Placas en la garganta: síntomas y tratamiento

Cuando las placas en la garganta se presentan con fiebre, probablemente se trata de una infección, por lo que es necesario acudir a consulta médica.
Placas en la garganta: síntomas y tratamiento
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 25 enero, 2023

Las placas en la garganta son unas manchas blancas que se presentan en varias zonas del tracto bucal. Por lo general, son el resultado de la acción de bacterias a nivel de las  amígdalas y zonas adyacentes, por lo que suelen requerir atención médica.

El entorno mucoso facilita su diseminación. A veces, los microorganismos causantes de la afección se esparcen hacia las amígdalas, la laringe, la faringe, el paladar o la lengua. Suelen generar diversas molestias, como dolor, fiebre, entre otros.

Este problema es común, sobre todo entre los niños de edad escolar según algunos estudios. Esto se debe a que los pequeños frecuentemente se llevan a la boca los juguetes u otros objetos que no están limpios. A continuación, encontrarás información general sobre las placas en la garganta para que sepas como enfrentarlas.

¿Qué son las placas en la garganta?

Niña con placas en la garganta
Las placas en la garganta son más comunes en niños pequeños. Se trata de unas secreciones de aspecto espeso y viscoso que pueden tener forma de arroz o granos.

Las placas en la garganta son secreciones de una sustancia denominada «pus», la cual tiene aspecto espeso y viscoso. Por lo general, son de color blanquecino, amarillento o verdoso. Tienen una forma de grano de arroz o de granos a punto de supurar, como una espinilla.

La presencia de esta alteración será indicativa de una infección bacteriana en la mayoría de los casos. Las infecciones virales, a pesar de ser más comunes, no suelen generar la aparición de placas blanquecinas, sino que se caracterizan por presentar enrojecimiento e inflamación en la zona.



Causas de las placas en la garganta

No se deben confundir las placas en la garganta con los tonsilolitos, unos puntos blancos que a veces aparecen en la cavidad bucal y que se deben a la biopelícula formada por las bacterias. Las placas en sí son causadas por un proceso infeccioso bacteriano o viral en muy pocos casos, como ya se indicó.

Las amígdalas son el primer frente de defensa contra los microorganismos que entran al cuerpo a través de la boca. Por eso, no es raro que se incuben infecciones en esa zona. A veces, las placas en la garganta aparecen por la acción directa de los microorganismos. Otras veces son una manifestación de enfermedades asociadas.

Las enfermedades que con mayor frecuencia dan origen a las placas en la garganta son la amigdalitis estreptocócica, la difteria, la mononucleosis, la candidiasis oral o la leucoplasia.

Síntomas de las placas en la garganta

Dolor de garganta por placas
A menudo, las personas con placas en la garganta experimentan síntomas como dolor y dificultades para tragar. También pueden sentir dolor en los oídos y fiebre.

Primero que nada, es importante destacar que las placas en la garganta no son una patología propiamente dicha. Se tratan de una manifestación clínica de un proceso infeccioso localizado en las amígdalas o alguna otra estructura anatómica cercana.

El principal síntoma que presentan las personas es la inflamación de las amígdalas. Esta zona tiende a aumentar de tamaño y a tornarse de color rojo. También destaca la aparición de las típicas manchas blancas en la garganta, siendo esta la forma más fácil de reconocerla.

Además, las placas en la garganta pueden originar diversos síntomas que varían de un caso a otro. En otras palabras, a veces se presentan todos los síntomas y a veces solo algunos.

Los más habituales son los siguientes:

  • Dolor y dificultad al tragar. Comienza como un picor y se va incrementando paulatinamente. Llega a un punto en que es difícil pasar la saliva. El dolor puede llegar a ser muy fuerte y obliga a una consulta inmediata.
  • Dolor en los oídos. Es muy habitual que también haya dolor de oídos y dolor en la mandíbula debido a que estas regiones tienen una inervación sensitiva muy similar.
  • Fiebre. No aparece en todas las ocasiones, pero si lo hace suele ser constante y bastante elevada. Exige una atención inmediata.
  • Inflamación de ganglios. Puede que se inflamen los ganglios linfáticos de la zona y que generen dolor si se presionan, incluso con suavidad. Se palpan detrás de las orejas y debajo de la mandíbula y el mentón.
  • Voz ronca. La voz de la persona afectada puede verse alterada por la inflamación de las amígdalas. Además, la afección puede diseminarse a la laringe y afectar las cuerdas vocales.
  • Otros síntomas. También puede haber mal aliento, puntos rojos en la lengua, sudoración excesiva, tos, falta de apetito, malestar general y dolor de cabeza.


