Relaciones cohete: no mires atrás pase lo que pase
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
Las relaciones cohete, término creado por la psicóloga Silvia Congost, no son más que aquellas relaciones que se inician de una manera muy rápida y que progresan de forma vertiginosa. Quizás, a lo largo de tu vida, hayas presenciado este tipo de relaciones. Personas que a los 2 meses ya están viviendo juntas, que a los 6 meses esperan un hijo o que al año se casan.
Son relaciones que progresan de una manera muy rápida, en las que los miembros que las conforman no se dan el tiempo necesario para conocerse bien. Para que la fase de enamoramiento pase y uno pueda ver si la relación está preparada para iniciar un amor maduro o, por el contrario, debe disolverse.
Las relaciones cohete y la baja autoestima
Este tipo de relaciones cohete tienen su origen en una clara baja autoestima. El miedo a que nos rechacen, a no encontrar a alguien que nos quiera o a quedarnos solos nos aterra.- Por ese motivo, iniciamos relaciones de una manera rápida para “atrapar al otro” y que no se escape.
- Necesitamos a alguien a nuestro lado para que nos apruebe, nos reafirme, para que nos brinde todo aquello que no sabemos darnos nosotros mismos.
- Este tipo de relaciones puede verse muy bien en las personas que sufren dependencia emocional. Las personas con este estado psicológico se dan de tal manera al otro que su vida es la de la pareja.
Descubre: 5 riesgos de la dependencia emocional en la pareja
Sin la pareja no son felices, sin la pareja se encuentran perdidas. Por eso, se aferran a quien sea para no sentir ese vacío que les impide ser libres e independientes.
¿Qué ocurre si la persona con la que están las abandona? Lo que hacen es iniciar otra relación rápidamente. De hecho, las personas con dependencia tienen más de una relación cohete.
Cuando me eligen, pero yo no elijo
Las relaciones cohete se caracterizan, también, porque las personas no eligen a esa otra con la que van a iniciar una relación. ¿Por qué decimos que no la eligen?
Porque en ningún momento se preguntan si les gusta o no. Tampoco se dan un tiempo para observar cómo es esa persona desde una determinada perspectiva.
Todos sabemos que en la fase de enamoramiento parece que tenemos un velo ante nuestros ojos que nos impide ver lo malo. No obstante, en las relaciones cohete lo que mueve a las personas para no ver lo negativo es la necesidad de estar en una relación.
Por eso, la primera persona que se les acerque y muestre un mínimo de interés por ellas, será la que consideren indicada.
Sin embargo, nunca se preguntan si a ellas les gusta. Por eso, muchas veces se autoengañan. Por ejemplo, si esa persona que se ha fijado en mí no me agrada físicamente, lo hará con el tiempo, porque me concentraré en pensar que “el físico no es lo que importa”.
Tomarse un tiempo antes de iniciar una relación
Las relaciones cohete se caracterizan por iniciarse así, rápidamente. No hay verdadera conciencia de lo que supone entrar en una relación sin conocer a la otra persona.
Siempre es necesario tomarse un tiempo, ya sea para sanar una relación anterior y pasar la etapa de duelo, como para permitirnos conocer a esa persona y no actuar en base a nuestra necesidad de no quedarnos solos.
La gran consecuencia de las relaciones cohete es que, por lo general, salen mal. Con el tiempo, vemos el verdadero rostro de esa persona que puede ser alguien que maltrata, que humilla, homófobo, infiel, manipulador o también dependiente.
En definitiva, se convierte en una relación tóxica con alguien que nos puede hacer verdadero daño.
Para tener relaciones sanas será necesario cuestionar las creencias que nos empujan a entrar en este tipo de relaciones. Asimismo, deberemos solucionar cualquier inseguridad y posible falta de autoestima que nos impide sentirnos como seres completos .
No hay nada mejor que elegir a una pareja de manera consciente y darnos el tiempo para conocerla. Si es la persona adecuada, genial; si no lo es, no pasa nada. No hay nada de malo en estar solo.
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