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Dra. Sara Marín, médico: «nunca aprietes la vejiga al orinar si no quieres sufrir incontinencia»

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¿Tienes el hábito de hacer fuerza al orinar? Aunque parezca inofensivo, puede tener varias consecuencias. La médica Sara Marín Berbell indica por qué deberías evitarlo y qué hacer en su lugar.
Dra. Sara Marín, médico: «nunca aprietes la vejiga al orinar si no quieres sufrir incontinencia»
Última actualización: 25 julio, 2025

¿Sabías que apretar el abdomen al orinar puede tener consecuencias para tu salud? Alguna vez, en un apuro, puede que hayas hecho fuerza para que la orina saliera más rápido. Hacerlo una vez no te hará daño, pero la situación es distinta si estás acostumbrado a ello.

La Dra. Sara Marín explica que este hábito común de las mujeres puede traer infecciones urinarias y problemas del suelo pélvico. Pero, no te preocupes. También indica que existen formas de corregirlo. Te contamos por qué no debes hacerlo y cómo mejorarlo.

¿Cómo saber si aprietas la vejiga al orinar?

Si tienes este mal hábito, de seguro te resulte difícil darte cuenta. La próxima vez que vayas al baño, presta atención a si haces fuerza o empujas con los músculos del abdomen para vaciar la vejiga más rápido. Aunque muchas mujeres lo hacen sin saberlo, no es natural ni necesario. En realidad, deberías dejar que tu cuerpo actúe por sí solo sin esa presión extra.

¿Qué puede ocurrir al hacerlo?

La Dra. Marín explica que «la vejiga es como un músculo». Al apretarla, no se vacía bien y corres el riesgo de que pueda deformarse. En consecuencia, puede quedar pis dentro, que desarrolle bacterias y genere infecciones urinarias recurrentes.

Como actúa como un músculo, también podría acostumbrarse a esa ayuda externa que le das al apretar el abdomen. Entonces, como sucede con cualquier otra zona del cuerpo que deja de entrenarse, podría perder su propia fuerza y darte la sensación de tener que ir al baño de forma constante.

Como tercera consecuencia, podrías dañar el suelo pélvico (un conjunto de músculos que sostienen los órganos pélvicos) y debilitarlo. Marín señala que esto dificulta el control de la orina y las heces, junto con otras consecuencias más graves, como la caída de los órganos por fuera de sus lugares normales (prolapso).

¿Qué se aconseja para corregirlo?

En primer lugar, la doctora destaca que lo más importante es relajar el abdomen al ir al baño. Puede parecer difícil, pero lo que debes hacer es dejar que el líquido baje solo, sin apretar para acelerar el proceso.

También, aconseja seguir un horario para hacer las necesidades. En este sentido, no te aguantes cuando de verdad tengas ganas de ir al baño, pero tampoco vayas cada 10 minutos. Sigue horarios que sean regulares, cada tres o cuatro horas.

Como tercer consejo, recomienda orinar después de tener relaciones sexuales. Con ese simple hábito, ayudas a que la zona genital esté limpia y disminuya el riesgo de infecciones.

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Además de estos consejos, no está de más practicar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico un par de veces al día, como los de Kegel. La forma correcta de hacerlos es apretar durante unos segundos, como si quisieras expulsar un gas, y repetir unas diez veces. Así, tonificarás esa zona tan importante y te olvidarás de los problemas urinarios. Si tienes preguntas, no dudes en consultar con tu médico.

Foto de portada: cortesía de «la pura verdad podcast». 

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.