Remedios caseros para reducir parásitos intestinales: ¿mito o realidad?
Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza
Cuando sospechamos que tenemos huéspedes no deseados en nuestro sistema digestivo, siempre hay algún conocido que nos ofrece remedios caseros para eliminar los parásitos intestinales. Ahora bien, ¿qué tan confiables son estos métodos?
Las parasitosis intestinales pueden ser ocasionadas por diversos organismos, desde protozoos hasta helmintos. La vía más común de contagio es la ingestión de agua o alimentos contaminados.
Los síntomas que nos advierten de la presencia de parásitos son diversos, aunque los más frecuentes son los siguientes:
- Diarrea
- Malestar y dolor abdominal
- Pérdida de peso inexplicable
Si sospechas que puedes tener una parasitosis, es crucial buscar atención médica. Los profesionales de la salud pueden realizar pruebas específicas y prescribir medicamentos.
Ahora bien, si deseas apoyar el tratamiento médico con remedios caseros para los parásitos intestinales, entonces considera la siguiente lista. Te diremos cuáles son los que podrían ayudarte y sobre cuáles hay evidencia dudosa o no contundente.
1. Ajo
El ajo ha sido tradicionalmente reconocido por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas. Polibotánica relata su empleo para las parasitosis intestinales como remedio casero.
El ajo contiene compuestos llamados alicina y ajoene. Ambos han mostrado actividad contra algunos parásitos en estudios de laboratorio. Por lo tanto, se lo ha sugerido como un apoyo para el tratamiento médico, aunque no podría reemplazarlo por completo.
En este orden de ideas, un trabajo divulgado en BMC Complementary and Alternative Medicine lo encontró efectivo contra la esquistosomiasis. De hecho, los animales infectados que recibieron extracto de ajo mejoraron su carga de parásitos casi en la misma medida que con praziquantel, un medicamento antiparasitario.
El extracto de ajo se consigue en tiendas naturistas. Y si quieres consumirlo en tus platos, solo basta seguir algunas recetas. Por otro lado, las preparaciones hogareñas que lo machacan y mezclan con otros ingredientes no pueden considerarse fiables, ya que es imposible regular la dosis y la cantidad en esas condiciones.
2. Planta de hidrastis
La hidrastis, también conocida como sello de oro, es una planta típica de la medicina tradicional de América del Norte. Se le atribuyen propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias; por extensión, se ha sugerido que podría ser uno de los remedios caseros para utilizar en las parasitosis intestinales.
Sin embargo, la evidencia científica al respecto es limitada, controvertida y casi inexistente. Aunque hay algunos registros que avalan algo de actividad antimicrobiana, nada se dice sobre los parásitos.
En Norteamérica se consume en infusión. Aunque se advierte que hay que tener un cuidado especial, ya que existen casos de intoxicación reportados, con consecuencias severas. En general, el uso tradicional está orientado a los trastornos digestivos, sea cual sea su origen.
3. Berberina
La berberina es un alcaloide que se encuentra en varias plantas, incluyendo algunas utilizadas en la medicina tradicional china. Se le atribuyen propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiparasitarias.
En concreto, los estudios revelan diversos mecanismos que el compuesto activa en el cuerpo humano para combatir la leishmaniasis. De todas maneras, la mayoría de las investigaciones fueron realizadas en laboratorio. Y aunque podría combatir al protozoo Leishmania, este no es similar a las típicas parasitosis intestinales.
La berberina está disponible en forma de suplementos y la dosis varía entre las diversas presentaciones. Hay que asegurarse un suplemento de calidad, de una fuente confiable.
4. Papaya
Las semillas de papaya son remedios caseros populares para combatir los parásitos intestinales. Sus compuestos bioactivos, como la carpaina, podrían tener propiedades antiparasitarias.
Se ha sugerido que las propiedades antihelmínticas son las más certificadas por la ciencia. Esto significa que podría ayudar a eliminar o reducir la carga de gusanos intestinales, como se advierte en African Journal of Biotechnology. Además, el efecto se combinaría con las propiedades naturales de la papaya para mejorar la digestión.
Las semillas tienen diversas opciones de uso. Puedes consumirlas crudas, hacer una infusión con agua caliente, agregarlas a ensaladas como componente crujiente o molerlas para utilizarlas como condimento.
