Quemaduras, úlceras y otros detalles impactantes de «La sociedad de la nieve»
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
El director de cine español Juan Antonio Bayona trajo al mainstream una historia tan real como escalofriante. Y lo hizo con tanta fidelidad a los detalles, que La sociedad de la nieve no deja de ser admirada por su exactitud al contar los problemas de salud que atravesaron los protagonistas.
El libro con el mismo nombre de la película, escrito por Pablo Vierci en 2009, sirvió como base fidedigna. También hay datos de Tenía que sobrevivir, otro libro de 2016 del mismo autor, que contiene el testimonio en primera persona de Roberto Canessa, uno de los sobrevivientes.
El accidente aéreo ocurrió en octubre de 1972, en la zona conocida como Valle de las Lágrimas, entre Chile y Argentina. Había 45 personas en el avión, 33 con vida tras haberse estrellado la aeronave y solo 16 que pudieron salir de la Cordillera, más de dos meses después de estar aislados. ¿Qué desafíos de salud superaron?
Quemaduras de frío
Entre los detalles de recreación que La sociedad de la nieve lleva a cabo, el ambiente andino es uno de los más llamativos. Además de haber filmado algunas escenas en el mismísimo Valle de las Lágrimas, Bayona se valió de distintos artificios para transmitir el frío extremo de la región.
Si bien los uruguayos sufrieron el accidente en primavera, la altitud y la presencia de nieve podían hacer descender la temperatura hasta 10 o 20 grados bajo cero en algunas noches. Ello, por supuesto, genera inconvenientes para el cuerpo humano.
Los sobrevivientes de los Andes tuvieron quemaduras de piel por frío. En inglés se las conoce como frostbite.
Son lesiones que aparecen al congelarse los tejidos, sobre todo en las extremidades expuestas, como dedos, nariz, orejas y pies. De acuerdo a la información de una publicación científica en el Journal of Thermal Biology, el problema de base es que las temperaturas bajo cero dañan los vasos sanguíneos y se forman cristales de hielo entre las células.
El frostbite puede ser superficial, con entumecimiento, enrojecimiento de la piel y ampollas. Pero también puede evolucionar a una forma profunda y completa, alcanzando músculos y huesos, con la posterior necrosis y la necesidad de una amputación.
Úlceras por presión
La película de Bayona muestra, en algunos personajes, escaras y úlceras en distintas partes del cuerpo. A veces, se notan en las espaldas de aquellos que tuvieron que permanecer acostados por un periodo más largo.
También conocidas como úlceras de decúbito o úlceras de cama, ya que son muy frecuentes en pacientes hospitalizados, constituyen un foco de riesgo para infecciones. En general, aparecen en zonas anatómicas donde los tejidos blandos tienen un contacto estrecho con las superficies duras de los huesos.
Lo que sucede es que hay una presión prolongada que comprime los vasos sanguíneos. De este modo, llega menos flujo de sangre y oxígeno a la piel. Luego, si se agregan otros factores, como el frío o el rozamiento por un movimiento inadecuado, se hace más evidente la escara.
Para los sobrevivientes de los Andes, quizás el desafío mayor fuese lograr la cicatrización. En condiciones de poca higiene y con el agregado de la temperatura, sería difícil facilitar la curación de las úlceras.
Los detalles en los «ojos de mapache» de La sociedad de la nieve
Una imagen de la película que se viralizó fue la del actor que representa a Fernando Parrado, tras despertar de su inconsciencia, con los párpados y las ojeras negras. Este es uno de los detalles de La sociedad de la nieve que revela el grado de precisión que siguió Bayona al dirigir.
Lo que sucedió en la realidad es que Parrado quedó en coma de inmediato tras el accidente. Sus compañeros lo dieron por muerto, por lo que no lo movieron de su lugar. Al tercer día, Fernando abrió sus ojos y se recuperó.
Esas ojeras marcadas de negro son el signo del mapache en la clínica médica. Su aparición se relaciona con una fractura en la base del cráneo. Es decir, una situación de extrema gravedad.
Ahora bien, ¿qué fue lo que lo salvó a Parrado? Posiblemente, el frío y el hecho de haberlo considerado muerto. Los demás lo mantuvieron inmóvil al no prestarle demasiada atención y la hipotermia ayudó a reducir la inflamación en el encéfalo.
Pasadas las jornadas, su hemorragia interna se contuvo, la lesión no avanzó y él despertó. Es tan sorprendente su recuperación, que incluso se publicó un artículo científico para explicarla en la prestigiosa revista The Lancet.
Además, hay que considerar que Parrado es uno de los dos, junto con Canessa, que logran concretar la expedición para buscar ayuda. Finalmente, gracias a su proeza, todo el grupo es rescatado.
