Cómo prevenir las infecciones de la piel en el gimnasio
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
En los centros de acondicionamiento físico podemos ejercitar y mantenernos en forma. Sin embargo, debemos ser precavidos, porque también hay posibles riesgos de contraer infecciones de la piel en el gimnasio.
Y es que las máquinas y los mesones de hacer ejercicios entran en contacto con la piel de las personas, al apoyarse estas para realizar algún movimiento, dejando restos de sudor y otros elementos, entre los cuales se pueden mencionar hongos y bacterias.
Pie de atleta, tiña inguinal, impétigo, entre otras, se cuentan entre las infecciones de la piel más comunes que se transmiten en los gimnasios. A continuación veremos algunas medidas que se pueden tomar para prevenirlas sin dejar de entrenar.
¿Por qué se producen infecciones de la piel en el gimnasio?
Un gimnasio es un espacio cerrado, donde permanecen por un tiempo muchas personas. En este tipo de lugares se pueden transmitir diversas enfermedades. Por ejemplo, un catarro o resfriado común cuando alguien estornuda o tose sin cubrirse.
No obstante, las infecciones de la piel en el gimnasio son tanto o más comunes que las de las vías respiratorias. Esto se debe a las bacterias, los hongos y otros patógenos, junto con el sudor, quedan en los equipos, las toallas o en áreas húmedas, como saunas, duchas e incluso jacuzzis.
De acuerdo con un estudio realizado en 2014, se han encontrado distintos tipos de bacterias en las máquinas para ejercitar, en los pasamanos de las escaleras y en las manillas de los sanitarios de los centros de acondicionamiento físico.
Por otra parte, son diversos los factores que contribuyen con la aparición de infecciones de la piel en el gimnasio:
- Roces en deportes de contacto (como boxeo o lucha).
- Presencia de heridas abiertas.
- Uso de toallas comunes.
- Compartir implementos y equipos.
- Caminar descalzos en salas de baño o alrededor de piscinas.
Infecciones de la piel más comunes en los gimnasios
Hay diversos tipos de infecciones en la piel, las cuales pueden ser causadas por hongos, bacterias, virus o parásitos. A continuación conoceremos las que se transmiten con más facilidad en los gimnasios.
Infección por estafilococos
Entre los patógenos encontrados en las áreas de gimnasio se encuentran las bacterias del grupo conocido como “estafilococo”. Incluso aquellas resistentes a la meticilina (MRSA), que pueden vivir en máquinas, bancas de ejercicio y en alfombras hasta por varios días.
Se estima que una alta cantidad de personas portan una variedad de estas bacterias. De acuerdo con los estudios, el MRSA se ha identificado como un problema emergente entre los deportistas.
Esta es una fuente común de infecciones de la piel, ingresando al cuerpo a través de heridas o cortadas, razón por la que quienes practican deportes de contacto, incrementan el riesgo de ser afectados.
La infección por estafilococo parece al inicio una picadura. Luego se convierte en una ampolla que se torna roja y se inflama, causando dolor. También puede llenarse de pus.
El tratamiento recomendado es con antibióticos. Es importante señalar que si se experimentan los síntomas antes mencionados, sobre todo cuando hay fiebre, se debe acudir pronto al médico para evitar una sepsis.
Pie de atleta
Esta enfermedad de la piel es una de las más frecuentes en personas que practican deportes. Se produce por un hongo que se puede contraer al caminar descalzo en pisos mojados (en áreas como baños o piscinas) o al usar calcetines o zapatos húmedos.
Se caracteriza por el enrojecimiento de la piel entre los dedos y la descamación. A veces, puede extenderse a otras áreas del cuerpo.
El tratamiento es con antimicóticos. Aunque también suelen emplearse algunos remedios caseros para tratar el pie de atleta.
Tiña inguinal
Al igual que la anterior, la tiña inguinal es causada por hongos que crecen en ambientes húmedos. Esto incluye la ropa sudada y las toallas mojadas. Los síntomas son similares a los de una alergia e incluyen enrojecimiento, comezón, descamación y ampollas en la ingle.
Es más común en los hombres. Puede presentarse en otras zonas, como las axilas. Y en el caso de las mujeres, debajo de los senos. El tratamiento es también con antimicóticos.
Foliculitis
La foliculitis es causada por una bacteria conocida como Pseudomonas aeruginosa. La misma se puede encontrar en jacuzzis y piscinas cuando los niveles de cloro se encuentran bajos.
Esta enfermedad también es llamada foliculitis de la bañera. De acuerdo con las investigaciones, es una infección cutánea frecuente en personas que acuden a piscinas y saunas.
Al comienzo, se manifiesta como manchas rojas. Puede haber comezón y se pueden formar ampollas en los folículos (lesiones cutáneas papulopustulosas). A menudo remite sin tratamiento, aunque si los síntomas se mantienen, se aplican antibióticos tópicos.
