslo
El muslo es la parte del miembro inferior comprendida entre la articulación de la cadera y la de la rodilla. Lo conforman varios grupos musculares:
- Cuádriceps: recto femoral, vasto intermedio, medial y lateral.
- Sartorio: junto con los antes mencionados, constituyen la parte frontal del muslo.
- Isquiotibiales: semimembranoso, semitendinoso y bíceps femoral, que conforman la parte posterior.
- Compartimento medial: en esta zona están los aductores (mayor, largo y corto), junto con el grácil y el pectíneo.
Razones por las que duelen los muslos
Hay diversos motivos por los que duelen los muslos. Algunos son más comunes y otros menos frecuentes. Es importante aprender a reconocerlos porque esto ayudará a identificar la causa y determinar de qué manera se pueden tratar.
1. Trauma o golpe
Como sucede en otras partes del cuerpo, cualquier tipo de golpe o trauma en el muslo puede resultar doloroso. Y ya que es una zona en la que hay muchos nervios, a veces la sensación permanece por cierto tiempo. Además de la sensibilidad, también se pueden evidenciar hematomas e inflamación.
2. Calambres
Los calambres pueden aparecer luego de pasar largo tiempo en una misma posición, ya sea de pie, sentados, agachados en una forma incorrecta. Además del dolor, el calambre hace que se entumezca el muslo y que sea difícil mover la pierna.
3. Espasmos musculares
Los espasmos son contracciones involuntarias y temporales de un músculo que resultan dolorosas. Los factores que contribuyen a la aparición de un espasmo incluyen la inadecuada e insuficiente hidratación, los bajos niveles de potasio o de calcio, así como la sobrecarga de trabajo.
4. Adaptación al entrenamiento
Si hemos tenido un largo tiempo de inactividad, cualquier entrenamiento que emprendamos desde cero puede hacer que nos duelan los muslos. Estos dolores, sin embargo, deberán desaparecer al poco tiempo, conforme se hace habitual en nosotros el ejercicio.
5. Calentamiento y estiramiento
Si nos comenzamos a ejercitar de una vez, sin pasar por la fase previa de preparar al organismo para la actividad física, es posible que sintamos espasmos, calambres, dolores o nos lesionemos. Así que no debemos olvidar ni desestimar la importancia del calentamiento y el estiramiento en la rutina.
6. Entrenamiento intenso
Esta es una de las causas más frecuentes por las que nos duelen los muslos. Puede ser por usar mucho peso o por un entrenamiento muy largo. Incluso por un cambio de rutina, incorporando ejercicios a los que no estábamos acostumbrados.
7. Lesión
Hay varios tipos de lesiones: contractura muscular, distensión y desgarro. Cualquiera de ellas puede hacer que nos duelan los muslos, dificultándose el movimiento de las piernas. Las lesiones ocurren por sobreesfuerzo, movimientos bruscos, trabajar con fatiga, equipo inadecuado o falta de calentamiento.
8. Tendinitis
La tendinitis es una inflamación dolorosa de los tendones. En el caso del muslo, puede presentarse tendinitis del cuádriceps o de los isquiotibiales. También afecta la movilidad, así como el tono y la fuerza del músculo. Demoran semanas en curar.
9. Fricción de la banda iliotibial
La banda iliotibial es una fascia (tejido conectivo) en la parte externa del muslo, que a veces puede irritarse e inflamarse por el exceso de actividad o el estrés repetitivo. Según las investigaciones, el síndrome de la banda iliotibial es bastante común entre corredores y ciclistas, representando el 12 % de las lesiones de estos atletas.
10. Meralgia parestésica
La meralgia parestésica es una condición en la que se produce una compresión del nervio femorocutáneo que pasa por la parte lateral del muslo. Esto no solo causa dolor en la zona, sino disminución de la sensibilidad. Por lo general, el algia suele empeorar cuando la persona está de pie o camina por largo tiempo.
