¿Qué es la gamofobia y cómo se puede superar?

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 julio, 2023

La gamofobia es un miedo excesivo al compromiso o al matrimonio. En este caso, no se trata del nerviosismo pasajero que invade a alguien cuando está a punto de unir su vida a la de otra persona. Consiste en una ansiedad excesiva que puede acompañarse con ataques de pánico.

Al igual que otras fobias, se produce un miedo que desborda los límites de lo racional. Y aunque parece no tener fundamento, llega a ser tan intenso que se vuelve paralizante. Incluso, la persona puede experimenta pánico con solo ver que una pareja se saca. ¿Por qué ocurre esto? En esta ocasión te contamos todo al respecto.

¿Cómo se expresa la gamofobia?

La principal característica de la gamofobia es el miedo irracional al matrimonio. Esto se acompaña de otra serie de rasgos que son típicos de las personas que padecen este trastorno. Tales manifestaciones son las siguientes.

Respuesta emocional intensa

Lo usual es que los síntomas de la gamofobia se desaten cuando la persona afectada se ve ante una situación en la que se le pide considerar el matrimonio como una opción. Sin embargo, como lo veíamos antes, también puede tener lugar ante la sola idea de casarse o al ver a otra pareja que lo hace. Esto provoca una conducta errática o desordenada, incomprensible para los demás.

No hay justificación

Quienes padecen este trastorno no tienen la capacidad de explicar por qué. Si se les pregunta, no encuentran las causas de su conducta o tratan de minimizarla. Suelen afirmar que es un rasgo de su personalidad, pero que este no les causa ningún problema en realidad.

Evitación

A menudo, también tratan de eludir cualquier situación, e incluso conversación, asociada al matrimonio. Asimismo, evitan mirar imágenes asociadas a ello. Si se ven obligados a exponerse a esto, pueden sufrir una crisis de angustia. Su miedo les provoca un sentimiento de culpa y vergüenza.

Manifestaciones físicas

La angustia y la ansiedad que experimentan al encarar situaciones asociadas al matrimonio suelen verse reflejadas en una serie de reacciones físicas, como las siguientes:

• Dificultad para respirar.
• Sudoración excesiva.
• Sensación de estar atragantados.
• Dolor en el pecho.
• Desvanecimiento.
• Mareos.
• Problemas digestivos.
• Sensación de aturdimiento.
• Elevación de la presión arterial.
• Tensión muscular.
• Palidez.
• Náuseas.

¿Qué causa la gamofobia?

Por lo general, las fobias se forman durante la primera infancia, aunque también es posible que se activen después de una experiencia difícil en la edad adulta. Esto último es lo más habitual en el caso de la gamofobia. De cualquier modo, sus posibles detonantes son los mencionados a continuación.

Modelo parental

Cuando la relación de los padres ha sido muy conflictiva o ha derivado en situaciones traumáticas, tales como violencia intrafamiliar o un divorcio problemático, es posible que uno de los efectos en los hijos sea la gamofobia. Esas experiencias de la infancia pueden dejar mucho dolor y, al mismo tiempo, miedo a vivir una situación similar.

Experiencias amorosas complejas

A veces, una relación amorosa también puede convertirse en una experiencia de sufrimiento que deja hondas huellas en una persona. Si esta situación no se elabora y se cierra, es posible que desencadene un miedo infundado a tener nuevos compromisos.

Baja autoestima

Si la persona tiene una opinión negativa acerca de sí misma, al mismo tiempo se crea la convicción de que no puede ser amada por nadie. En consecuencia, su inseguridad se activa ante situaciones amorosas y tiende a huir de los compromisos.

Inmadurez emocional

Algunas personas se resisten a crecer y a asumir las responsabilidades que implica la vida adulta. Por lo mismo, rechazan todo tipo de compromiso y, en cambio, buscan experiencias afectivas efímeras que les produzcan placer, sin generarles límites o acuerdos a largo plazo.

Apego disfuncional

Cuando una persona ha sido sobreprotegida, manipulada o sometida por su familia de origen, lo más probable es que se considere incapaz de asumir un compromiso amoroso. Se trata de personas con dependencia emocional hacia sus padres —u otros miembros de la familia—, y este vínculo es más fuerte que cualquier otro que pretendan establecer.

