¿Cómo preparar spaghettis napolitanos?
Cuando hablamos de recetas de pasta italianas, en la sencillez puede estar el éxito. Esto es lo que ocurre con los spaghettis napolitanos: un plato fácil, pero de los más sabrosos y nombrados que se pueden elaborar.
Y es que con un poco de tomate, aceite, ajo y albahaca obtenemos una salsa deliciosa que funciona para acompañar cualquier tipo de pasta. Uno de los clásicos que nunca falla. Nos ponemos manos a la obra y lo comprobamos.
Los espaguetis al modo napolitano
No existe casi ningún ingrediente tan universal como la pasta. Es versátil, accesible, nutritiva, fácil de preparar y gusta a casi todo el mundo.
El debate acerca de su origen sigue vivo a día de hoy. No obstante, lo que está claro es que en pocos países como en Italia se puede disfrutar de tantas pastas y salsas diferentes. Una de las más emblemáticas y universales es la que aprendemos a preparar hoy, los spaghettis napolitanos.
Esta salsa a base de tomates es un básico, que se puede emplear tanto para sazonar la pasta y los gnocchi, como para la base de una pizza. En realidad, en Italia se conoce con el nombre genérico de suggo di pommodoro a secas (jugo de tomates).
Como hemos visto, su preparación es sencilla y solo necesita 4 ingredientes básicos: tomates, aceite, ajo y albahaca. Sin olvidarnos, claro está, de un buen queso curado que añadiremos justo al momento de servir.
Así que, sin más explicaciones, os contamos a continuación qué cantidades necesitamos y cuáles son los pasos a seguir para culminar con éxito esta receta.
Cómo preparar los spaghettis napolitanos
Vamos a describir la forma tradicional de elaborar esta receta y os comentamos algunos trucos y recomendaciones a tener en cuenta para lograr un plato excepcional.
Ingredientes
- 350 gramos de spaghetti.
- 1/2 kilo de tomates.
- 4 cucharadas de aceite de oliva.
- 4 dientes de ajo.
- Un puñado de hojas de albahaca.
- Sal y pimienta.
- Queso parmesano al gusto.
Preparación
- Para empezar la elaboración del plato escaldamos los tomates para poder retirar la piel y las pepitas. Para ello, hacemos un pequeño corte en forma de cruz en la punta de los tomates. A continuación calentamos una olla con agua y, cuando empiece a hervir, los sumergimos durante 1 o 2 minutos. Después los retiramos y los pasamos por agua fría.
- Cuando ya no están calientes, retiramos la piel, que se debe desprender con facilidad. Partimos por la mitad y sacamos las semillas. Los cortamos en dados y ya tenemos los tomates a punto para seguir con la elaboración de la salsa.
- Ahora ponemos una sartén al fuego con el aceite de oliva. Pelamos y picamos los ajos muy finos y los doramos (cuando el aceite está caliente).
- Pasados unos 5 minutos agregamos los tomates, salpimentamos al gusto y dejamos que se cocine durante un cuarto de hora. Por último, incorporamos las hojas de albahaca picadas y esperamos dos minutos más que se haga todo junto.
- Mientras, vamos a preparar la pasta. Para ello, calentamos agua abundante en una olla grande y cuando esta hierva, vertemos los spaghetti y los dejamos cocer el tiempo indicado por el fabricante.
- Cuando están al punto, los escurrimos y los introducimos en la sartén con la salsa ya finalizada. Mezclamos bien, servimos en platos individuales y decoramos con la cantidad deseada de queso parmesano rallado.
Lo más aconsejable es elaborar el plato justo antes de comer. Todo lo que sobra, se conserva bien en la nevera.
Tal como apuntan desde el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las sobras se tienen que introducir en el frigorífico lo más rápido posible y no pueden pasar más de 2 horas a temperatura ambiente. Asimismo, se tienen que guardar en recipientes herméticos y guardar un máximo de 4 días.
Las cantidades comentadas sirven para obtener unas 4 raciones. No obstante, también se puede preparar salsa en más cantidad y congelarla. Así, la tendremos siempre a punto.
Qué más tener en cuenta para hacer esta receta
Aunque se trata de una receta fácil de preparar y con pocos secretos, existen algunas recomendaciones básicas a la hora hacer la pasta y la salsa que pueden determinar el resultado final.
Por un lado, y cómo pasa con casi todo lo que cocinamos, elegir ingredientes de calidad es el puntal número uno para el éxito y para un plato sabroso al 100 %.
Los mejores tomates para hacer la salsa napolitana son los rojos y maduros. Es importante que tengan poca agua y mucha carne. De manera opcional, si no los encontramos o estamos fuera de temporada, podemos usar tomates en conserva.
Por otro lado, sazonar con queso rallado es algo opcional. El parmesano es un clásico que nunca falla, pero también son válidos otros quesos curados como el pecorino y el grana padano.
En referencia a los spaghettis, recordamos que se puede elegir cualquier tipo de pasta sin gluten para las personas celíacas. Y, siempre que sea posible, es preferible cocinar con pasta integral.
Si bien los italianos no son amantes de incluir variaciones en sus recetas, en la salsa napolitana podemos añadir cebolla en el sofrito u otras hierbas aromáticas como el orégano.
Por último, hay que tener en cuenta que la salsa debe quedar cocinada antes que la pasta, que siempre se añade en el momento final. De esta forma, evitamos que esta última quede en reposo y acabe con un punto de cocción más hecho del debido.
Descubre todo el sabor de este verdadero plato italiano
Los spaghettis se pueden preparar con muchas salsas, pero con esta receta recuperamos todo el auténtico sabor italiano.
Como hemos visto, con pocos ingredientes y unos pasos sencillos, obtenemos un plato muy versátil para el día a día o para ofrecer en ocasiones especiales con la familia y amigos.
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- Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Food Safety and Inspection Service. (2020). Leftovers and food safety. Consultado el 19 de junio de 2023. https://www.fsis.usda.gov/food-safety/safe-food-handling-and-preparation/food-safety-basics/leftovers-and-food-safety
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