Impétigo
Esta es otra infección causada por estafilococos o estreptococos que pueden ingresar a través de una herida o una picadura de insecto. En ciertos casos, también se reproduce en la piel sana. Se considera que tiene mayor prevalencia en niños.
Esta bacteria crece en ambientes húmedos. Y se puede transmitir al entrar en contacto con la piel de alguien que tiene la infección o al usar toallas y equipo deportivo contaminado.
La infección se presenta al inicio como granos rojos, parecidos al acné. Los mismos se llenan de pus y luego se rompen, formando una costra de color café. El tratamiento es a base de antibióticos tópicos o de forma oral.
Verruga plantar
Es causada por el virus de papiloma humano (VPH) que infecta la piel. Se asocia su aparición con el hecho de caminar descalzo en áreas comunes de gimnasios, tales como duchas o casilleros.
Las verrugas plantares se muestran como unas manchas callosas y ásperas al tacto. Pueden oscurecerse cuando hay sangre por la rotura de los vasos. Duelen al caminar. El tratamiento incluye el uso tópico de ácido salicílico.
Pero si las verrugas persisten o son muy dolorosas, se aplican otros procedimientos, tales como eliminación con láser, congelación con nitrógeno y luego extirpación.
Los mejores consejos para prevenir las infecciones de la piel en el gimnasio
Antes, durante y después de ejercitar hay diferentes medidas que debemos tomar para prevenir infecciones de la piel en el gimnasio. A continuación las conoceremos.
1. Lavarse las manos
Debemos tener en cuenta que los aparatos, pesas o mancuernas se utilizan de forma compartida, es decir, los equipos de los gimnasios han sido tocados por muchas personas. Y si bien hay quienes se colocan guantes, estos a menudo también son cortos, pues dejan sobresalir los dedos.
La primera y principal medida es, por tanto, lavarse las manos, antes y después de entrenar, para evitar contagiarnos y para evitar transmitir enfermedades.
En caso de no tener disponibilidad de agua y jabón, existe la opción de aplicar gel desinfectante de manos o usar toallitas. Con estas últimas también se puede limpiar el equipo, en la parte que entre en contacto con nuestra piel.
2. Tomar una ducha
Al terminar de ejercitar, y sobre todo después de nadar en una piscina, hay que ducharse y cambiarse la ropa sudada. Debemos utilizar nuestras propias toallas. Nada de toallas de uso común. Y no olvidemos secar bien los pies.
3. Lavar la ropa
Debemos cambiarnos las prendas que hayamos usado para entrenar. No se puede volver a usar la misma ropa sin haberla lavado; de ninguna manera. De preferencia, se usa agua caliente en la lavadora.
En el caso de practicar natación, los trajes de baño deben guardarse en una bolsa aparte y lavarse por separado, evitando mezclarlos con otras prendas o con las toallas.
4. Usar implementos propios
Colchonetas y guantes deben ser considerados objetos de uso personal. No debemos prestarlos ni usar los de alguien más.
Por otro lado, podemos usar una pequeña esterilla para acostarnos en los bancos de ejercicios, evitando el contacto directo con la piel.
5. No andar descalzos
Ni en los vestidores ni en las duchas se debe andar descalzos. Se recomienda tener unas chanclas o sandalias y solo usarlas para estos fines. Las mismas deben ser colocadas en una bolsa plástica aparte para transportarlas.
6. Cubrir las heridas
Si tenemos heridas recientes, lo recomendable es cubrir con un vendaje o apósito cuando vayamos a entrenar. Sobre todo si practicamos deportes de contacto o si esa parte de la piel puede entrar en contacto con algún equipo de ejercicios.
7. Tener objetos de uso personal
No se deben compartir los objetos de uso personal, tales como toallas, maquinillas de afeitar, peines, cepillos para el cabello u otros que toquen nuestra piel.
La limpieza del gimnasio
No es nuestra tarea la limpieza del lugar donde acudimos a entrenar, pero sí es importante que observemos bien qué tan pulcros o aseados son para evitar contraer infecciones de la piel en el gimnasio. En este sentido, antes de inscribirnos podemos solicitar permiso para conocer las instalaciones.
Es importante fijarnos en detalles como los siguientes:
- La limpieza de los baños.
- Si los aparatos están oxidados o si presentan agrietamientos en las zonas acolchadas.
- La existencia de toallitas o aerosoles desinfectantes para limpiar el equipo.
- Si las personas asistentes toman las pesas y los aparatos sin usar guantes o si usan los bancos sin colocar una colchoneta o esterilla.
Asimismo, podemos preguntar por las rutinas de limpieza (cuándo son y qué utilizan para la tarea). Estamos en todo nuestro derecho de saber porque estaríamos pagando y es nuestra salud la que se compromete.
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