Receta fácil de Gougères o profiteroles de queso
Los profiteroles de queso son unas pequeñas bolas exquisitas que se pueden consumir como entrante o, incluso, entre horas. Se trata de una elaboración que puede aportar nutrientes de calidad y que se puede incluir, con moderación, en el contexto de una dieta equilibrada y variada. Te vamos a enseñar a prepararlos de una manera sencilla y con pocos ingredientes.
Antes de comenzar, hay que destacar que los productos lácteos están recomendados para el organismo. Durante varios años, se aconsejó limitar su consumo, pero las evidencias más recientes demuestran que concentran nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo humano. Además, son exquisitos y muy versátiles a nivel culinario.
Ingredientes para los profiteroles de queso
Para preparar unos exquisitos profiteroles de queso, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 1/2 taza de agua.
- 1/2 taza de leche.
- 115 gramos de mantequilla sin sal.
- 1 pizca de sal.
- 1 taza de harina de todo uso.
- 4 huevos grandes.
- 100 gramos de queso Gruyère.
- 8 ramitas de ciboulette.
- Pimienta negra recién molida.
- Nuez moscada recién molida.
Paso a paso
- Precalienta el horno a 220 grados centígrados.
- Mientras tanto, introduce en una olla pequeña el agua, la leche, la mantequilla y la sal, y cocina todo a fuego medio hasta que hierva.
- En este punto, incorpora la harina y remueve bien con una cuchara de madera con el objetivo de formar una masa suave.
- Baja el fuego y continúa revolviendo hasta que la masa se seque y se separe de los bordes de la olla con facilidad.
- Pasa la masa a un recipiente y déjala enfriar durante un par de minutos.
- Añade los huevos y mezcla uno por uno. Es importante que se integren bien antes de añadir el siguiente.
- Luego, incorpora el queso junto con las ramitas de ciboulette y las especias.
- Trabaja la masa con las manos. Es necesario formar pequeñas bolitas e ir colocándolas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
- Espolvorea con queso rallado por encima y cocina el resultado durante 22 minutos con calor por ambas caras. Una vez que salen del electrodoméstico ya se podrán consumir, pero se recomienda que se coman siempre calientes.
Beneficios de los profiteroles de queso
La inclusión de los profiteroles de queso en el contexto de una alimentación saludable puede llegar a ser beneficiosa. En primer lugar, hay que destacar el aporte de calcio de esta preparación. Este mineral resulta clave para la salud ósea. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Nutrients. Un aporte suficiente durante la vida reducirá el riesgo de fracturas.
Por otra parte, los profiteroles de queso cuentan en su interior con proteínas de alto valor biológico. Dichos elementos son determinantes para mantener en buen estado la masa muscular con el paso de los años.
Sin embargo, la mayor parte de la gente realiza una ingesta insuficiente. Según un estudio publicado en Annals of Nutrition & Metabolism, es necesario comer al menos 0,8 gramos de proteína por kilo de peso al día.
Hay que destacar que, en el caso de las personas deportistas, los requerimientos de proteínas pueden llegar a doblarse o a triplicarse con facilidad. Esto se debe al mayor desgaste a nivel muscular. Cubrir las necesidades conseguirá promocionar el crecimiento del tejido, mejorando también los procesos de recuperación posteriores a las sesiones de trabajo.
Esta elaboración también concentra una cantidad importante de carbohidratos complejos, de bajo índice glucémico. Dichos nutrientes intervienen en los procesos de recuperación al estimular la resíntesis del glucógeno. Aunque este efecto ha demostrado ser mayor si se consumen junto a una ración de proteínas de calidad.
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Prepara en casa profiteroles de queso
Ya has visto que los profiteroles de queso son muy fáciles de preparar de forma casera. Se trata de una receta que no contiene aditivos artificiales ni grasas trans en su interior. Tampoco azúcares añadidos.
Por este motivo, a pesar de ser energéticos, no interferirán negativamente en los procesos de homeostasis del medio interno. Esto significa que pueden ayudar a mantener un buen estado de salud si se consumen con criterio.
Para terminar, recuerda que las guías de alimentación recomiendan que los lácteos aparezcan de forma diaria en la dieta. Este grupo de alimentos beneficia al organismo a mediano plazo. Eso sí, conviene sobre todo enfatizar los lácteos fermentados, como el yogur o el kéfir. Estos concentran en su interior bacterias probióticas que colonizan el tubo digestivo y brindan efectos muy positivos.
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