Presión social

De manera tradicional, se cree que los hombres deben ser los proveedores económicos en el matrimonio. Cuando no hay suficiente solvencia, es posible que este factor termine generando un gran miedo hacia el matrimonio. En el caso de las mujeres, a veces hay presión para que tengan hijos, lo que puede provocar rechazo al compromiso.

¿Cómo se puede superar la gamofobia?

Para superar la gamofobia, lo primero que se debe hacer es reconocer que se tiene el problema. Lo usual es que las personas se llenen de pretextos o inventen excusas, pero que no reconozcan su miedo al matrimonio. Por eso, este paso no es tan fácil de dar.

Tras identificar que en verdad hay un problema psicológico, lo que sigue es recibir la ayuda de un profesional. Hay diferentes tipos de terapia que pueden ayudar en estos casos, como veremos a continuación.

Terapia de exposición

Esta es una psicoterapia de corte conductual que suele ser muy eficaz para tratar la gamofobia. En el marco de este proceso, se le ayuda al paciente a racionalizar los motivos que hay detrás de su miedo al matrimonio. Asimismo, se le entrena para que logre manejar las manifestaciones de ansiedad. Poco a poco, se le expone a aquello que teme y se le ayuda a superarlo.

Terapia cognitiva

Este tipo de psicoterapia se enfoca más en identificar, analizar y corregir las ideas erróneas en torno al matrimonio. El psicólogo promueve y facilita el proceso para que el paciente logre construir ideas más realistas y saludables en torno a la unión. 

Terapia psicodinámica

Este tipo de terapia se basa en la conversación abierta y libre sobre los sentimientos de la persona. El objetivo es analizar a fondo las emociones para que el propio paciente elabore las experiencias previas y, de este modo, logre cerrar los ciclos traumáticos.

Medicamentos

En general, la medicación no sirve para superar la fobia como tal. Sin embargo, en algunos casos extremos puede ayudar a moderar las reacciones causadas por la gamofobia y a estabilizar el estado de ánimo, de manera parcial. Por eso, algunos médicos recetan ansiolíticos o antidepresivos en estos casos.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

El matrimonio debe ser una elección libre, como también lo es la decisión de permanecer soltero. Por lo tanto, el hecho de no quererse casar no es por sí mismo un problema. Lo que sí es un problema es que el miedo al compromiso sea superior al deseo de contraerlo.

Si una persona siente que quiere casarse, pero teme mucho hacerlo, lo indicado es buscar ayuda profesional. También conviene acudir a consulta si no se logran establecer relaciones de pareja significativas o se huye cada vez que existe tal posibilidad.

Si la soltería se prolonga por mucho tiempo y esto causa insatisfacción, hay que hacer un ejercicio de honestidad con uno mismo. Si no hay respuestas claras, lo más probable es que se requiera de ayuda para comprender la situación y superarla.

¿Qué puedo hacer si mi pareja sufre de gamofobia?

La gamofobia no es un capricho, sino un problema. Algunos sostienen relaciones de pareja por muchos años, pero a la hora de formalizar el matrimonio entran en pánico. Esto no significa que la relación no sea valiosa. Más bien, supone la existencia de una fobia por superar.

Si la otra persona presenta esa dificultad, hay que ver si tiene alguna intención de superarla o no. Si la tiene, se le debe animar a hacer una psicoterapia. Incluso, los dos pueden hacer una terapia de pareja para examinar más a fondo el problema.

Si el otro tiene evidentes señales de que presenta un problema, pero no tiene intención de explorarlo, y menos de superarlo, habrá que tomar una decisión. Se sigue con la relación sin matrimonio o se opta por cortar el vínculo.

¿Qué hay que recordar sobre la gamofobia?

La gamofobia es una condición que suele estar asociada con problemas de ansiedad y depresión, así como con experiencias traumáticas. Por lo tanto, no se puede abordar como un miedo al matrimonio, sin más. Así las cosas, nunca se debe pasar por alto.

Lo anterior quiere decir que la terapia no solo tiene el objetivo de ayudar a que una persona dé el paso definitivo hacia el matrimonio. El propósito central es recuperar el equilibrio en un aspecto en el cual se ha perdido, de modo que se alcance una vida más plena.