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¿Por qué algunas personas duermen con los ojos abiertos?

5 minutos
No todos duermen con los ojos cerrados por completo. ¿Esto es normal? Quizás te pasa a ti y no te habías dado cuenta.
¿Por qué algunas personas duermen con los ojos abiertos?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira

Última actualización: 13 agosto, 2024

Puede parecer extraño, sonar a mito o ficción. Pero no; es algo que ocurre. El hecho de dormir con los ojos abiertos se conoce como lagoftalmos. Si ocurre de noche, se dirá que es nocturno.

Es una situación que se presenta en algunas personas que no pueden cerrar por completo los párpados al momento de dormir. Esto trae algunas consecuencias, pudiendo afectar la salud ocular.

¿Por qué es posible dormir con los ojos abiertos?

Dormir es algo que hacemos todos los días; salvo circunstancias excepcionales. En general, la primera condición necesaria para dormir es cerrar los ojos. La segunda, tener sueño; aunque el orden puede variar.

Hay varias razones por las cuales los seres humanos necesitan dormir con los párpados cerrados. En primer lugar, se les da un descanso a los ojos, que se protegen e hidratan, y también se relaja la musculatura facial.

Por otra parte, los párpados cerrados filtran la luz, que es la que estimula al cerebro para que esté en vigilia. Al contrario, la oscuridad se asocia con la noche, el sueño y el descanso, con relación al ritmo circadiano.

En el lagoftalmos nocturno, la persona no cierra completamente los ojos. Sin embargo, esto no le impide que concilie el sueño.

El asunto es que se puede dormir con los párpados entreabiertos, ya que la pupila no está recibiendo del todo la luz.

Causas de la lagoftalmía

La lagoftalmía puede obedecer a causas hereditarias, en personas que nacieron con párpados que no alcanzan a cerrarse por completo. También puede deberse a algún trastorno, condición o problema de base, de origen muscular o nervioso, por lesión o infección. El denominador común es que se debilita, afecta y paraliza el músculo orbicular de los párpados.

Entre las principales causas secundarias por las que una persona no cierra completamente los ojos al dormir, se encuentran las siguientes:

  • Parálisis de Bell.
  • Enfermedad de Lyme.
  • Síndrome de Moebius.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Síndrome de Guillain-Barré.
  • Glaucoma y neuropatía óptica.
  • Enfermedad de Graves y otros trastornos de la tiroides.
  • Blefaroplastia o cirugía que afecta el movimiento de los párpados.
  • Tumor o cirugía para extirpar un craneal, como el neurinoma del acústico.
  • Botulismo, varicela, parotiditis, poliomielitis, lepra y difteria, entre otras infecciones.

Síntomas asociados a dormir con los ojos abiertos

Parte de la esclerótica y de los lacrimales quedan al descubierto en la lagoftalmía. Así que dormir con los ojos abiertos una noche cada tanto, tal vez no cause mayores problemas. Pero la persistencia de esta situación puede acarrear consecuencias.

Entre los principales síntomas asociados se tienen los siguientes:

  • Visión borrosa.
  • Queratitis por exposición.
  • Enrojecimiento y lagrimeo.
  • Sensibilidad ante la luz diurna.
  • Resequedad en la mucosa ocular.
  • Sensación de un cuerpo extraño en el ojo.

En los casos leves, la afección puede no ir más allá de un problema de resequedad. Algo que es fácil de solventar con el uso de lágrimas artificiales.

Sin embargo, cuando el lagoftalmos nocturno se convierte en un problema crónico y severo, la deshidratación prolongada de la mucosa puede acarrear consecuencias de gravedad. Por ejemplo, infecciones oculares y hasta pérdida de la visión.

En cuanto a la calidad del descanso, según la Academia Americana de Oftalmología, no siempre habrá un deterioro del sueño en quienes permanecen con los ojos abiertos. Sin embargo, la misma institución aclara que es posible que la sequedad ocular sí provoque alteraciones en la continuidad nocturna del descanso, debido a las molestias.

¿Se puede solucionar?

La mayoría de los síntomas mencionados se pueden experimentar al despertar, sin saber por qué ocurren, ya que la persona no se ve a sí misma durmiendo. Estos signos deberían constituir una alerta.

Mediante un reconocimiento, el oftalmólogo puede verificar si los párpados cierran por completo. Las pruebas al respecto incluyen medir entre párpados con una regla, observar la fuerza utilizada para cerrar los ojos y corroborar con un instrumento llamado «lámpara de hendidura».

Si la resequedad ocular está dañando al ojo, se indicarán gotas y ungüentos. Asimismo, se podrían prescribir lágrimas artificiales para uso continuado, de manera que se prevenga el daño.

En los casos más severos, la cirugía se convierte en una opción a considerar. Es viable realizar un injerto para alargar los párpados o añadir peso a los mismos para ayudarlos a cerrarse.

Otra alternativa que se sugiere, para no tener que recurrir a la cirugía, incluye usar los pesos en los párpados desde el exterior, sin colocarlos por dentro con una intervención. Esto también se puede facilitar con máscaras. Asimismo, se tiene la opción de colocar una cinta adhesiva quirúrgica para la noche, como las de las operaciones.

Necesitamos cerrar los ojos

Algunos animales tienen una membrana, gracias a la cual no deben cerrar los ojos en determinados momentos. Este no es el caso de los seres humanos. Deberíamos cerrarlos momentáneamente cuando parpadeamos y por tiempo más prolongado a la hora del descanso.

En la mayoría de las personas, los párpados se cierran por completo y de manera natural al dormir, relajando los músculos faciales. Pero hay otras para las que dormir con los ojos abiertos no es un sinónimo de estar alerta, sino una realidad.

No obstante, lejos de constituir una ventaja, esto puede ser un problema que afecte la salud de los ojos, su visión y su descanso. Si bien no puede prevenirse, una detección temprana sería de gran ayuda para comenzar cuanto antes el abordaje oportuno.


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