5. Artemisa
La artemisa, específicamente Artemisia annua, ha sido estudiada por su potencial efecto antiparasitario. Sobre todo, con relación a los parásitos Plasmodium, que causan la malaria. La artemisinina, un compuesto presente en la planta, sería la responsable del efecto.
En lo que respecta a los parásitos intestinales, como los helmintos, la evidencia es más limitada. Sí se encontraron resultados prometedores con un extracto alcohólico de la planta contra leishmaniasis en experimentos in vitro. También existen referencias, según una revisión divulgada en Pharmacological Research, de la efectividad contra algunas amebas, contra criptosporidiasis y toxoplasmosis.
El empleo habitual es en infusión. Se utiliza una cucharadita de hojas secas de Artemisia annua y una taza de agua caliente. Una vez infusionada la planta, se deja reposar durante 5 a 10 minutos para luego beberla.
Vale aclarar que la dosis es muy difícil de calcular para certificar que sea un tratamiento efectivo en un paciente con malaria o leishmaniasis. Por lo tanto, no sustituye a ninguna terapia médica.
6. Epazote
Este remedio natural es muy empleado en México, de donde es originaria la planta. El epazote (Dysphania ambrosioides) también recibe el nombre de «hierba santa» o «paico».
Se ha sugerido que podría tener beneficios contra algunos parásitos intestinales. En concreto, sería efectivo para ayudar el tratamiento médico de las helmintiasis.
No obstante, tiene contraindicaciones importantes. No deberían consumirlo las embarazadas ni personas con insuficiencia renal.
7. Semillas de calabaza
Las semillas de calabaza han sido tradicionalmente consideradas como un remedio casero para abordar problemas relacionados con parásitos intestinales. Un artículo publicado en International Journal of Molecular Sciences encontró, in vivo e in vitro, que los nematodos reducen su vitalidad al exponerse a extractos de estas semillas.
Para consumirlas, luego de lavarlas, solo hay que ingerirlas crudas. Si decides tostarlas, agregarás otra capa de sabor. Para ello, extiende las semillas en una bandeja y hornéalas a baja temperatura hasta que estén doradas y crujientes.
No hay una dosis certificada para el efecto antiparasitario. Se recomiendan una a dos cucharadas al día.
8. Propóleo
El propóleo es una sustancia resinosa que las abejas producen al mezclar cera con resinas extraídas de brotes de árboles y otras fuentes. Se ha utilizado en la medicina tradicional, debido a sus posibles propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes.
Una publicación de Chemistry & Biodiversity repasó los estudios científicos para certificar su actividad antiparasitaria y encontró lo siguiente:
- Podría ser eficaz contra Plasmodium.
- Sería efectivo contra los protozoos Trypanosoma y Leishmania.
- Existe poca evidencia de su actividad contra helmintos como Fasciola y Schistosoma.
Esto denota que, como uno de los remedios caseros para los parásitos intestinales, no debería considerarse entre las primeras opciones. Además, los estudios analizados usaron dosis precisas que no se pueden igualar en el empleo cotidiano.
Al comprar propóleo podemos encontrarnos con extracto líquido, cápsulas o tabletas, atomizadores bucales o polvo. Además, se comercializa también como un ingrediente más de preparados más complejos. En ningún caso es posible saber cuántos miligramos se podrán absorber en el cuerpo.
¿Qué hago si sospecho de parásitos en mi intestino?
Si sospechas una parasitosis en tu cuerpo, deberías consultar a un médico. Hay algunas medidas generales en tu dieta que puedes aplicar mientras tanto, pero que no serán totalmente efectivas. Sin embargo, podrían calmar tus síntomas hasta que efectúes la consulta. Se trata de reducir el azúcar, aumentar la presencia del ajo y cuidar el intestino con probióticos.
En cuanto a los remedios caseros para los parásitos intestinales, es fundamental destacar que la evidencia científica no se halla establecida por completo. Además, el uso de hierbas y plantas debe ser con precaución, ya que hay que considerar interacciones con medicamentos y efectos secundarios.
Si está en tus planes consumir estos remedios caseros, consulta antes con el profesional de la salud. Obtendrás orientación para que sean un complemento a los medicamentos para eliminar los parásitos y no reemplacen las indicaciones médicas certificadas para curar las parasitosis.
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