¿Qué es la sobrecompensación en psicología?

A través de la sobrecompensación, las personas pretenden desconocer sus debilidades. No obstante, dado que se lleva al extremo, se convierte en un obstáculo.
¿Qué es la sobrecompensación en psicología?
Maria Fatima Seppi Vinuales

Revisado y aprobado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales.

Última actualización: 06 julio, 2023

Para hablar de sobrecompensación es necesario explicar primero qué es la compensación. En líneas generales, se trata de poner el acento en un área de nuestras vidas para disimular otra faceta que no nos gusta o no nos favorece tanto. A priori, se considera positiva, dado que permite trabajar mejor sobre las fortalezas para que tengan mayor peso que las debilidades.

Sin embargo, llevada al extremo, se convierte en lo que llamamos «sobrecompensación», un modo de defensa que se emplea para evitar o desconocer aquellas debilidades. Su gran inconveniente es que es un obstáculo para crecer y para salir de la zona de confort. Nos deja presos justamente de aquello que se rechaza o se teme. ¿De qué se trata y cuál es su origen?

¿Qué es la sobrecompensación?

Todas las personas usamos mecanismos de defensa. En principio porque nos sirven para hacer una transición hasta poder aceptar una determinada situación. Es decir, se ponen en juego para evitar el sufrimiento hasta alcanzar de nuevo el equilibrio.

No obstante, estos deben suponer algo pasajero y no nos pueden dejar anclados. Su fin debería ser fortalecer nuestra capacidad para afrontar nuevas realidades y adaptarnos a ellas. Por citar algunos ejemplos, nos encontramos con la proyección, la negación y la intelectualización.

Asimismo, entre estos se destaca la sobrecompensación. Se trata de la exageración de un aspecto determinado con el objetivo de ocultar, distraer o minimizar una característica que nos avergüenza y nos hace sentir inferiores. Dicho de otro modo, se hace énfasis en un lado para desviar la atención del otro. Sin embargo, los rasgos pueden ser tanto reales como imaginarios.

La idea de la sobrecompensación fue desarrollada por Alfred Adler, creador de la «psicología individual», quien la explica a partir de acontecimientos ocurridos en la infancia. Adler refería que la situación de dependencia del adulto en los primeros años de vida podía generar en el niño o la niña una situación o complejo de inferioridad, de sentirse vulnerable.

Además, todo lo anterior resultaría potenciado por otros factores como estilos parentales autoritarios, que consienten demasiado o que son sobreprotectores. De esta manera, en la vida adulta, estos mismos niños buscan evitar repetir esta situación de inferioridad y se defienden de ella a través de la sobrecompensación, es decir, exagerando algunos rasgos para minimizar otros.

Como puede observarse, las experiencias de la infancia tienen gran repercusión en la adultez, según Adler, quien se interesó en esta idea a partir de lo propuesto por Freud.

La sobrecompensación suele ocultar sentimientos de inseguridad y vergüenza. Por eso, se vuelve limitante.

Ejemplos de sobrecompensación

A continuación, algunos ejemplos de cómo opera la sobrecompensación:

  • Una persona que se siente inferior porque a lo largo de su infancia escuchó que no era capaz, que era inútil y que nada le salía bien se convierte en un jefe autoritario, soberbio, incapaz de considerar opiniones ajenas, puesto que «se las sabe todas». De esta manera, aquella inferioridad es sobrecompensada de una manera negativa, ya que se torna desagradable y ninguno de sus empleados quiere estar cerca de él.
  • Una persona que no se sintió querida y que busca afecto se vuelve complaciente, busca agradar a todo el mundo, a cualquier costo. Acepta ser el blanco de las bromas, siempre es quien cede, no es capaz de decir lo que le molesta por temor a ofender.
  • Alguien que ha sido muy controlado, con poca autonomía y libertad para decidir, intentará en su vida adulta ser muy independiente; huirá de todo aquello que sienta como limitante y que lo deje prisionero.


¿Qué tener en cuenta sobre la sobrecompensación?

La sobrecompensación se caracteriza por una supuesta forma de «equilibrar», que se expresa de manera exagerada y extrema. Por eso, con el tiempo es una medida que se vuelve disfuncional. Nada llevado al extremo es positivo o auténtico.

Hay que poner mucha atención en este rasgo de «lo grotesco», porque es allí donde se encuentra la diferencia de emplear un recurso saludable o no. Nadie niega lo positivo que puede resultar buscar no focalizarse en aquello que valoramos como un defecto para poner toda la atención en aquello en lo que nos sentimos fuertes.

El inconveniente de la sobrecompensación es que se trata de un «defecto» que no es elaborado, sino más bien rechazado. Así, siempre estamos al borde de la amenaza, como en un equilibrio precario, porque en cualquier momento aquello que se intenta ocultar puede salir a luz.

Entonces, ¿quién puede vivir tranquilo haciendo un esfuerzo permanente porque «no se note»? Por todo esto, este mecanismo es más bien un contraataque, en lugar de ser un recurso resiliente.

¿Qué tener en cuenta sobre de la sobrecompensación?
La sobrecompensación puede conducir a un desgaste de energía. No es bueno llevar al extremo la necesidad de evitar aquello que nos disgusta de nosotros mismos.

Aprender a reconocer nuestras emociones como señales

En principio, la sobrecompensación bien aplicada y en situaciones puntuales no es perjudicial, sino todo lo contrario, puede ser muy funcional. El inconveniente es cuando se convierte en una defensa rígida, que empleamos como comodín, de manera permanente, sin distinguir las situaciones.

Por ello, es importante aprender a tener contacto con nuestras emociones, aceptar aquellas cosas que no nos hacen bien y trabajar para mejorarlo. Negarlo y ocultarlo no lo hace desaparecer. De hecho, intentar «mantener a raya» lo que nos disgusta provoca un desgaste de energía significativo.

Además, contrario a lo que pensamos, nos deja a su merced, en un rol pasivo. Así pues, lo más saludable es afrontarlo, procesarlo y superarlo. Si bien requerirá de trabajo y de acompañamiento profesional, vale la pena iniciar un proceso de cambio.


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