Diagnóstico y tratamiento

La mayoría de los casos de placas en la garganta tiene un pronóstico positivo, siempre que se traten de inmediato. Lo habitual es que las pocas que tengan una causa viral desaparezcan solas en un lapso de entre tres y cinco días.

A su vez, las placas de origen bacteriano pueden tardar 10 días o más en desaparecer. Sin embargo, en algunos casos la situación se hace crónica y demanda tratamientos especializados de más de tres meses.

Si el cuadro incluye fiebre, se debe consultar al médico. El profesional de la salud observará directamente el panorama de la orofaringe, si hay puntos de pus. Además, hará reconocimiento general, toma de temperatura, e interrogará al paciente acerca de otros síntomas. Rara vez se requieren exámenes adicionales.

Cuando hay una enfermedad concomitante, el tratamiento de base se orientará a la misma y solo secundariamente a las placas en la garganta. Si el origen es bacteriano, se requiere de antibióticos. Aunque el médico será quien indique el adecuado para cada caso.

Cuidados básicos

Las placas en la garganta de origen viral no suelen requerir de tratamiento médico. Por su parte, cuando el origen es bacteriano se deben ingerir antibióticos. Para el resto de los síntomas, e s suficiente con aplicar algunas medidas básicas, como guardar reposo y hacer gárgaras con enjuague antiséptico.

Otras recomendaciones de carácter general para las placas en la garganta incluyen:

  • Evitar espacios o ambientes donde esté el aire muy seco.
  • Optar por una dieta blanda.
  • Ayudarse con alimentos fríos, como helados.
  • Consumir infusiones y bebidas calientes.
  • Aprovechar el vapor de las duchas largas para hidratar la garganta.
  • Evitar las comidas duras, como las galletas.
  • No forzar la voz.
  • Descansar bien.
  • Evitar situaciones de estrés.
  • Tomar analgésicos para aliviar el dolor de garganta.

Algunos remedios caseros

Algunos remedios caseros pueden atenuar o disminuir los síntomas de las placas en la garganta. Su efecto es leve, pero los puedes usar como complemento. Entre estos tenemos:

  • Gárgaras de agua tibia con sal.
  • Agua oxigenada disuelta en poco de agua.
  • Gárgaras con bicarbonato de sodio.
  • También gárgaras con limón y miel o sangregado.
  • Infusiones: jengibre, salvia, eucalipto, tomillo.
  • Jugo de toronja.
  • Un diente de ajo machacado en agua tibia.
  • Tomar una cucharadita de vinagre de manzana, disuelta en un vaso de agua.

Para las gárgaras, debemos mantener el líquido el mayor tiempo posible en la garganta; pero no se traga. Se repite dos o tres veces y se pueden hacer hasta en tres ocasiones a lo largo del día.

Es oportuno recordar que estos remedios caseros para las placas en la garganta nunca pueden ser sustitutos de un tratamiento que el médico haya recomendado.

Posibles complicaciones de las placas en la garganta

Por ningún motivo se deben tocar las placas o tratar de retirarlas, ya sea con el dedo o con un hisopo. Esto solo lleva a que se diseminen hacia otras zonas.

Aunque, como se mencionó, la mayoría de los casos tiene un buen pronóstico, se deben tomar las medidas para evitar complicaciones, como abscesos en las amígdalas, inflamación de los ganglios y hasta s inusitis.

Las placas en la garganta causadas por bacterias pertenecientes al género Streptococcus causan complicaciones más graves. Las más temidas incluyen la fiebre reumática (una enfermedad cardiaca) y la glomerulonefritis postestreptocócica (una afección renal), así lo afirman los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

La prevención resulta fundamental

Para concluir, es importante evitar propiciar un contagio masivo a los que están alrededor. Por ello, es necesario cubrirse al estornudar o toser, evitando el contacto directo con la boca o con los objetos contaminados de saliva.

Una vez superado el episodio, existen varias cosas que se pueden hacer para evitar la reincidencia. Lavarse las manos con regularidad, evitar llevarse objetos a la boca, reducir el contacto de las manos con el rostro, no compartir utensilios para beber o comer con terceros y mantener una buena higiene bucal son algunos de ellos.


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