Sirope de arce o maple: propiedades y usos en la cocina

Si te gustan los dulces, no te puedes perder el siguiente artículo sobre el sirope de arce, un producto capaz de mejorar las características organolépticas de muchos postres.
Sirope de arce o maple: propiedades y usos en la cocina
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 27 julio, 2023

El sirope de arce es un edulcorante natural que se usa en sustitución del azúcar de mesa y que procede de la savia de un árbol que cuenta con el mismo nombre. Se trata de un vegetal originario de la zona de Norteamérica, aunque Canadá es el mayor productor a nivel mundial en la actualidad.

Este edulcorante, también conocido como sirope de maple, puede conseguirse en casi cualquier supermercado y ofrece una serie de beneficios sobre el estado de salud, sobre todo en comparación con otros tipos de endulzantes.

Antes de comenzar, es importante destacar que se debería reducir la presencia del sabor dulce en la pauta para lograr que el organismo funcione de manera óptima. La mayor parte de las dietas, en la actualidad, presentan una dominancia de esta características organolépticas, lo cual puede ser nocivo a medio plazo. La presencia del dulce en la boca podría disparar la producción de insulina, lo que generaría estrés pancreático.

¿Qué es el sirope de arce?

El sirope de arce es un producto dorado, viscoso, dulce y aromático que se utiliza para endulzar preparaciones culinarias. Se podría equiparar a la miel o a otros jarabes vegetales, como es el caso de los siropes de frutas. Normalmente, se emplea en recetas de repostería o de bollería, aunque también se puede añadir a bebidas, tostadas y lácteos.

Su elaboración es bastante simple. Lo primero que hay que hacer es obtener la savia de la madera de los árboles de arce. Para ello, se realiza un corte sobre la corteza del tronco y se dispone un cubo justo debajo.

Pasado un tiempo, el mismo se llenará de un jarabe espeso. Después, el sirope se filtra y se clasifica según sabor y color antes de embotellar. Hasta se pueden poner en marcha ciertos procesos de ósmosis inversa para eliminar el agua sobrante.

Es importante destacar que existen diversos tipos de sirope de arce. Los siropes de grado A son los de mayor calidad. Apenas cuentan con imperfecciones en su interior. El color es uniforme y el sabor muy puro.

En general, aportan características organolépticas muy intensas. Después, habría que hablar de los de grado 0. En este caso, pueden existir impurezas o un color algo turbio; la calidad es inferior.

Para terminar, se encuentran los denominados como Substandar. Estos se parecen más a un jarabe dulce como tal, sin las notas de sabor y de aroma típicas del jarabe de arce. Es el producto de menor calidad que puede haber sido sometido a un proceso de refinado intenso.

Árbol de arce.
Los arces tienen una distribución mundial variada, aunque requieren ciertas condiciones climáticas para su crecimiento.


Propiedades nutricionales del jarabe de arce

El sirope de arce está compuesto fundamentalmente por sacarosa y agua. Por este motivo, provoca un impacto significativo sobre las glucemias sanguíneas. Hay que tener cuidado con esto, ya que el consumo regular de azúcares simples ha demostrado incrementar el riesgo de desarrollar patologías metabólicas, como es el caso de la diabetes de tipo 2. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Current Diabetes Reports.

Por cada 100 gramos de producto, el sirope de arce aporta unas 265 kcal, siendo el 67 % procedentes de los carbohidratos simples. Es verdad que el azúcar blanco tiene un índice glucémico superior, pero a efectos prácticos el impacto de ambos alimentos sobre el organismo es bastante similar. No se debe abusar de ninguno de los dos para asegurar el buen funcionamiento del metabolismo a medio plazo.

Ahora bien, el sirope de arce concentra en su interior algunos fitoquímicos con capacidad antioxidante. Estos elementos neutralizan la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo, tal y como afirma un estudio publicado en la revista Infectious Disorders Drug Targets . No obstante, esto no será suficiente para compensar el efecto de los azúcares libres.

¿Cómo usar el sirope de arce en la cocina?

El sirope de arce es un producto que puede mejorar el resultado final de muchas elaboraciones dulces. Se incluye en las recetas como sustituto de otros edulcorantes para, así, aportar unas notas de sabor muy características.

Aunque es posible servirlo en crudo como aderezo, también cabe la oportunidad de emplearlo en diferentes platos que pasarán por procesos de cocción. Incluso, puede quedar bien en elementos que serán horneados.

Eso sí, hay que tener en cuenta que se trata de un comestible con mayor capacidad endulzante que el azúcar. Por ello, habría que corregir la cantidad empleada en las recetas en caso de utilizarlo en sustitución de otros edulcorantes. Normalmente, se debe añadir un total de 3/4 de taza de sirope de arce por cada taza de azúcar.

A la hora de conservar este producto, habrá que garantizar que se guarda en un lugar fresco y seco, alejado de la luz del Sol. Puede tener una vida útil extensa, superior incluso a los 2 años. Eso sí, cuando se abre, lo mejor será mantenerlo en refrigeración, en la puerta de la nevera. En estas condiciones, se conserva un año sin problema.

Azúcar.
El sirope de arce puede sustituir al azúcar, pero en menor proporción, pues tiene alta capacidad endulzante.

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Sirope de arce, un endulzante muy sabroso

Como has visto, el sirope de arce es un endulzante con unas notas de sabor características que puede resultar excelente para mejorar el resultado final de diferentes postres.

Se emplea a menudo mezclado con mantequilla, añadido a los cereales, en forma de coberturas e, incluso, como parte de glaseados de platos salados, como puede ser la carne asada. Su vida útil es larga y hay diferentes tipos de calidades disponibles en el mercado.

Para terminar, recuerda que hay que ser moderados con la presencia de los dulces en la pauta. Estos suelen impactar sobre las glucemias generando una sobredemanda al páncreas.

Es cierto que si se realiza ejercicio físico de manera regular, los peligros son menores, pero aun así habrá que limitar el consumo de este tipo de comestibles. Sobre todo hay que ojear los etiquetados en el caso de que sean de origen industrial para descartar la presencia de las grasas trans.


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