¿Qué es la ansiedad sexual y cómo controlarla?
Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Laura Capeluto
La ansiedad sexual es una respuesta emocional que se manifiesta como preocupación y nerviosismo respecto a las experiencias sexuales. El miedo de no estar a la altura, la presión por cumplir ciertas expectativas y las inseguridades sobre el cuerpo pueden hacer que disfrutar del sexo parezca difícil.
Sin embargo, es posible superar este problema con estrategias prácticas antes, durante y después del acto. Enfocarse en el placer, en lugar del rendimiento, cuestionar ideas falsas sobre la sexualidad y buscar apoyo de un psicólogo o sexólogo puede ser clave.
¿Por qué aparece la ansiedad sexual?
No hay una causa única y cada persona tiene sus propias circunstancias para sentirse o no ansioso al momento de tener intimidad. Sin embargo, ciertos factores son reconocidos como comunes o frecuentes entre aquellos que experimentan ansiedad sexual. Son los siguientes.
Preocupaciones sobre el rendimiento
La ansiedad por el rendimiento sexual (SPA, según sus siglas en inglés) afecta del 9 al 25 % de los hombres y del 6 al 16 % de las mujeres. Se trata de una preocupación constante por el pensamiento de si vas a «hacerlo bien».
Preguntas como «¿estoy haciendo lo correcto, y si se me baja en el momento menos oportuno?» pueden ser muy fuertes. A tal punto, que te impidan disfrutar de la ocasión y te lleven solo a concentrarte en tu desempeño.
Inseguridad sobre el cuerpo y la apariencia
La ansiedad sexual, a menudo, surge de las inseguridades o complejos físicos. Quizás te preocupes por cómo te ves o cómo te perciben los demás en el encuentro íntimo. Tal vez te sientes incómodo por los kilos que crees que están de más, las estrías o alguna cicatriz.
Temor a no cumplir con las expectativas
Puede que te angustie la idea de que la otra persona te esté evaluando o que no estés a la altura de lo que espera de ti. Te preocupas por si va a estar satisfecha con lo que haces o si te va a juzgar. Eso crea una presión extra.
Preocupaciones sobre el deseo sexual
La incomodidad también puede venir de las dudas sobre tu nivel de apetito sexual, sobre todo, si eres hombre. Puede que te preocupe no sentir el interés que crees que deberías tener o si la intensidad del mismo no coincide con lo que imaginas que es «normal».
Al respecto, las investigaciones revelan que, aunque los hombres heterosexuales suelen tener niveles altos de deseo sexual, también existe una tendencia de fingir el deseo cuando no es auténtico. El comportamiento buscaría ajustarse a las expectativas sociales sobre la masculinidad.
Frustración por no poder satisfacer el apetito sexual
Así como la falta de deseo puede provocar ansiedad, el apetito sexual insatisfecho también. La frustración puede surgir por diversos factores, como la abstinencia debido a la falta de oportunidades, los problemas en la relación o las dificultades personales.
Además, aun teniendo relaciones sexuales, puedes sentir ansiedad si no logras alcanzar el orgasmo. O, incluso, si no llegas a excitarte durante el acto.
Inseguridad general por la falta de experiencia
Si estás a punto de tener sexo por primera vez o tienes poca experiencia, es normal sentir nervios. Pero, si los pensamientos sobre el desempeño, la inquietud por no saber cómo manejar la situación o el miedo a no satisfacer a la otra persona te resultan demasiado abrumadores, es posible que estés atravesando la ansiedad sexual anticipatoria.
Síntomas
La ansiedad en torno al sexo puede dispararse por situaciones diversas, pero la preocupación es el punto común en todos los casos. No obstante, hay algunas diferencias en los síntomas que se pueden experimentar, según seas hombre o mujer.
Para ellos, ciertas señales particulares son las siguientes:
En las mujeres, son frecuentes:
- Baja lubricación vaginal.
- Dolor durante la penetración, debido a la contracción involuntaria de los músculos vaginales.
