¿Las preocupaciones no te dejan dormir? 6 consejos para afrontarlo
La mayoría, en algún momento de la vida, hemos experimentado problemas para descansar. En especial cuando la mente está abarrotada de pensamientos que generan preocupación, ansiedad, miedo y estrés. Por fortuna, aquí te enseñamos qué hacer cuando las preocupaciones no te dejan dormir.
Por lo general, las emociones impiden que podamos conciliar el sueño. Pues su función es mantenernos alertas y preparados para enfrentar las amenazas o evitar el peligro. Las circunstancias que nos ponen en ese estado suelen estar asociadas con problemas financieros, laborales, familiares y de salud.
Por su parte, lo peor de esta problemática es que el hecho de no poder dormir por estar preocupados genera más preocupación. Lo que provoca un circulo vicioso. Se ha demostrado que, a largo plazo, esta dinámica genera severos problemas de salud, por lo que se considera necesario intervenir a tiempo.
Consejos para distraerte de tus preocupaciones en la noche
Vamos a ver 6 consejos útiles para dejar de lado las preocupaciones nocturnas y conciliar el sueño. Puedes poner alguno en práctica o varios de ellos combinados.
1. Mantén un horario de sueño
Intenta tener un horario de sueño constante. Un error bastante común que altera el ritmo de descanso es quedarse despierto hasta altas horas de la noche y levantarse tarde los fines de semana. Luego, pretender acostarse a la hora habitual los domingos por la noche.
Lo ideal es acostarse y levantarse temprano. Intenta ser consistente con el horario. Así acostumbrarás al cuerpo y se preparará para dormir cuando sea la hora.
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2. Escribe tus pensamientos antes de dormir
Una forma de sacar los pensamientos angustiosos de la cabeza es escribiéndolos. Realizar esta actividad minutos antes de irte a la cama puede ayudar al alivio y a que no se interrumpa el descanso durante la noche.
Puedes llevar un diario de preocupaciones, en el que anotes todas aquellas situaciones que te angustian. Estudios demuestran que esta técnica puede ser efectiva para manejar el estrés y la ansiedad.
El solo hecho de anotar lo que te preocupa puede aliviar. Asimismo, revisa tus anotaciones después de unos días y pregúntate si realmente ocurrió lo que tanto te angustiaba. Con el tiempo, notarás que la mayoría no se hace realidad.
3. Si las preocupaciones no te dejan dormir, levántate de la cama
Aunque parezca poco intuitivo, mientras más te esfuerces por conciliar el sueño, menos oportunidad tendrás de quedarte dormido. Ya que permanecer acostado tratando de dormir sin éxito provoca mayor ansiedad.
Además, tu mente asociará la cama con la situación angustiante. En consecuencia, la próxima vez que vayas a dormir recordarás la experiencia desagradable.
En estos casos, lo mejor es levantarse de la cama, salir de la habitación y ejecutar otra actividad hasta que experimentes sueño. Evita hacer cosas que te activen, como el ejercicio, las tareas domésticas o algún trabajo pendiente. En su lugar, hojea una revista, colorea mandalas, teje, medita.
4. Evita el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir
Horas antes de acostarte, evita exponerte a las pantallas de los aparatos electrónicos (teléfonos celulares, computadoras, tabletas). Sobre todo cuando las preocupaciones no te dejan dormir.
Se ha comprobado que la luz que emiten estos dispositivos altera los ritmos biológicos y la secreción de melatonina, la hormona encargada de regular los ciclos de sueño y vigilia.
5. Ejecuta técnicas de relajación
Todos los días tómate un momento para relajarte. Evita excusarte diciendo que estás muy ocupado para eso.
Si piensas así, entonces requieres con más urgencia unos minutos para ti. Esto no tiene que llevarte más de 20 minutos. Lo importante es que lo conviertas en un hábito.
Lleva a cabo técnicas como la meditación, la relajación muscular progresiva, el yoga, la visualización guiada o los ejercicios de respiración profunda. Desarróllalas durante el día y cuando se te dificulte conciliar el sueño.
Es importante que no abandones estas prácticas cuando empieces a dormir mejor. Pues también son formas de prevenir el insomnio y la ansiedad.
6. Practica la gratitud antes de dormir
Al acostarte, en lugar de enfocarte en todo lo negativo y que genera angustia, piensa en lo bueno que te rodea, por más pequeño que sea y agradece por ello. Se ha comprobado que agradecer eleva los niveles de bienestar y satisfacción con la existencia.
Puedes estar agradecido por cosas tan sencillas como tener una cama cómoda, un buen café por la mañana o haber experimentado un baño relajante. Tenerlas presentes y agradecer por ello puede ayudarte a dormir mejor. Un estudio demostró que las personas que practican la gratitud de forma constante presentan mayor calidad y duración del sueño.
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¿Cuándo acudir con un profesional si las preocupaciones no te dejan dormir?
La falta de sueño, agravada por la ansiedad, aumenta el riesgo de padecer complicaciones severas que afecten la salud y el bienestar general, tales como las siguientes:
- Enfermedades cardiovasculares.
- Obesidad.
- Diabetes.
- Deterioro cognitivo.
- Temblores y calambres musculares.
Dicho esto, si las preocupaciones no te dejan dormir desde hace varios días, es necesario que acudas con un especialista. No esperes que la situación empeore.
Ir con un profesional de la salud ayudará a identificar las causas subyacentes y aplicar el tratamiento más adecuado para el caso. Este puede ser tu médico de confianza, un especialista en trastornos del sueño o un psicoterapeuta.
El buen descanso es pilar de la salud y el bienestar
Los problemas del sueño no deben subestimarse. Una vez que aparecen hay que tomar las medidas necesarias para restablecer el descanso.
Una forma de hacerlo es poniendo en marcha los consejos que te acabamos de presentar. Pero si el problema persiste, lo mejor es que acudas a un profesional. El insomnio puede ser un indicador de otros problemas más serios, como un trastorno de ansiedad o depresión.
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