La deshidratación de La sociedad de la nieve
Para hidratarse, la opción era derretir la nieve que estaba alrededor. Y si bien es un método que se usa incluso en el alpinismo deportivo, vale aclarar que no se obtiene una gran cantidad de agua por volumen y que tampoco hay seguridad sobre sus condiciones microbiológicas.
La alternativa de «comer nieve» también entraña problemas. En realidad, lo que se está haciendo con ese método es ingresar una sustancia a baja temperatura dentro del sistema digestivo, lo que altera la regulación térmica del cuerpo.
De acuerdo a la información de investigaciones realizadas con alpinistas que consumen agua glaciar en sus expediciones, sabemos que no logran satisfacer sus requerimientos de electrolitos con esta fuente. Por ende, más allá de la pérdida de agua, hay una carencia de sodio y de potasio que podría ser letal.
Cuando una persona está deshidratada, se afecta el flujo sanguíneo y la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente. Los síntomas iniciales de deshidratación son los siguientes:
- Fatiga
- Mareos
- Dolor de cabeza
- Sequedad en la boca
- Orina de color oscuro
La deshidratación severa y prolongada da lugar a insuficiencia renal, daño cerebral y shock cardiovascular.
La desnutrición de los sobrevivientes
Los víveres que había en el avión de la Fuerza Aérea Uruguaya no eran muchos. El viaje estaba planificado para unas pocas horas y apenas si los tripulantes cargaban alimentos mínimos.
Marcelo Pérez del Castillo era el capitán del equipo de los rugbiers y fue el encargado de racionar las provisiones para sobrevivir al principio. Sin embargo, la avalancha que enterró el fuselaje el 29 de octubre acabó con su vida.
Uno de los detalles de esta sociedad de la nieve que se formó por las circunstancias, es que no tenían manera de saber cuántos días estarían en el Valle de las Lágrimas. Racionar era hacerlo según estimaciones, sin datos certeros.
El cuerpo humano atraviesa diferentes etapas en su proceso de desnutrición:
- Primer día: el organismo comienza a utilizar el glucógeno de reserva. Esto implica pérdida de líquidos, ya que la molécula se almacena con agua. A medida que se consuma la fuente de glucosa, se pasará al uso de grasas para tener energía.
- Primera semana: el cuerpo ingresa a un estado de cetosis. Funciona a base de grasas y recurre a otros tejidos para metabolizar, como el músculo, por lo que se ingresa en el camino de la sarcopenia. Hay una disminución del apetito como reflejo del ahorro energético.
- Primer mes: disminuyen los niveles de insulina y aumenta la hormona de crecimiento. La descomposición de proteínas se eleva y el tejido muscular muestra signos de destrucción. La carencia de micronutrientes afecta las actividades enzimáticas, por lo que las células son menos eficientes en su labor.
Algunos detalles de La sociedad de la nieve que denotan el problema de la desnutrición están en el peso final de los cadáveres de quienes murieron en las últimas semanas. En el día 60 tras el accidente falleció Numa Turcatti con solo 25 kilogramos de masa corporal.
¿No fue suficiente la antropofagia para evitar la desnutrición?
A través de la escucha de las comunicaciones radiales, los sobrevivientes de los Andes se enteraron al décimo día del accidente, que su búsqueda oficial se suspendía. Al mismo tiempo, notaban que ya no tenían víveres para soportar el frío y las condiciones del ambiente.
Fue así que aparece la opción de la antropofagia. Comer la carne de los compañeros fallecidos y conservados por el frío de la nieve era la vía para adquirir proteínas. Claro que no fue una decisión fácil.
Durante mucho tiempo, agonizamos. Salí a la nieve y oré a Dios para que me guiara. Sin su consentimiento, sentí que estaría violando la memoria de mis amigos; que estaría robando sus almas.
Algunos pudieron comer así, a regañadientes. Otros no lo soportaron y vomitaron lo que ingerían.
La cuestión es que la antropofagia puede ser útil por un tiempo breve, pero no cubre los requerimientos nutricionales a largo plazo. Según un análisis de la revista Social Evolution and History, el canibalismo presentó serias deficiencias en la historia de la humanidad para sostener y apoyar el buen funcionamiento de la fisiología.
Sangre en las encías por escorbuto
La nutrición insuficiente suele implicar una carencia notoria de vitamina C. Cuando eso sucede, aparece una enfermedad conocida como escorbuto.
Durante la historia de la navegación mundial, por ejemplo, el escorbuto fue un problema común entre los tripulantes de los barcos que pasaban largos periodos en alta mar. En especial, alrededor de siglo XV. La falta de acceso a alimentos frescos era el detonante.