11. Ciatalgia
El nervio ciático inflamado también es otra de las razones por las que nos duelen los muslos. En este caso, la sensibilidad está localizada en la parte posterior. A menudo produce sensación de hormigueo, así como debilidad y dificultando para caminar o permanecer sentados.
12. Pinzamiento del nervio espinal
Cuando hay hernia en los discos lumbares se pueden pinzar los nervios que salen de la columna. Si los afectados son los que llegan o se desplazan por el muslo, se produce dolor allí.
13. Estenosis espinal
Es un proceso similar al anteriormente descrito, solo que la estenosis espinal es degenerativa. En la misma se produce un estrechamiento del canal lumbar debido a la compresión de la columna. Entre sus síntomas se encuentran dolor y sensación de pesadez o entumecimiento en los muslos, que empeoran al estar de pie o caminar.
14. ACV y trombosis
Tras un accidente cerebrovascular (ACV) o una trombosis, también duelen los muslos, así como la articulación del hombro o de la mano y otras partes del cuerpo. Se le conoce como dolor neuropático y se describe como una sensación punzante, quemante u opresiva. También puede haber entumecimiento, debilidad muscular y hormigueo.
¿Cómo es el diagnóstico cuando duelen los muslos?
Cuando duelen los muslos, el médico debe comenzar por realizar un reconocimiento físico general, incluyendo las piernas. Además de esto, la anamnesis es muy importante.
En tal sentido, el médico interrogará al paciente acerca del dolor, en qué posición lo siente más, durante cuál actividad, con qué frecuencia, en qué momentos del día se presenta, si ha tenido algún trauma y cuáles otros síntomas se manifiestan.
También observará si hay moretones o inflamación. Deberá palpar las zonas y revisar las articulaciones y los músculos en busca de señales de lesiones. Además, le pedirá al paciente que haga movimientos y esfuerzos controlados.
A su vez, se pueden realizar diversas pruebas. Entre estas se tienen las siguientes:
- Radiografía.
- Electromiografía.
- Resonancia magnética.
- Ultrasonido.
Tratamientos para los dolores del muslo
El tratamiento a seguir cuando duelen los muslos dependerá de los motivos o razones por los que esto ocurre. Sin embargo, hay algunas recomendaciones de carácter general que pueden ser comunes a todos los casos:
- Reposo: suspender cualquier actividad física y descansar es la primera medida para aliviar el dolor o evitar que se incremente.
- Aplicar frío o calor local.
- Tomar analgésicos o antiinflamatorios (ibuprofeno, diclofenac).
- Aplicar pomadas para disminuir el dolor o la inflamación (sobre todo en caso de traumatismos.
- Mantener el miembro elevado.
- Inmovilizar por un tiempo, en caso de ser necesario.
Terapias
En determinados pacientes se realizan sesiones de fisioterapia cuando hay tendinitis, contractura, distensión o desgarro en proceso de recuperación. Incluso esto se hace con meralgias y otros trastornos.
Asimismo, el ejercicio y los movimientos moderados con estiramientos nos pueden ayudar a aliviar cuando duelen los muslos. En otros pacientes, cuando hay un dolor crónico, se combinan abordajes tradicionales con otros alternativos, como la acupuntura. Esto se puede hacer siempre y cuando el médico lo autorice.
¿Hay que ir al médico si duelen los muslos?
El padecimiento puede desaparecer por sí solo, con tan solo guardar reposo. Pero es necesario acudir al médico si se hace crónico, recurrente, es muy agudo, incapacitante o aparecen otros síntomas (como hematomas). Es importante señalar que, en ocasiones, el dolor de muslo puede ser signo de una afección mayor.
Por otra parte, para ayudar en el proceso de diagnóstico, tratamiento y recuperación, la persona debe estar atenta a lo que ocurre cuando duelen los muslos. En tal sentido, se sugiere tomar nota de los síntomas que se experimentan, a qué hora o en qué posición se siente el dolor.
Por supuesto, si durante este proceso se advierte que algunas actividades en particular hacen que los muslos duelan más, se debe también procurar moderar dicha actividad. Incluso si se trata del ejercicio.
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