Septoplastia: en qué consiste
Este artículo ha sido revisado en profundidad para garantizar que la información presentada sea lo más precisa posible, cumpla con nuestros estándares de calidad, y presente datos respaldados por fuentes confiables, reflejadas en la bibliografía y los enlaces dentro del texto. Más información
La septoplastia es una cirugía para reparar los conductos de la nariz y facilitar la respiración. Es una operación que se realiza, por lo general, sobre pacientes con el tabique desviado, rinitis recurrente o problemas de sinusitis.
A la septoplastia se le conoce también como reconstrucción septal. Hay que aclarar que no se trata de un procedimiento estético, pues si bien genera un cambio en la forma de la nariz, el objetivo de la intervención no es mejorar la apariencia, sino evitar dificultades de salud.
¿Qué es la septoplastia?
La septoplastia es un procedimiento quirúrgico correctivo para enderezar tabiques desviados. El tabique debe estar en el centro de la nariz; si no está alineado de forma correcta, una de las fosas corre el riesgo de estrecharse, lo que impide el normal flujo de aire causando dificultades para respirar.
Se conoce como dismorfia septal a la presencia de un septum nasal no alineado. Es una alteración cuyo origen puede ser congénito o adquirido. En el primer caso es producto de compresiones intrauterinas, traumatismos en el parto o alteraciones del desarrollo cráneofacial. En el segundo, se debe a traumatismos o crecimiento armónico alterado.
La desviación nasal puede provocar obstrucción, respiración de predominio oral, predisposición a apneas del sueño y sensación de boca seca. Es un problema que suele ser causado por alergias o conductos nasales estrechos.
Sigue leyendo: El sentido del olfato
¿Cómo se realiza esta intervención?
La septoplastia se hace bajo anestesia general en la mayoría de los casos. Es una operación ambulatoria, es decir que no precisa internación prolongada.
El paciente que va a pasar por esta intervención es colocado boca arriba, en la camilla. Su cabeza deberá estar elevada por encima del torso, a unos 30 grados.
El procedimiento se inicia con infiltraciones vasoconstrictoras y anestésicas en la mucosa septal para permitir una correcta disección entre el cartílago y el hueso. Luego se levanta la mucosa, que es el revestimiento interno de la nariz. De este modo, quedan al descubierto los tejidos que deben ser remodelados.
En ocasiones, se hace necesario quitar partes pequeñas de hueso y cartílago. Lo que sigue es colocar la mucosa nuevamente en su lugar y cerrar con sutura. Se suele dejar un tapón nasal durante 48 horas para que no se produzcan hematomas ni sangrados.
Diferencias entre septoplastia y rinoplastia
En términos generales, a toda cirugía en la nariz se le llama rinoplastia. Sin embargo, septoplastia y rinoplastia no son lo mismo, en tanto que la primera tiene como objetivo corregir una dismorfia de tabique y pared nasal; la segunda busca modificar la forma de la nariz.
La rinoplastia es una operación que modifica la estructura externa nasal, mejorando su aspecto estético. Si bien en algunas prácticas puede ayudar al correcto funcionamiento de la nariz, esta cirugía no tiene esa finalidad específica. En conclusión, la principal diferencia radica en que mientras la rinoplastia es una operación de origen médico, la rinoplastia lo es de origen estético.
Antes y después de la cirugía: ¿qué considerar?
Para hacerte una septoplastia debes conversar con tu médico sobre cómo prepararte y qué riesgos puede implicar la misma. Debes tener a mano tu historia clínica para responder a las preguntas del profesional sobre las afecciones que hayas tenido.
El médico llevará a cabo una revisión física en la que te hará una exploración de la piel interior y exterior de la nariz. Es posible que tome fotografías que le servirán como referencia durante la intervención que deba practicar.
Antes de esta cirugía no está recomendado consumir medicamentos como ibuprofeno o aspirina, pues podrían incrementar el sangrado. Si eres tabaquista te pedirán que dejes de fumar días antes de la operación. La jornada previa no debes comer en abundancia ni ingerir bebidas alcohólicas.
Después de la operación debes considerar lo siguiente:
- Descansar con la cabeza levemente elevada.
- Evitar sonarte la nariz durante algunas semanas.
- Usar prendas que cierren y abran por delante o detrás para no pasarlas por la cabeza.
- No realizar actividades extenuantes, como aeróbicos.
- Consumir alimentos no muy calientes y evitar el alcohol.
- No fumar durante los primeros meses.
También puede interesarte: ¿Cómo debe ser la recuperación tras una rinoplastia?
La recuperación de la septoplastia
Es normal sentir inflamación leve en la cara, dolor de cabeza y obstrucción nasal durante la primera jornada tras la septoplastia. La molestia suele ser leve durante la recuperación y es fácil de controlar con analgésicos orales. La congestión tiende a desaparecer al cabo de una semana.
En normas generales, te indicarán que descanses todo el día después de la cirugía. Para ayudar a aliviar la hinchazón se pueden usar compresas frías en el rostro, sin humedecer la nariz. Durante las primeras 24 horas no debes tomar baños o duchas. Para limpiar la zona deberás seguir las indicaciones que te darán antes de darte de alta.
Si se presentan problemas para respirar, hemorragia nasal intensa que no se detiene, dolor que no remite con analgésicos, fiebre alta y escalofríos, desorientación o rigidez en el cuello, debes llamar al médico o acudir al hospital.
Te podría interesar...