Por qué amando a otro no somos capaces de dejar a nuestra pareja
Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña
Lo ideal sería que la persona a la que queremos sea con la que compartimos nuestro hogar. Sin embargo, no siempre es así. Muchas veces mantenemos un compromiso con alguien, mientras nuestro corazón apunta hacia otra persona. ¿Por qué amando a otro no somos capaces de dejar a nuestra pareja?
Quizás alguien despertó en ti muy bonitos sentimientos, pero al cabo del tiempo esa pasión fue menguando y otra persona es la que ahora hace latir tu corazón. Lo sensato sería afrontar el problema y decidir iniciar un nuevo rumbo, pero algo te detiene.
Hoy te hablaremos de las causas por las que permanecemos al lado de alguien aunque ya no lo amemos. Entenderás que no estás sola y que, aunque no lo creas, existen salidas para tu situación.
¿Por qué no podemos dejar a nuestra pareja?
Las causas para que no seamos capaces de dejar a nuestra pareja aunque ya no la amemos son muchas. Te presentamos los principales motivos:
- Compromiso: cuando decidimos tener una relación en pareja adquirimos tácitamente el compromiso de estar a su lado para toda la vida. Así que es fácil sentirse atrapado entre lo que considera que deber ser y lo que las emociones le indican.
- Temor a lastimar: por más que dejamos de amar a nuestra pareja, preferimos sacrificarnos por miedo a lastimarle, sacrificando nuestra propia felicidad.
- Miedo al futuro: La persona con la que tenemos una relación de pareja, indiferentemente de si la amamos o no, nos da una cierta sensación de estabilidad que tememos perder a cambio de lo que implicaría comenzar de cero con un nuevo romance.
- Entorno social: el qué dirán la familia y los amigos pesan mucho en las decisiones que tomamos. Separarse por amar a otro no está bien visto en la sociedad, especialmente, cuando la que ha dejado de querer a su pareja es la mujer.
- Hijos: cuando hay hijos de por medio, es probable que optemos por sacrificarnos, aun amando a otro, con tal de que los niños crezcan en un hogar con el padre como cabeza. Esto nos impide enormemente avanzar en la ruptura de una relación de pareja.
Consecuencias
Dejando a un lado aquellos motivos por los que no somos capaces de dejar a nuestra pareja a pesar de que estamos amando a otro, debemos tomar en cuenta las consecuencias que esto puede traer:
- Ambiente hostil: la incomodidad que nos causa el hecho de no querer estar con alguien puede traducirse en comportamientos agresivos hacia la pareja, provocando un ambiente hostil en el hogar que termina afectando nuestra felicidad y la de todos los miembros del hogar, incluyendo los hijos.
- Frustración: por más que nos repitamos una y otra vez que lo correcto es permanecer al lado de la pareja, el hecho de que no podamos vivir con quien verdaderamente amamos nos llena de frustración y enojo con nosotras mismas.
- Depresión: los sentimientos reprimidos por mucho tiempo terminan generando estados de ansiedad y tristeza constante y pueden afectar nuestra autoestima.
- Infidelidad: el temor a abandonar a nuestra pareja e iniciar la vida con una nueva persona hace que podamos tomar el peligroso camino de la infidelidad. Una situación que, de ser descubierta, nos traerá muchos más problemas que si hubiésemos planteado el asunto desde el principio.
Lee este artículo: Poner fin a un matrimonio
¿Qué hacer?
Lo más sano es estar al lado de la persona que amas. Reflexiona lo fuerte es ese sentimiento y si la persona por la que podrías dejar a tu pareja te corresponde con la misma intensidad. Evalúa cuánto estás sacrificando por no lastimar a otros.Asegúrate también de que no se trata de un amor platónico, y hay una posibilidad real de estar verdaderamente al 100 % con esa persona. No pienses solo en la novedad y en el corto plazo.
De esta manera, imagina cómo podría ser la vida con esa persona al cabo de los años. ¿Te imaginas pasar por el trauma de la ruptura para que, dentro de unos años, todo fuera igual con esa persona?
Plantéale la situación a tu pareja actual. Explícale que esto no tiene nada que ver con su valor como persona, que los sentimientos pueden cambiar y que necesitas un tiempo de alejamiento para tomar una decisión definitiva. La sinceridad es una de las más profundas cualidades que podemos tener como pareja.
Aunque en ocasiones, aun amando a otro, creamos que no somos capaces de dejar a nuestra pareja, los finales son necesarios. Cuando ya no eres feliz al lado de una persona, llegó la hora de terminar y avanzar hacia un nuevo rumbo. Supera las vicisitudes con madurez y seguridad, no solo en una relación, sino en la vida en general.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.