¿Qué es la queratosis seborreica y cómo se puede tratar?
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
La queratosis seborreica es una lesión de la piel cuyo impacto, en la mayoría de los casos, es solo estético. Se ve como un crecimiento cutáneo de un color que varía desde el blanco hasta el marrón e incluso el negro. Por lo general, hay muchas lesiones a la vez.
Lo más común es que la queratosis seborreica se presente en áreas como la cabeza, el cuello, el pecho o la espalda. Afecta con mayor frecuencia a personas a partir de la mediana edad. Se estima que el 75 % de los mayores de 70 años tiene este tipo de crecimientos.
A la queratosis seborreica también se le conoce como papiloma de las células basales o verrugas seborreicas. Estas protuberancias son inofensivas, no necesitan tratamiento y no son contagiosas. Su apariencia es similar a la del melanoma, por lo que a veces se hace una biopsia antes de confirmar el diagnóstico.
¿Cuáles son las principales causas?
La ciencia no ha establecido la causa exacta de la queratosis seborreica. Se señala que presentan unas mutaciones genéticas similares a las del mieloma múltiple o el cáncer de ovario. Sin embargo, en este caso no hay potencial maligno.
Los factores que podrían incidir en la formación de las lesiones son los siguientes:
- Luz solar: suelen aparecer en zonas que están expuestas a la luz del sol y por eso se cree que la luz ultravioleta (UV) podría influir.
- Genética: con frecuencia estos crecimientos en la piel son hereditarios.
- Edad: hay una relación entre la aparición de las lesiones y el envejecimiento. La queratosis puede aparecer a cualquier edad, pero es mucho más frecuente después de los 50 años.
Grupos de riesgo
Las personas que tienen mayor riesgo de desarrollar esta afección son, en primer lugar, aquellos que tienen antecedentes familiares de queratosis seborreica. Como ya se anotó, con frecuencia este problema es hereditario.
De otro lado, lo más usual es que este tipo de lesiones aparezcan en las personas de mediana y de avanzada edad. Por lo tanto, el riesgo aumenta a medida que se envejece.
También tienen mayor riesgo quienes se exponen con frecuencia al sol. Las personas que trabajan al aire libre o realizan actividades exteriores de manera habitual son más propensas a desarrollar estos crecimientos.
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¿Cómo luce la queratosis seborreica?
El aspecto de la queratosis seborreica es el de un crecimiento que comienza pequeño y rugoso. Luego aumenta de tamaño, se engrosa y adquiere una apariencia similar al de una verruga. Lo más habitual es que sean marrones, pero también pueden ser de otros colores.
La forma de la lesión es ovalada o redonda y casi siempre aparece en el pecho, el cuero cabelludo, la espalda, el abdomen o el rostro. Hay varios tipos de lesiones por queratosis seborreica y cada una tiene características distintivas:
- Común: parece como si las lesiones se hubieran pegado a la piel y son muy similares a una verruga. Al tacto se sienten como cera o terciopelo.
- Dermatosis papulosa negra: son granos negros y elevados. Más frecuentes en las mujeres y en las personas de piel oscura.
- De estuco: las lesiones son grises y se ven como verrugas ásperas. Aparecen más en los hombres y suelen localizarse en antebrazos y piernas.
- Plana: parches marrones y ovalados que aumentan en número a medida que se envejece.
- Pediculada: lesiones oscuras que presentan un tallo. Aparecen en la axila o el cuello.
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¿Cuándo es necesaria ayuda médica?
En principio, la queratosis seborreica no es peligrosa y no necesita tratamiento. Sin embargo, nunca se puede pasar por alto un crecimiento en la piel. En este caso, la lesión es muy similar a un melanoma y por eso es necesario que el médico haga el diagnóstico.
De igual modo, es conveniente acudir al profesional de la salud en estos casos:
- Cambio en el tamaño o aspecto de la lesión.
- Crecimiento con un color extraño, como azul, púrpura o negro rojizo.
- Bordes irregulares.
- Irritación o dolor en el crecimiento.
- Secreciones.
- Desarrollo de muchos crecimientos en poco tiempo.
- Sangrado en las lesiones.
Tratamientos disponibles para la queratosis seborreica
La queratosis seborreica como tal no requiere de tratamiento desde el punto de vista dermatológico. Sin embargo, es posible que las lesiones causen incomodidad por el roce con la ropa o con otras superficies. O que generen una preocupación estética.
En esos casos, el abordaje a seguir es la eliminación del crecimiento. Esto se puede hacer a través de alguno de los siguientes procedimientos.
Criocirugía
Consiste en la congelación de la lesión con nitrógeno líquido. Se aplica con un hisopo de algodón o una pistola rociadora. La lesión se congela y cae por sí sola en algunos días.
A veces se forma una ampolla o una costra que también caen luego. No siempre es eficaz con los crecimientos más grandes y gruesos.
Curetaje
Se trata de un raspado en la superficie de la piel. Primero se anestesia la zona y luego se realiza el procedimiento con una hoja de bisturí.
Dicha hoja se llama cureta y tiene la forma de una pala. En algunos casos, este método se combina con el electrocauterio, si es necesario.
Electrocauterio
La extirpación se hace con corriente eléctrica. Se adormece la zona con anestesia y luego se aplica electricidad; esta cauteriza la lesión.
Si no se realiza de forma adecuada el procedimiento podría dejar cicatrices. Está indicado para las lesiones más gruesas.
Ablación
Consiste en vaporizar la lesión mediante el uso de un láser. Se emplea un flujo de radiación bajo. La superficie de la piel se calienta y al final se evapora el crecimiento.
Puede o no requerir de anestesia. Se trata de un procedimiento en el que se alcanza una gran precisión.
Peróxido de hidrógeno
Se trata de una solución que se aplica sobre la lesión y que resulta eficaz para eliminar la queratosis seborreica. Sin embargo, también puede irritar la piel. La sustancia debe manipularse con cuidado ya que puede dañar los ojos.
Recuperación y pronóstico
Es habitual que la piel se vea un poco más clara en la zona en la que se extirpó el crecimiento, pero esto va a normalizarse con el tiempo. La queratosis seborreica no regresará a esa parte de la piel en particular, pero sí puede reaparecer en otra región.
Los tratamientos para este tipo de lesiones suelen ser exitosos y no dejan cicatrices. Los cambios en la coloración de la piel tras el procedimiento suelen ser más notorios cuando tienen lugar en el torso.
La queratosis seborreica no es grave
Lo usual es que el médico diagnostique la queratosis seborreica con un examen físico rutinario. Sin embargo, es posible que algunas veces haya dudas y sea necesario realizar una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico.
Cuando la queratosis seborreica es muy delgada existe la posibilidad de que se trate de un tipo de cáncer de piel conocido como lentigo maligno. Si aparecen muchas lesiones en muy poco tiempo es importante consultar al médico, ya que puede ser una manifestación de cáncer.
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