Cómo “recargar las baterías” del cuerpo de manera natural
¿Sientes que necesitas “recargar las baterías”? Quién esté libre de cansancio, que arroje la primera piedra. Todos nos sentimos agobiados y sentimos que nuestra carga se está agotando mucho antes de que llegue la noche.
Esto se debe a la cantidad de actividades que hacemos al día. Si a eso le sumamos las obligaciones diarias y los problemas, es muy fácil comprender por qué a las 5 de la tarde ya estamos low battery. Conoce cómo ayudar a “recargar las baterías” del cuerpo de manera natural en este artículo.
Recargar las baterías de manera natural
No estamos hablando de las baterías de los aparatos tecnológicos que seguro tienes en casa, sino de la energía de tu cuerpo. Sí, la misma que necesitas para levantarte por la mañana, hacer tu trabajo, estudiar, limpiar, preparar la cena, jugar con tus hijos, etc.
Estos tips te ayudarán a recargar tus baterías de manera sencilla y natural. Pruébalos a diario y verás los sorprendentes resultados.
Ríe
¿Sabías que la risa tiene la capacidad no solo de ponerte feliz, sino de liberar hormonas que al momento te hacen sentir de buen humor y ánimo? Pero, además, está comprobado que reír mejora el sistema inmunitario, debido a que, como combate el estrés, disminuye sus efectos perjudiciales para las defensas del cuerpo.
Por este motivo se suele decir que las personas optimistas se enferman menos y viven más. Mira una película graciosa, escucha chistes, pide a alguien que te haga cosquillas… cualquier cosa es bienvenida.
Mantente motivado
Puedes encontrar en internet o en ciertas publicaciones una cita que te ayude a estar más enfocado en tus tareas y a no claudicar cuando hay mucho para hacer. Una de mis favoritas es: “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”.
Esto se puede aplicar a cualquier aspecto o actividad. No esperes de los demás. Haz tú lo que te gusta, te interesa y te ayuda. Si te están faltando energías, consigue una frase inspiradora para seguir adelante.
Hidrátate
Esto quiere decir: bebe agua. De esta manera podrás recargar tus baterías internas y favorecer, entre muchas otras funciones, la circulación de la sangre. Si esta se ve reducida, tus músculos tendrán menos oxígeno y tú te sentirás más cansado.
Existen muchos estudios que confirman la importancia de la hidratación; dos litros es el promedio por día, pero esto varía para cada persona. Si no te gusta mucho el agua sola, prueba con zumos naturales, infusiones de hierbas o batidos de fruta hechos por ti.
Consume más hierro
Es el nutriente más relacionado con la energía del cuerpo, ya que tiene la capacidad de transportar el oxígeno por todos los órganos y músculos. Las fuentes de hierro más importantes son los frijoles y las carnes rojas.
Si eres mujer, quizás te sientas más cansada durante el período. Esto se debe a que a través de la menstruación se pierde mucho hierro. Por este motivo, se recomienda en estos días comer más lentejas, por ejemplo.
Sal a la calle
Si te pasas encerrado todo el día en la oficina, es más probable que te sientas cansado. Estar al aire libre al menos 20 minutos te ayudará a recuperar tus energías. Entonces, para la hora del almuerzo, opta por llevarte una vianda al parque más cercano o, al menos, a la terraza del edificio donde trabajas.
No te quedes en el salón comedor, porque en realidad eso no te estará “desconectando” como necesitas. La luz del sol permite que el cerebro libere serotonina que, en niveles altos, mejora tu estado de ánimo y tu energía.
Ingiere semillas de chía
Si bien muchos creen que la chía es un alimento nuevo o moderno, data de miles de años atrás. Los antiguos mayas y aztecas consumían esta semilla poderosa en América para tener más fuerza y resistencia al momento de realizar sus trabajos.
Si pensamos en las fantásticas construcciones y sistemas que crearon, no es descabellado pensar que usaran esta semilla para recuperar energías. Las puedes conseguir en las casas naturistas y añadirlas a tus ensaladas, sopas, tartas, licuados, etc.
Duerme unas 7 horas por noche
Entre 6 y 8 horas es lo ideal para una persona adulta activa. Si no duermes lo suficiente, ya sabes cuáles son las consecuencias… Sí, estarás cual zombie todo el día. Entonces, trata de ir a la cama un rato antes cada noche.
Se dice que las horas que duermes antes de las 12 de la noche valen el doble. Ten mucho cuidado con el sueño y el descanso, porque puedes provocar el efecto contrario. Muchos trabajadores sufren de insomnio debido a que están acostumbrados a dormir 4 o 5 horas.
Por otra parte, presta atención a las llamadas “curas de sueño” de los fines de semana o feriados. Se cree que dormir durante 12 horas seguidas el domingo te ayudará a recargar las baterías necesarias para afrontar toda la semana, pero esto no es verdad.
El cuerpo y la mente necesitan de una rutina en cuanto a las horas de sueño y descanso, como detalla en esta publicación la American Heart Foundation. Esto no quiere decir que tengas que levantarte a las 6 de la mañana un sábado o acostarte a las 10 los viernes; puede haber ciertas licencias, pero sin exagerar.
Mejora la postura
Si estás sentado todo día en el trabajo y además encorvas la espalda hacia delante, es más fácil que sientas sueño, igual que si “te dejas caer” en el asiento. Trata, en primera instancia, de levantarte cada una o dos horas a dar un breve paseo de un minuto, aunque sea alrededor de tu escritorio.
La relación entre la postura y el gasto energético fue estudiada, por ejemplo, en este estudio, en el que se analizó el índice metabólico en reposo de mujeres obesas.
Estira los músculos de las piernas, los brazos y el cuello, sobre todo. Por otra parte, usa siempre una silla especial y ergonómica, que te permita mantener la espalda y el cuello rectos. Esto ayudará a prevenir que te quedes dormido a las 3 de la tarde o en medio de una reunión.
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