Logo image

Dicen que el caldo de huesos no aporta beneficios, pero esta es la verdad

3 minutos
El caldo de huesos es una fuente de colágeno y aminoácidos, pero no es un tratamiento milagroso. Te explicamos qué beneficios son realistas y cómo prepararlo bien.
Dicen que el caldo de huesos no aporta beneficios, pero esta es la verdad
Publicado: 03 diciembre, 2025 11:00

Seguro que has oído las dos versiones. Por un lado, algunos creen que el caldo de huesos es un superalimento milenario, capaz de sanar desde las articulaciones hasta el intestino. Otros afirman que es solo un caldo sobrevalorado y que sus beneficios son un mito. Entonces, ¿quién tiene razón?

La verdad, como suele ocurrir, es mucho más matizada. El caldo de huesos no es una cura milagrosa, pero tampoco es “solo agua”. Este alimento que se cuece a fuego lento durante muchas horas cuenta con una composición interesante. Aquí te explicamos qué contiene en realidad y qué puedes esperar si lo tomas.

¿Qué hay en una taza de caldo de huesos?

Cuando cocinas huesos de animales a fuego lento durante horas, los tendones y los cartílagos se descomponen. Este proceso libera gelatina en el agua del caldo, que no es otra cosa que colágeno.

Este colágeno es rico en aminoácidos, como la glicina y la prolina. Por lo tanto, una taza de caldo de huesos bien hecho es una fuente de proteína de fácil digestión que puede formar parte de una dieta saludable.

La evidencia sobre los beneficios

El colágeno es el principal componente de tu piel y cartílagos. La lógica es que consumir un caldo de huesos rico en colágeno podría ayudar a tu cuerpo a reparar sus propios tejidos y reducir la inflamación.

Por otro lado, los aminoácidos y minerales presentes en esta comida casera son una fuente de energía para las células que recubren tu pared intestinal. En este sentido, la teoría es prometedora sobre la mejora de la barrera intestinal.

Sin embargo, hay que ser precisos. Un caldo casero, cuya concentración de nutrientes varía mucho según cómo esté preparado, no puede asegurar que mejore la salud de las articulaciones o ayude a cicatrizar heridas. De la misma forma, la evidencia de que el caldo por sí solo pueda tratar condiciones intestinales es, a día de hoy, sugerente pero no concluyente.

Lo que sí sabemos con certeza es que hidrata y reconforta. Por lo tanto, trátalo como un alimento saludable y nutritivo que puede beneficiar a tu organismo, pero no como un tratamiento.

Cómo prepararlo en casa paso a paso

Para obtener entre 6 y 8 tazas de caldo rico en gelatina, sigue esta técnica. Necesitarás alrededor de 1 kilo y 1,5 kilos de huesos de res o de pollo. Pueden ser de las rodillas, las patas, espinazos o carcasas.

  1. En una olla profunda, coloca los huesos. Para un sabor más intenso, dóralos primero en el horno a 200 °C durante unos 20 a 30 minutos.
  2. Cúbrelos por completo con aproximadamente 350 mililitros de agua y añade verduras picadas si lo deseas (unas zanahorias o cebollas quedan muy bien).
  3. Añade un chorrito de vinagre de manzana (una o dos cucharadas) y algunas especias, como tomillo y laurel.
  4. Pon la olla a fuego alto hasta que hierva. En ese momento, retira con una espumadera la espuma que se forma en la superficie.
  5. Luego, tapa el caldo y reduce el fuego al mínimo, de manera que apenas burbujee.
  6. Déjalo cocer entre 8 y 12 horas. Cuanto más tiempo lo cocines, más gelatina y nutrientes extraerás.
  7. Una vez terminado, deja que el caldo se enfríe un poco. Cuélalo para retirar los huesos y cualquier sólido. Sazónalo con sal y pimienta al gusto. Puedes consumirlo en el momento o guardarlo en recipientes de vidrio en el refrigerador, donde se conservará hasta por 5 días.
Puedes tomar una taza algunos días a la semana como parte de una dieta equilibrada. Evita consumirlo en exceso, porque existe el riesgo de que se filtren metales pesados provenientes de los huesos durante el proceso de cocción.

El caldo de huesos es un alimento reconfortante y lleno de sabor. Aunque lo más común es prepararlo con res, pollo o cerdo, se puede realizar con huesos de prácticamente cualquier animal. Es una excelente base para sopas y guisos, o incluso para cocinar arroz y pasta. Así que utilízalo con moderación para enriquecer tus platos con proteína y darles un sabor único.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.