Logo image
Logo image

Rinofaringitis en niños: síntomas, causas y tratamientos

4 minutos
La rinofaringitis en niños (o catarro común) es altamente contagiosa, pero, por lo general, no tiene mayores consecuencias. El tratamiento indicado consiste en controlar los síntomas, especialmente la fiebre.
Rinofaringitis en niños: síntomas, causas y tratamientos
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Edith Sánchez
Última actualización: 16 septiembre, 2022

La rinofaringitis en niños es una enfermedad muy común. Es el principal motivo de consulta médica en los menores de entre 6 meses y 8 años. En promedio, en esas edades se consulta al médico hasta seis veces por año por ese motivo.

Se puede decir que esta enfermedad afecta a todos los infantes. La rinofaringitis en niños, conocida popularmente como resfriado o gripe, es ineludible durante la primera infancia. La mayoría de las veces es una afección que se cura sola, aunque en algunas ocasiones puede complicarse. Todo ello queda evidencia en este estudio publicado en EMC-Tratado de Medicina en el año 2010.

Por todo esto, la rinofaringitis en niños es la principal causa de ausentismo escolar, durante la infancia. De hecho, es muy común entre los pequeños que van a la guardería o a la escuela, dado que se transmite por contagio directo.

¿Qué es la rinofaringitis en niños?

Some figure
Hasta el 10 % de los niños pueden tener hemorragias nasales recurrentes, y la mayoría de los episodios se resuelven al crecer.

La  rinofaringitis en niños es una infección que tiene lugar en las vías respiratorias. También afecta a la faringe y a las cavidades nasales. Casi siempre es una enfermedad benigna, aunque altamente contagiosa, ya que principalmente es de origen viral. Y así lo señala esta investigación publicada en EMC-Pediatría.

Se presenta con más frecuencia en los niños, ya que ellos tienen un sistema inmunitario inmaduro y, por lo tanto, no es muy eficaz en la defensa contra bacterias y virus.

Su principal característica es la inflamación de la mucosa que recubre la nariz y la faringe por dentro. En este sentido, hay que tener en cuenta que la faringe está detrás de las fosas nasales y de la boca y se prolonga hasta la primera zona del aparato respiratorio, justo antes de la laringe.

Causas de la enfermedad

La rinofaringitis en niños obedece a múltiples causas, pero las más frecuentes son:

  • Infecciosas.
  • Alérgicas.

La rinofaringitis infecciosa comprende casi la totalidad de los casos. El responsable es, casi siempre, un rinovirus. Sin embargo, hay muchos otros virus con la capacidad de infectar la mucosa de la rinofaringe, como el adenovirus, coronavirus y parainfluenza, entre más de 200.

A veces, la enfermedad también obedece a la acción de algunas bacterias. Por lo general, a Haemophilus influenzae y Streptococcus pyogenes. En este caso, los síntomas se concentran en la garganta y entonces se habla de faringitis o faringoamigdalitis.

La rinofaringitis alérgica se produce por la exposición a un agente alérgeno que, generalmente, es polvo, polen o ácaros. Cada paciente es alérgico a diferentes elementos, por eso no se debe generalizar. Es frecuente que este tipo de rinofaringitis se exacerbe durante la primavera, por la proliferación del polen.

Síntomas de la rinofaringitis en niños

Lo más común es que la enfermedad se desarrolle cuando el niño se toca los ojos, la nariz o la boca con las manos, que se han infectado previamente. Los primeros síntomas aparecen rápidamente. Entre los más comunes, según señala este estudio publicado en la revista Medisan, se incluyen los siguientes:

  • Goteo nasal.
  • Malestar general.
  • Dolor de cabeza.
  • Fiebre.
  • Estornudos.
  • Irritación nasofaríngea.
  • Tos.
  • Dificultad para respirar.

Normalmente, los niños se muestran desganados e irritables. La rinofaringitis en niños es una enfermedad “autolimitada”. Esto quiere decir que, por lo general, se cura sola. Sin embargo, es importante mantener bajo control los síntomas, especialmente la fiebre.

En algunas ocasiones, la enfermedad termina comprometiendo el oído, los bronquios, los senos paranasales, las amígdalas y/o la laringe. En esos casos es mejor acudir al médico. También, si la fiebre es muy alta o el niño presenta notable dificultad para respirar.

Tratamiento de la rinofaringitis en niños

Some figure
Hasta en un 90 % de los casos de sangrado infantil son autolimitados.

El tratamiento básico de la enfermedad consiste en manejar los síntomas para reducirlos. Por lo general, se emplean medicamentos de venta libre con efectos antihistamínicos, antipiréticos, antiinflamatorios y analgésicos. Estos sirven para controlar la inflamación, el dolor y los picos de fiebre.

Uno de los síntomas más molestos para los niños es la congestión nasal. Esta se puede aliviar haciendo lavados de nariz con suero fisiológico o sonando constantemente al niño. Si el caso es muy severo, lo indicado es usar un descongestionante nasal en spray, aunque conviene consultar previamente siempre con el especialista.

Asimismo, cuando el agente causante de la enfermedad es una bacteria, los médicos suelen recurrir a los antibióticos. No obstante, los antibióticos nunca deben tomarse por cuenta propia, sino que deben contar con el visto bueno del profesional sanitario.

Así pues, en los casos de rinofaringitis alérgica, la primera medida a tomar es la identificación del agente alérgeno. Una vez hecho esto, lo correcto es evitar la exposición al mismo. A veces, el médico receta medicamentos para evitar que se desate la rinofaringitis.

En definitiva, ahora que ya conoces las causas, los síntomas y el tratamiento para esta afección, lo importante es darle los mejores cuidados a tu pequeño y, en caso de que te surja cualquier duda, consulta con el especialista para que pueda proporcionar un diagnóstico y tratamiento adecuados.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.