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Squirt masculino: lo que realmente sucede y cómo experimentarlo

3 minutos
Aunque puede ser difícil de alcanzar, el squirt masculino es una respuesta sexual que abre la puerta a orgasmos más profundos. Para lograrlo, debes jugar con la excitación hasta rozar el clímax.
Squirt masculino: lo que realmente sucede y cómo experimentarlo
Alejandra Ramirez Ovalle

Revisado y aprobado por la médica Alejandra Ramirez Ovalle

Última actualización: 16 septiembre, 2025

El famoso squirt no es un placer exclusivo de las mujeres, los hombres también pueden experimentarlo. El squirt masculino ocurre durante sesiones de sexo o masturbación tan intensas que el cuerpo responde liberando un líquido blancuzco que nada tiene que ver con el semen. Este líquido que se origina en la vejiga es una combinación de orina y secreciones prostáticas, pero a diferencia del semen no contiene espermatozoides.

Imagina el squirt masculino como una descarga de placer que se desarrolla poco a poco, sin la urgencia de llegar al orgasmo. Esta reacción involuntaria aparece justo cuando estás al borde del clímax, con las hormonas y la excitación desbordadas. Aunque muchos lo confunden con la eyaculación, en realidad es el preámbulo a uno de los mejores orgasmos de tu vida.

¿Cómo se alcanza el squirt masculino?

Según explica la sexóloga Elsy Reyes, el orgasmo, la eyaculación y el squirt son procesos distintos. El orgasmo es una oleada de placer intenso que puede ir o no acompañada de la eyaculación, es decir, la salida de semen. Por su parte, el squirt masculino “es una manifestación del orgasmo que se caracteriza por la expulsión de orina desde la vejiga”, tal como en el squirt femenino.

Esta respuesta sexual surge cuando se estimula la próstata o “punto P”, lo que genera contracciones en el suelo pélvico que ayudan a expulsar el fluido. En este momento de máxima excitación, el cuerpo se inunda de neurotransmisores como oxitocina, dopamina y vasopresina. Esta hormona regula la retención de líquidos, y en momentos de placer sexual puede descontrolarse y facilitar la liberación involuntaria de fluidos.

Mitos comunes sobre el squirt masculino

La industria pornográfica ha hecho del squirt femenino todo un espectáculo sexual, mientras que el masculino sigue siendo un tabú rodeado de secretos. Esta falta de información ha dado lugar a mitos que conviene aclarar. Por ejemplo, no es cierto que “solo algunas personas pueden lograrlo”, la mayoría pueden experimentar el squirt con práctica y la estimulación adecuada.

Otro error común es pensar que “el squirt es cosa de mujeres”. Muchos hombres pueden expulsar fluidos al estar muy excitados, solo que lo hacen mediante la estimulación prostática. También se suele creer que el squirt “es solo orina”, cuando en realidad se trata de una mezcla única con líquido prostático, distinta tanto del semen como de la orina normal.

Tampoco se debe confundir con la eyaculación, el squirt masculino no contiene espermatozoides y aunque suele venir acompañado de intensos orgasmos, no es lo mismo que liberar semen. Además, el porno nos ha hecho creer que “el chorro siempre sale con presión”, pero en la vida real el squirt pueden ser solo unas gotas o un flujo leve. Todo depende de la persona y la excitación del momento.

Consejos para tener un squirt masculino

Si te gustaría experimentar este tipo de placer o quieres ayudar a tu pareja a sentirlo, lo primero que debes tener claro es que el squirt no es algo que debas perseguir, es una reacción involuntaria a una correcta estimulación. La clave está en relajarte, soltar las expectativas y disfrutar sin prisa de cada sensación que te brinda tu cuerpo.

El secreto para alcanzar el squirt masculino está en acariciar la próstata o “punto P”. La forma más efectiva es introducir un dedo bien lubricado en el ano y realizar masajes suaves y circulares. Aunque también puedes experimentar con la penetración o con vibradores y dildos. Para intensificar el placer, acompaña la estimulación prostática masturbando tu pene y jugando con otras partes erógenas.

Muchos hombres experimentan el squirt momentos antes de tener un orgasmo, otros lo alcanzan después de eyacular y algunos nunca lo experimentan. Eso sí, quienes lo han vivido lo describen como una descarga inesperada de placer y muy liberadora. Así que no tengas miedo de explorar tu cuerpo, ya sea a solas o en compañía, tener un squirt puede llevarte a nuevos niveles de placer.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.