Para todos los géneros, los síntomas físicos de la ansiedad sexual suelen incluir:
- Tensión muscular
- Sudoración excesiva
- Temblores y mareos
- Problemas digestivos
Con respecto a las señales psicológicas y emocionales, a menudo se experimenta:
- Nerviosismo
- Preocupación constante
- Pensamientos intrusivos
- Evitación de situaciones sexuales o íntimas
Recomendaciones para calmar la ansiedad sexual
Existen formas efectivas de manejar este problema y reducir su impacto. Hay consejos que puedes seguir durante el sexo, pero también es importante que implementes algunas estrategias antes y después de tus relaciones, para sentirte más relajado y en control.
Durante el acto sexual
Las recomendaciones más útiles para implementar mientras tienes relaciones son las siguientes:
- Respira profundo y relájate: respirar te ayudará a soltar la tensión y a disfrutar más, en lugar de preocuparte por cada detalle.
- Acepta que el sexo no siempre será estupendo: la mayoría de los encuentros íntimos no se parecen en nada a las escenas ideales de las películas. Está bien si no siempre es espectacular.
- Incluye el sentido del humor: no te tomes todo tan en serio. Reírse de los pequeños contratiempos ayuda a disminuir la presión. Además, transmitir esa actitud ligera a tu pareja puede contribuir a crear un ambiente de confianza.
- Enfócate en el placer, no en el rendimiento: concéntrate en lo que realmente importa, que es pasarlo bien y conectar con la otra persona. En vez de obsesionarte por seguir un guion estricto, suelta las expectativas y permite que el momento fluya con naturalidad.
Por fuera del terreno sexual
La ansiedad sexual no solo se trata durante el momento íntimo, sino también fuera de él:
- Desarrolla técnicas de manejo del estrés: la meditación, el mindfulness y el ejercicio físico regular pueden ser muy beneficiosos para reducir la ansiedad en general.
- Abre el diálogo con tu pareja: hablar con tu compañero sexual sobre tus preocupaciones y expectativas puede hacer una gran diferencia. Comparte sentimientos y escucha los del otro.
- Infórmate y edúcate: empápate de información profesional sobre sexualidad y bienestar. Leer libros y artículos o consumir contenido responsable en redes sociales sobre el tema puede ayudarte a entender mejor tus inquietudes y resolver mitos sobre el sexo que alimentan tu ansiedad.
Por otro lado, si crees que tu problema podría estar relacionado con una ansiedad generalizada u otros trastornos emocionales, es crucial que lo abordes en un entorno profesional. Un psicólogo especializado puede ayudarte a descubrir las causas, reformular pensamientos negativos y desarrollar estrategias para una mejor gestión.
Trabajar con un sexólogo también puede ser muy útil. En este caso, podrás entender mejor tu cuerpo y tus deseos, enfrentar tus miedos, aprender a comunicarte y superar bloqueos sexuales.
¿Cuándo se me pasará el problema?
La ansiedad sexual puede ser muy abrumadora. Y, la verdad, rara vez desaparece de inmediato.
La duración e intensidad varían de una persona a otra, pero es importante recordar que tiene solución. Con el tiempo y el enfoque adecuado, es posible ver mejoras significativas y disfrutar de una vida sexual plena y libre de presiones.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Brassard, A., Dupuy, E., Bergeron, S., & Shaver, P. R. (2015). Attachment insecurities and women's sexual function and satisfaction: The mediating roles of sexual self-esteem, sexual anxiety, and sexual assertiveness. The Journal of Sex Research, 52(1), 110-119. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/00224499.2013.838744
- Murray, S. H. (2018). Heterosexual men’s sexual desire: Supported by, or deviating from, traditional masculinity norms and sexual scripts?. Sex Roles, 78, 130-141. https://link.springer.com/article/10.1007/s11199-017-0766-7
- Pyke, R. E. (2020). Sexual performance anxiety. Sexual medicine reviews, 8(2), 183-190. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S2050052119300745?via%3Dihub
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.