5 formas de reducir la contaminación electromagnética en el hogar
Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
No podemos evitarlo. La contaminación electromagnética es inherente a nuestro modo de vida.
No obstante, esas ondas invisibles que nos envuelven y que hacen posible muchas de nuestras comodidades también conllevan algún que otro riesgo.
A pesar de que hay radiaciones de diversa intensidad, algunas de ellas acaban acumulándose en exceso en nuestro organismo.
La red wifi, los aparatos eléctricos y electrónicos y toda esa “fauna” cotidiana tan querida debe utilizarse con moderación y con adecuadas medidas de seguridad.
Tanto es así, que diversos estamentos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos advierten de sus riesgos y de cómo algunas radiaciones electromagnéticas (no todas) tienen efectos carcinógenos.
Queda claro, sin duda, que no podemos vivir en un búnker.
Ni aún menos alejarnos a un entorno natural para desconectar de este modo de vida donde lo eléctrico y el universo de la comunicación son ya una prioridad.
Vivimos “conectados” y no es bueno ni malo. Conlleva, ante todo, responsabilidades, equilibrio y saber establecer prioridades.
Hoy en nuestro espacio queremos proponerte que apliques estos 5 consejos para reducir, en la medida de lo posible, la contaminación electromagnética.
1. Mide la contaminación electromagnética de tu hogar
Puede parecer una tontería pero, sin duda, no lo es.
En ocasiones, por ejemplo, pensamos que por vivir en el campo disfrutamos de un entorno más sano.
Sin embargo, podemos estar cerca de antenas o repetidores que intensifican algunas ondas magnéticas sobre nuestra casa.
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Hay muchas fuentes de contaminación electromagnética que varían incluso según el momento del día.
Así que no está de más llevar a cabo algunas mediciones:
- Podemos contratar a un técnico para que lleve a cabo un estudio.
- Lo adecuado es que haga mediciones dentro y fuera del hogar.
- En caso de que la contaminación electromagnética sea muy intensa, podemos aplicar medidas de “apantallamiento”: usar pinturas con fibra de carbono, telas protectoras para ventanas elaboradas con cobre y plata, doseles especiales para las camas…
2. Desconecta toda la red eléctrica de alrededor de las camas
Todos lo hemos hecho alguna vez: dejar nuestro teléfono móvil cargándose por la noche mientras dormimos.
Hemos de tener en cuenta de que estas prácticas no son adecuadas.
- Aún más, cosas tan comunes como tener enchufes, regletas o cables eléctricos al lado o debajo de la cama suponen un riesgo.
- Lo más adecuado es que establezcamos la distancia de un metro desde nuestra cama con respecto a cualquier foco eléctrico.
3. Por la noche es mejor desconectar el wifi
Sabemos que no es fácil, que necesitamos estar “conectados” por si alguien nos envía un mensaje.
O por si, en un momento dado, tenemos la necesidad de echar una mirada a nuestras redes sociales.
Es una práctica habitual que deberíamos controlar.
Y con mayor razón ya que los dispositivos electromagnéticos nos causan insomnio y una estimulación neuronal poco adecuada en estas horas de la noche.
- Si nuestro propósito es dormir, lo más adecuado es desconectar la red wifi. De este modo evitaremos ese impacto nocturno y restringiremos un poco la contaminación que experimentamos al cabo del día.
- Asimismo, y por norma general, no debemos instalar nunca los routers inalámbricos en los dormitorios (tampoco los puntos de acceso wifi).
- Otro dato que no debemos olvidar es, sin duda, el uso nocturno de los portátiles. Si eres de los que contesta el correo o ve películas en el ordenador por la noche, recuerda separarlo de tu cuerpo unos 30 cm.
- No te lo pongas sobre el abdomen ni sobre las piernas: mejor en una mesa y a una distancia prudencial.
4. Cuidado con los televisores más antiguos
En la actualidad, son muchos los hogares que siguen teniendo televisiones y pantallas de ordenador con tubos CRT (tubos de rayos catódicos).
- Este tipo de dispositivos, además de consumir más electricidad, emiten también más radiaciones por culpa de su transformador.
- Lo más adecuado será tener televisiones de pantallas planas LCD o LED. Apenas emiten radiaciones y cuidan más de nuestra salud visual.
- No obstante, ten en cuenta también que este tipo de televisiones deben situarse a una distancia de unos 3 metros, más o menos.
5. El aloe vera nos protege de las ondas
Se sabe que existen ciertas plantas capaces de cuidar del ambiente que respiramos en el hogar. Gracias a sus procesos derivados de la fotosíntesis logran mantener limpio el ambiente y a purificarlo.
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- Una de las más poderosas es, sin duda, el aloe vera. Nos ayuda a la hora de filtrar toxinas, contaminantes, reducir el dióxido de carbono e incluso de controlar un poco la contaminación electromagnética.
- No dudes pues en tener uno pequeño surtido de macetas en toda la casa. Aumentará, a su vez, el nivel de oxígeno en casa y serán además una excelente ayuda cotidiana en la cura de cortes y quemaduras.
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