Parejas TIL, la nueva forma de estar en una relación sin perder espacio ni conexión

¿Te has planteado alguna vez que quizá el amor no necesita una dirección compartida para funcionar? Cada vez más parejas felices están descubriendo que se puede construir una relación sólida y comprometida sin tener que vivir juntos. Aunque para algunos pueda parecer extraño, para otros es el secreto de la estabilidad.
Se trata de las llamadas parejas TIL (Together in Separate Homes), personas que deciden mantener un vínculo de amor y compromiso y vivir en casas separadas. Este tipo de acuerdo busca evitar las tensiones de la convivencia diaria, pero aún así mantener un propósito de vida compartido y un proyecto a largo plazo lleno de amor y, por supuesto, felicidad.
Aunque no todos pueden sentirse cómodos con un arreglo de este tipo, vale la pena explorar sus beneficios y así reflexionar si es algo que pueda funcionar para ti y tu ser querido.
Parejas estables, cada uno en su propia casa
La pareja TIL es la unión de dos personas que tienen una relación de pareja estable y significativa, pero que eligen mantener cada uno su propio hogar. Es importante aclarar que este término no aplica a las relaciones a distancia forzadas por las circunstancias. Tampoco a las parejas que se están “dando un tiempo”. Nos referimos a una elección consciente y meditada de vivir el amor de otra manera.
La convivencia puede ser una fuente de tensión para las parejas. La diferencia entre los gustos, las rutinas y los comportamientos en el hogar puede generar mucha discordia. Por ello, vivir cada uno en espacios separados puede tener beneficios muy interesantes:
- Los miembros de la pareja pueden mantener su espacio personal a su gusto, lo que permite que cada uno gestione su hogar bajo sus reglas y horarios. También es más fácil cuidar la individualidad.
- Se eliminan las discusiones y conflictos por los quehaceres del hogar, por el modo como se organizan las cosas o la distribución de las responsabilidades.
- El tiempo compartido es de calidad, porque eligen estar juntos y disfrutar de la compañía. No se trata de coincidir en la casa, sino de escoger verse.
- El manejo del dinero es más autónomo, no hay negociaciones incómodas sobre las finanzas.
No debemos interpretar estos beneficios como una falta de compromiso, pues las parejas TIL tienen planes futuros, son leales el uno al otro, se apoyan en los momentos de dificultad y celebran las ocasiones alegres. La diferencia es que, al final del día, cada uno vuelve a su propia cama.
¿Puede funcionar para ti?
- No hay una regla o requisito exacto para elegir ser una pareja TIL. Sin embargo, esta elección puede ser más atractiva para:
- Personas que valoran mucho su independencia y ya han convivido antes con otras parejas.
- Parejas con profesiones muy demandantes o rutinas de trabajo muy distintas.
- Quienes ya tienen hijos de relaciones anteriores.
Introvertidos que necesitan más tiempo a solas o simplemente aquellos que han descubierto que llevan mejor sus relaciones sin compartir el hogar.
Es necesario entender que, antes de tomar una decisión, se deben definir los límites y aclarar las expectativas. Hablar con honestidad sobre el compromiso que se espera mantener y cómo la pareja pasará tiempo junta. Por ejemplo, ¿cada cuánto se verán?, ¿dormirán en la casa del otro en algún momento?, ¿compartirán las llaves de sus viviendas?
Ser una pareja que está junta, pero cada uno en su casa requiere de claridad y aceptación. Ambos deben beneficiarse y aprender a amarse conservando su individualidad, independencia y autonomía. Ten presente que el éxito de una relación no se mide por el hecho de compartir o no un techo, sino por la calidad de su conexión, el respeto mutuo y la felicidad que se producen mutuamente.
¿Te has planteado alguna vez que quizá el amor no necesita una dirección compartida para funcionar? Cada vez más parejas felices están descubriendo que se puede construir una relación sólida y comprometida sin tener que vivir juntos. Aunque para algunos pueda parecer extraño, para otros es el secreto de la estabilidad.
Se trata de las llamadas parejas TIL (Together in Separate Homes), personas que deciden mantener un vínculo de amor y compromiso y vivir en casas separadas. Este tipo de acuerdo busca evitar las tensiones de la convivencia diaria, pero aún así mantener un propósito de vida compartido y un proyecto a largo plazo lleno de amor y, por supuesto, felicidad.
Aunque no todos pueden sentirse cómodos con un arreglo de este tipo, vale la pena explorar sus beneficios y así reflexionar si es algo que pueda funcionar para ti y tu ser querido.
Parejas estables, cada uno en su propia casa
La pareja TIL es la unión de dos personas que tienen una relación de pareja estable y significativa, pero que eligen mantener cada uno su propio hogar. Es importante aclarar que este término no aplica a las relaciones a distancia forzadas por las circunstancias. Tampoco a las parejas que se están “dando un tiempo”. Nos referimos a una elección consciente y meditada de vivir el amor de otra manera.
La convivencia puede ser una fuente de tensión para las parejas. La diferencia entre los gustos, las rutinas y los comportamientos en el hogar puede generar mucha discordia. Por ello, vivir cada uno en espacios separados puede tener beneficios muy interesantes:
- Los miembros de la pareja pueden mantener su espacio personal a su gusto, lo que permite que cada uno gestione su hogar bajo sus reglas y horarios. También es más fácil cuidar la individualidad.
- Se eliminan las discusiones y conflictos por los quehaceres del hogar, por el modo como se organizan las cosas o la distribución de las responsabilidades.
- El tiempo compartido es de calidad, porque eligen estar juntos y disfrutar de la compañía. No se trata de coincidir en la casa, sino de escoger verse.
- El manejo del dinero es más autónomo, no hay negociaciones incómodas sobre las finanzas.
No debemos interpretar estos beneficios como una falta de compromiso, pues las parejas TIL tienen planes futuros, son leales el uno al otro, se apoyan en los momentos de dificultad y celebran las ocasiones alegres. La diferencia es que, al final del día, cada uno vuelve a su propia cama.
¿Puede funcionar para ti?
- No hay una regla o requisito exacto para elegir ser una pareja TIL. Sin embargo, esta elección puede ser más atractiva para:
- Personas que valoran mucho su independencia y ya han convivido antes con otras parejas.
- Parejas con profesiones muy demandantes o rutinas de trabajo muy distintas.
- Quienes ya tienen hijos de relaciones anteriores.
Introvertidos que necesitan más tiempo a solas o simplemente aquellos que han descubierto que llevan mejor sus relaciones sin compartir el hogar.
Es necesario entender que, antes de tomar una decisión, se deben definir los límites y aclarar las expectativas. Hablar con honestidad sobre el compromiso que se espera mantener y cómo la pareja pasará tiempo junta. Por ejemplo, ¿cada cuánto se verán?, ¿dormirán en la casa del otro en algún momento?, ¿compartirán las llaves de sus viviendas?
Ser una pareja que está junta, pero cada uno en su casa requiere de claridad y aceptación. Ambos deben beneficiarse y aprender a amarse conservando su individualidad, independencia y autonomía. Ten presente que el éxito de una relación no se mide por el hecho de compartir o no un techo, sino por la calidad de su conexión, el respeto mutuo y la felicidad que se producen mutuamente.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.







