Personas emocionalmente distantes: características a tener en cuenta

Las personas emocionalmente distantes han tenido experiencias en las que fueron censuradas cuando manifestaron su modo de sentir. ¿Cómo acercarse a ellas?
Personas emocionalmente distantes: características a tener en cuenta
Maria Fatima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales.

Última actualización: 25 mayo, 2023

Parece que nada las conmueve ni las afecta. Son como un témpano de hielo. Esta es la imagen que tenemos de las personas emocionalmente distantes. Como si tuvieran un escudo protector que hace que nada las toque.

Sin embargo, es importante destacar que se trata de un mecanismo de defensa, de un riguroso control sobre las emociones, fruto de experiencias anteriores. Veamos de qué se trata.

¿Cómo son las personas emocionalmente distantes?

Las personas emocionalmente distantes son aquellas que levantan una barrera entre sí mismas y los otros. Con ellas siempre da la sensación de que se puede conversar de ciertos temas y hasta cierto punto, pues cuando la charla pareciera volverse profunda, se callan sin aportar más detalles ni dar lugar a preguntas.

En general, los temas sobre los que hablan son triviales, sin mayor importancia. A su vez, cuando pensamos en cuánto conocemos a esta persona, descubrimos que muy poco, ya que nunca termina de abrirse.

Parecen personas frías, que se cuidan de expresarse, puesto que no les gusta sentirse expuestas y vulnerables. De modo que esa barrera les sirve como protección. No buscan la intimidad en sus relaciones.

Para este tipo de personas, la vida no tiene matices emocionales. Nada las toca, nada les impacta, ni para las experiencias positivas ni para las negativas.

Amigo emocionalmente distante en una charla.
La persona emocionalmente distante da fin a las conversaciones cuando considera que debe empezar a revelar sentimientos.

Posibles causas de la distancia emocional

Existen diferentes motivos por los que una persona puede tener dificultades para expresar sus emociones. Entre ellos encontramos los siguientes:

  • Aprendizaje a partir de las experiencias: nuestro universo emocional se expande o se encoge a partir de las oportunidades de tomar contacto con nuestras emociones. Una de esas experiencias originales es vivida en la temprana infancia. Cuando somos tenidos en cuenta, cuando los adultos de referencia tienen un registro de cómo nos sentimos, aprendemos que esto es importante. Caso contrario, cuando no hay lugar para las emociones o cuando todas ellas indican lo mismo, nuestras vivencias emocionales se empobrecen. Para defendernos o para evitar sentir malestar, empezamos a taparlas y acallarlas.
  • Invalidación de emociones y sentimientos: esto se hace presente en relaciones de larga data o a temprana edad. “No llores”, “no es para tanto”, entre otras frases, pueden haber sido el detonante para que estas personas aprendan en su infancia que aquello que les sucede no es importante o que deben resolverlo por sí mismos.
  • Haber sido objeto de burla: de la mano del punto anterior, una persona puede volver distante a partir de haber recibido burlas por expresar cómo se sentía. Por ello prefiere guardárselo para sí y no quedar expuesto.

¿Cómo acercarnos a una persona emocionalmente distante?

Acercarse las personas emocionalmente distantes puede significar un esfuerzo para quien lo intente, acompañado de frustración. Sin embargo, existen algunas recomendaciones que podemos tener en cuenta:

  • Evita presionar: por más que insistas una y otra vez, solo se abrirá cuando se sienta a gusto, en confianza y cuando deje de sentirse amenazado. De modo que es conveniente evitar las presiones, que solo traen más desconfianza.
  • Tiempo y paciencia: las relaciones de confianza se desarrollan y consolidan a través del tiempo. Solo así una persona es capaz de sentirse segura y abrirse.
  • Acepta que no todos tenemos la misma facilidad para expresarnos: es clave no intentar cambiar a la persona, sino aceptar que tiene un límite y una forma de entablar relaciones. Esto es lo que le dará la confianza y la seguridad para expresarse cuando guste.
  • Empieza por temas triviales: aunque sepas qué le está pasando, para comunicarte con esa persona empieza por abordar temas sin sentido, de poca importancia. También por compartir cómo te sientes y las cosas que te pasan. Poco a poco podrás acercarte y generar una atmósfera de mayor cercanía.
Hablar con los hijos.
El tipo de relaciones que se establecieron en la infancia marcan el vínculo con las emociones que se pueden tener en la adultez.


Expresar las emociones es salud

Las emociones están presentes en nuestra vida como una caja de herramientas de la que disponemos para hacer frente a distintas situaciones. Así, el miedo nos alerta de que corremos peligro y nos invita a tomar medidas para la supervivencia. Por su parte, la alegría nos señala qué nos hace sentir a gusto.

Negarlas es quedarnos sin herramientas, a pesar de que las situaciones sigan sucediendo. Es decir, podemos evitar demostrar cómo nos sentimos, pero no vamos a evitar que nos impacten. No sin cierto costo.

A pesar de creer que no mostrar las emociones las hace menos vulnerables, sucede todo lo contrario. Al ser ciegas a sus emociones, las personas emocionalmente distantes quedan presas de ellas porque las desconocen. Cuando las viven, no saben cómo gestionarlas.

Un buen punto de partida es analizar nuestras creencias sobre lo que significa expresar las emociones o ser emocionales. Muchas veces nos limitamos porque pensamos que nos hace parecer sensibles, vulnerables o que pueden lastimarnos. Identificar cuáles son esas ideas de fondo nos permitirá entender comportamientos e intentar cambiarlos por otros más funcionales.

De allí que sea más saludable aceptar las emociones, trabajarlas, experimentarlas y encontrar la manera de convivir con todas las caras de la moneda. Hay situaciones buenas y malas en la vida.


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