¿Los niños pueden tomar bebidas carbonatadas?
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Las bebidas carbonatadas son productos que están al alcance de cualquier familia promedio. De hecho, tienen un elevado consumo, a pesar de que en los últimos años se ha advertido sobre sus efectos nocivos.
Lo anterior es preocupante, en especial cuando los niños son uno de los segmentos de consumidores de bebidas carbonatadas. Si bien es cierto que las aguas carbonatadas son menos nocivas que los refrescos azucarados, también lo es que tienen algunos efectos negativos.
Las bebidas carbonatadas suelen ser muy atractivas para los niños, ya que vienen en diferentes sabores y tienen presentaciones llamativas. En principio, si alguna de ellas se consume de forma muy esporádica, no causaría problemas. En cambio, si se ingiriesen de manera habitual, podrían traer dificultades de salud.
¿Qué son las bebidas carbonatadas?
Las bebidas carbonatadas son lo mismo que bebidas con burbujas o bebidas con gas. Esto quiere decir que se les ha agregado dióxido de carbono para darles efervescencia, así como un sabor ácido leve.
A menos que se trate de agua carbonatada, este tipo de bebidas también suelen tener una amplia gama de componentes. Dentro de ellos, están los saborizantes naturales o artificiales, los conservantes, los jugos de frutas, los emulsionantes, los colorantes, etc.
Por lo general, este tipo de bebidas vienen en botellas o latas. Algunas tienen más efervescencia que otras, dependiendo de su composición. Aunque las aguas carbonatadas se suelen promocionar como una alternativa más saludable, algunas también contienen cafeína y sustancias similares.
Tipos
En términos generales, hay cuatro tipos de bebidas carbonatadas según los componentes que incluyen. Tales tipos son los siguientes:
- Aguas carbonatadas. Comprenden el agua mineral con gas, el club soda, el agua tónica y el agua Seltzer. Con excepción de esta última, todas tienen minerales añadidos. La Seltzer no los tiene, pero sí carbonatación añadida.
- Refrescos. Se conocen como «bebidas gaseosas» y tienen niveles considerables de azúcar. Lo más llamativo es su sabor. También hay versiones light o sin azúcar.
- Bebidas rehidratantes o deportivas. Contienen bajas dosis de sodio y promueven la rehidratación. Dentro de esta categoría, también suelen agruparse las bebidas energizantes, las cuales contienen estimulantes.
- Néctares. Por lo general, se les llama así a las bebidas carbonatadas que incluyen sabores naturales de frutas.
Las bebidas carbonatadas y los niños
Las bebidas carbonatadas no son recomendables para los niños. Hay suficiente información sobre los efectos nocivos de los altos niveles de azúcar en los refrescos. Asimismo, es claro que el consumo infantil de bebidas energizantes es inaceptable.
La confusión surge en torno a las aguas carbonatadas, que suelen presentarse como una alternativa saludable e inocua para los pequeños. Aun de esta manera, el consenso general es que la mejor bebida para los pequeños es el agua natural.
Una ventaja del agua carbonatada frente a otras bebidas carbonatadas es que no contiene altos niveles de azúcar. Por lo tanto, puede considerarse una buena alternativa para abandonar los refrescos, cuando los niños son muy adeptos a ellos. Sin embargo, no ofrece ninguna ventaja nutricional frente al agua corriente.
Otra ventaja del agua carbonatada es que puede contribuir a desarrollar el gusto de los niños por el agua pura. Esta presentación es muy atractiva para ellos. Lo importante es cuidar que se trate de un agua baja en sodio.
Impacto de las bebidas carbonatadas en la salud de los niños
Las bebidas carbonatadas, incluyendo a las aguas de este tipo, pueden tener impactos negativos sobre la salud de los niños. El primero de ellos es que puede aumentar la sensación de saciedad, de una manera artificial. Es posible que esto genere falta de apetito por alimentos más ricos en nutrientes. Otros posibles efectos son los siguientes.
Problemas digestivos
Las bebidas carbonatadas suelen provocar gases, tanto en los niños como en los adultos. Cada organismo reacciona de manera diferente, pero esto es muy usual. También, pueden provocar malestares estomacales. Aplica tanto para las bebidas azucaradas como para el agua carbonatada.
Sobrepeso y obesidad
Cuando las bebidas carbonatadas contienen niveles de azúcar muy elevados, se convierten en un factor de riesgo claro para desarrollar sobrepeso u obesidad. Ambas condiciones, a su vez, se convierten en factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y los triglicéridos altos.
Dientes y huesos
Las bebidas carbonatadas son más ácidas y algunas de ellas tienen altos niveles de azúcar. Esto lleva a que el calcio se filtre y no llegue de manera adecuada a los huesos. La consecuencia es que puede debilitarlos.
Asimismo, esto puede dañar los dientes. Es posible que erosionen el esmalte dental y favorezcan la caries. Una investigación señaló que las bebidas carbonatadas con un pH inferior a 4 se consideran dañinas para los dientes. Esto incluye a las aguas saborizadas.
Alergias
A veces, los niños son alérgicos a algunos de los componentes de las bebidas carbonatadas. Incluso el agua carbonatada contiene elementos diferentes al agua misma y estos pueden provocar esa reacción.
La edad y el consumo de bebidas carbonatadas
La mayoría de los pediatras están de acuerdo en que ningún niño debería consumir bebidas carbonatadas antes de los 7 años. De hecho, lo más aconsejable es no ingerir ese tipo de productos a ninguna edad, o hacerlo de una forma muy moderada.
Los bebés menores de 6 meses solo deben ingerir leche materna o de fórmula. No es necesario que tomen agua, incluso si hace calor. Esto puede dar lugar a una condición llamada «intoxicación por agua», la cual lleva a una pérdida de sodio excesiva a través de los riñones.
Después de los 6 meses, se le pueden dar al bebé algunos sorbos de agua pura de vez en cuando. El agua embotellada, incluso si no tiene gas, puede contener elementos que le hagan daño. Mucho menos se le debe dar agua carbonatada.
Con respecto a los niños mayores de 2 años, lo indicado es seguir estas recomendaciones:
- Enseñar con el ejemplo. Cuando los adultos prefieren el agua pura, los niños aprenden a imitarlos.
- Comenzar el día con un vaso de agua. Es un magnífico hábito.
- Asegurarse de que el niño beba suficiente agua durante el día para que siempre esté hidratado.
- Tener siempre una jarra de agua pura sobre la mesa. Es la mejor opción al comer.
- Enseñarle a tomar agua antes, durante y después de hacer deporte.
Mejor beber agua natural
Aunque el agua carbonatada es mejor opción que otras bebidas carbonatadas, tampoco hay alguna razón en especial para preferirla frente al agua pura. Este tipo de bebida está más tratada y, por lo tanto, siempre tiene componentes adicionales que, quizá, no aporten nada.
Además, los niños que beben este tipo de aguas desarrollan gusto hacia ellas, por la sensación de efervescencia, y en esas condiciones se vuelve más probable que terminen tomando bebidas carbonatadas con azúcar. Lo mejor es prevenir.
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