Quédate con quien puedas ser tú en esencia y con libertad

Debemos rodearnos de aquellas personas que nos acepten como somos, con nuestras virtudes y defectos además de ayudarnos a ser mejores.
Quédate con quien puedas ser tú en esencia y con libertad
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Raquel Aldana

Última actualización: 21 abril, 2021

Quédate con aquellas personas con las que puedas ser tú en toda tu esencia y con total libertad. Con aquellas que saquen de ti lo sincero, lo genuino y lo verdadero. Que se esfuercen en profundizar y exprimir tu ser y que te hagan disfrutar de lo maravilloso que es ser uno mismo.

Permanece con esas personas porque son tan maravillosas que resultan indescriptibles, generan confianza plena y garantizan tu bienestar en todo momento.

Conserválas, porque mantener este tipo de relaciones nos ayuda a profundizar en nosotros, a marcar nuestra identidad, esencia e intereses. También a fortalecer los vínculos con el entorno.

Ser auténtico es no someterse a las expectativas. Libertad ante todo

Con frecuencia somos capaces de negar que nos gusta un tipo de música o que estamos interesados en unas aficiones y no en otras. Poco a poco, vencidos por las expectativas, vamos dejando de ser nosotros mismos de cara al exterior y, lo que es peor, en nuestra vida interior.

En pocas palabras: sacrificamos nuestra esencia y libertad. Acabamos empequeñeciéndonos, mermando nuestras emociones y convirtiéndonos en un recorte anodino de aquello que éramos o aún somos pero no mostramos. Esto hace que nuestras relaciones sean cada vez menos satisfactorias y más frágiles.

Por eso, cuando aparecen en nuestra vida personas llenas de calidez y de ternura, logramos sentirnos realmente bien, No tenemos ataduras emocionales y sentimos nuevas ilusiones ante el día a día con libertad para disfrutarlas.

Tristemente es difícil establecer una relación en la que sentirnos así. Esto hace quizás más especial el hecho de encontrar a alguien con quien compartir experiencias, sentimientos y pensamientos de forma totalmente genuina y natural.

Hacer las paces con uno mismo

Para lograr disfrutar de estos intercambios tan positivos primeramente tenemos que hacernos amigos de nosotros mismos, algo a lo que la gente auténtica ayuda.

Es decir, que ser uno mismo con total libertad depende mucho de un elemento.  De lo cómodos que nos sintamos con nuestro entorno, pues será un gran punto de apoyo para validarnos. Asimismo, estas personas nos ayudan a promover un trabajo interior articulado en estos puntos:

  • Aceptarnos como personas únicas e irrepetibles es un aspecto básico e indispensable. Es perfectamente normal que queramos mostrar nuestra cara más amable a los demás. No obstante, comportarnos de manera natural será aquello que de verdad resulte más genuino. Que nos haga sentir que nos estamos expresando con libertad.
  • No centrarnos en la imagen que los demás tienen sino en la que proyectamos. Esto nos ayudará a ser más auténticos y espontáneos.
  • Tener claro que nuestra valía no depende de cómo es aquello con lo que nos comparamos. Es importante que trabajemos para ser cada vez mejores. Pero siempre según nuestros ideales y valores, no para parecernos o superar a nadie.

Mantén a tu lado a aquellos que te hacen ser mejor persona

Amigas abrazándose en el sofá.

Ser uno mismo es un gran reto en un mundo en el que se vende lo que se trata de aparentar. Intentar mostrar siempre lo deseable nos incapacitará para forjar relaciones verdaderamente sólidas y sinceras.

Gracias a estas relaciones sabemos que la ausencia o la distancia no significan nunca el olvido. Al contrario, el cariño por esa persona siempre permanece cuando es sincero. También sabemos que cada ladrillo debe aportar a la construcción la más absoluta sinceridad. Debemos evitar que se contaminen de egoísmos, dependencias y excesos emocionales.

La expresión sincera de nuestros pensamientos nos acerca y nos hace sentir un gran aprecio. Aprecio por quienes se toman el tiempo de escucharnos y aceptarnos tal y como somos. Sin prejuicios, sin expectativas.

Solo deben formar parte de nuestra vida aquellas personas que nos sumen. Que tengan la intención de hacernos bien. Debemos alejarnos de aquellas que nos resten y que no están a nuestro lado para hacernos bien.

Una nota al lector

Si al lector le interesa saber algo más sobre el aprecio, el amor y la sensibilidad en la esencia de nuestras relaciones… Le recomendamos la lectura del el capítulo 8 del libro “El animal social” de Elliot Aronson. Un texto sobre psicología social que resultará un verdadero placer para los más curiosos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.