Algunos de los rugbiers tuvieron síntomas compatibles con este trastorno. Quizás, lo más evidente fue la hemorragia de las encías. El sangrado gingival es una de las señales orales de la carencia de vitamina C.
Esta vitamina, que es ácido ascórbico, es esencial para la síntesis del colágeno, una proteína estructural del cuerpo. La falta de colágeno en las paredes de los vasos sanguíneos los hace más frágiles y propensos a la ruptura.
Otros síntomas del escorbuto son los siguientes:
- Fatiga y debilidad
- Dolor muscular y articular
- Hematomas y moretones en la piel
Calambres y rigidez
Otra consecuencia de la desnutrición es la falta de calcio suficiente en las células para que se desarrollen los procesos básicos de los tejidos. En los músculos, esto sería la contracción y la relajación.
En contextos de hipocalcemia, las fibras musculares no completan correctamente su ciclo para mantener el tono muscular. Así es que se pueden generar contracciones que no pasen a la fase de relajación, con la consiguiente sensación de rigidez e imposibilidad de moverse.
Los casos extremos evolucionan a tétanos y hasta convulsiones. También puede existir un laringoespasmo por falta de calcio, que en ocasiones, resulta mortal.
Entre los detalles de La sociedad de la nieve que complementan la decisión conjunta y de supervivencia de recurrir a la antropofagia, está la búsqueda de calcio. Los que sabían que estaban sufriendo calambres por hipocalcemia, intentaron tallar los huesos de las víctimas para incorporar el mineral desde allí, al ingerir el polvo resultante.
Fracturas varias
Arturo Nogueira se fracturó los miembros inferiores en el impacto. Antonio Vizintín, por su parte, se fracturó dos costillas. Álvaro Mangino también sufrió rotura de la tibia de una pierna.
En una escena de La sociedad de la nieve, vemos cómo Roberto Canessa reduce la fractura de este último de un tirón. Luego, con telas, inmoviliza el miembro que alineó. 72 días después, Mangino es capaz de subirse al helicóptero de rescate caminando, pues ya se formó el callo en el hueso que se había roto.
Imaginar los problemas asociados a estas fracturas en el ambiente hostil del Valle de las Lágrimas reviste un carácter increíble. Las posibilidades de una infección ósea eran muy elevadas, además de las consecuencias inmediatas de hemorragia e inflamación.
Una «ventaja» en este periplo fue la presencia de dos estudiantes de medicina entre los rugbiers. Su sapiencia y pericia permitió, en gran medida, que existieran sobrevivientes.
En cuanto a las fracturas en sí, también hay que considerar que el estado físico de los jugadores era superior al de una persona sin entrenamiento o con actividad física básica. Ello podría haber contribuido a una mejor recuperación de las lesiones.
El misterio de la orina negra
Otra escena viral que se centra en los detalles sobre La sociedad de la nieve es aquella en la que aparece orina de color negro. Fue un momento que llamó la atención de los espectadores y que llevó a emitir diferentes hipótesis.
Lo más probable es que los sobrevivientes estuviesen atravesando una rabdomiólisis. Como explicamos al hablar de la desnutrición, el cuerpo comienza a utilizar tejido muscular para obtener las proteínas de allí y generar energía.
El problema es que el uso en exceso de la proteína muscular genera un desecho que los riñones tienen que eliminar. Ese desecho metabólico es la mioglobina, una sustancia que daña el filtro renal al atravesarlo en grandes cantidades.
Si a la mioglobina sumamos la deshidratación, que tiende a la concentración de la orina para ahorrar líquidos, el resultado es un oscurecimiento del líquido que expulsamos.
Los detalles en La sociedad de la nieve son increíbles y hablan de resiliencia
En el corto plazo se seguirá hablando del film de Netflix. Tiene nominación para los premios Oscar, arrasó con 13 premios Goya 2024 y es la película de habla no inglesa más vista en la plataforma de streaming.
La historia de los sobrevivientes de los Andes excede cualquier capacidad de asombro; desde el joven que sale del coma y camina kilómetros entre la nieve para encontrar ayuda hasta el estudiante de medicina que trata una fractura en el fuselaje roto de un avión. Todos los detalles mínimos se unen para conformar una de las mayores narraciones sobre la capacidad humana.
Puede que estemos caminando hacia la muerte, pero preferiría caminar para encontrarme con mi muerte, que esperar a que llegue a mí.
Tanto la última película de Bayona, como la anterior ¡Viven!, de 1993, y los libros testimoniales, son una puerta de entrada a la resiliencia en su forma más extrema. Es un relato que supera las épocas y que inspira a enfrentar las adversidades.
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