Terapia de testosterona: beneficios y riesgos

¿Estás pensando en una terapia de testosterona para elevar el vigor o el deseo sexual? Sigue leyendo y conoce los riesgos y beneficios, antes de tomar la decisión.
Terapia de testosterona: beneficios y riesgos
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 10 julio, 2023

La terapia de testosterona es un tratamiento muy usado en la actualidad. Se recomienda como método para prevenir o revertir las consecuencias relacionadas con la baja producción de dicha hormona.

A medida que envejecemos, los niveles de testosterona comienzan a descender de manera lenta, pero gradual. Esto puede causar cansancio o escaso deseo sexual. De allí que la terapia con testosterona se promocione como una alternativa antienvejecimiento.

¿Qué sucede con la testosterona a través de los años?

La testosterona es una hormona producida por los testículos que cumple diversas funciones en el organismo. Se relaciona con la fuerza y la masa muscular, el impulso o el deseo sexual, la producción de espermatozoides y glóbulos rojos, y hasta con la densidad ósea.

Los niveles de esta hormona están en su máximo durante la juventud. Pero según los estudios, la testosterona comienza a reducirse desde los 30 años. Al alcanzar los 80, la producción ha descendido hasta la mitad.

En el caso de los hombres mayores de 50, es importante determinar si esto se debe al envejecimiento normal. Es que la baja de testosterona también puede deberse a alguna enfermedad, como el hipogonadismo o los problemas tiroideos. U otras causas, como obesidad, depresión, consumo de alcohol y reacción a medicamentos.

Ahora bien, cuando la hormona masculina ha descendido por debajo de cierto nivel, comienzan a aparecer diversos síntomas:

  • Cansancio y disminución de la fuerza.
  • Reducción del volumen muscular con aumento de la grasa corporal.
  • Bajo apetito sexual con disminución de la calidad y la frecuencia de las erecciones.
  • Disminución de la densidad ósea.
  • Ginecomastia (inflamación y sensibilidad en las mamas).
  • Sensación de desánimo con dificultad para concentrarse o recordar cosas.
Pérdida de la libido por baja testosterona.
La reducción de la testosterona podría explicar algunas situaciones de menos libido.

¿Qué es la terapia de testosterona?

La terapia de reemplazo de testosterona se usa para ayudar a mejorar algunos síntomas como los mencionados. El tratamiento puede ser administrado de varias maneras. Se puede aplicar en la piel con un gel que viene en sobres, con un contenido equivalente a 50 miligramos de testosterona.

También hay cápsulas, que están entre las más demandadas. Se promocionan como potenciadoras hormonales, sin embargo, no especifican a cuánto equivale cada dosis.

En las inyecciones se usa el undecanoato de testosterona. Una ampolla de este compuesto contiene 1000 miligramos, de los que 630 miligramos corresponden a testosterona. Se administra vía intramuscular en intervalos de 12 semanas.

Se estima que, una vez inyectado el undecanoato, los niveles de testosterona se mantienen dentro del rango fisiológico por aproximadamente tres meses. A propósito de esto, los niveles normales de testosterona en el hombre deben ser los siguientes:

  • En sangre: 288 a 1070 nanogramos por decilitro (ng/dl).
  • Testosterona libre: 90 a 300 picogramos por decilitro (pg/ml).

¿Cuáles son los beneficios de la terapia de testosterona?

En una revisión sobre el tema, se encontró en diversos estudios evidencia acerca de que hombres con un nivel por debajo de 12 nanomoles por litro (nmol/L) habían mejorado con la terapia de testosterona. En tal sentido, incrementaron los puntajes de función eréctil y motivación sexual, así como las relaciones sexuales exitosas.

También se hizo un estudio clínico con 163 hombres con hipogonadismo, que usaron gel durante un máximo de 42 meses. Este tratamiento normalizó los niveles medios de testosterona sérica y libre. Además de la función sexual, aumentó la masa muscular magra, con la consiguiente reducción de la grasa.

En estas y otras investigaciones se mencionan beneficios de la terapia con testosterona en varios aspectos metabólicos, como la capacidad de procesar glucosa. Asimismo, se señalan mejoras en la densidad mineral ósea, un incremento en la fuerza, mayor resistencia y reducción del colesterol total.

Por otra parte, se ha encontrado evidencia de que la terapia de testosterona incide positivamente en variables relacionadas con el estado de ánimo en hombres con hipogonadismo. Por último, según las investigaciones realizadas con hombres mayores, se considera bueno el impacto de la terapia de testosterona en el funcionamiento cognitivo.

¿Quiénes son aptos para una terapia de testosterona?

Para comenzar, la terapia con testosterona no se recomienda y no es apropiada ni necesaria en personas sanas. Sin embargo, en la actualidad hay un fuerte marketing en torno a este tipo de tratamiento, lo que hace que los productos para incrementar el nivel de dicha hormona tengan alta demanda.

En muchos hombres hay tendencia a adquirir productos para elevar la testosterona y contrarrestar situaciones de baja libido, por ejemplo. Pero, ¿es esto necesario?

Lo cierto es que los siguientes casos son indicativos de uso, siempre prescrito por un médico:

  • Hipogonadismo.
  • Cáncer testicular.
  • Disfunción en el hipotálamo o la hipófisis.
  • Hipotiroidismo.
  • Obesidad mórbida.
  • Efectos secundarios de una quimioterapia.

Por lo tanto, en estos casos sí se considera necesario que los hombres reciban terapia de reemplazo de testosterona para mejorar algunos síntomas. Pero no así en otras situaciones, ya que los efectos podrían ser contraproducentes.

Contraindicaciones y riesgos de la terapia de testosterona

En diversos estudios, además de los beneficios potenciales de la terapia de testosterona, también se observaron reacciones y resultados adversos. En un ensayo clínico se encontró una alta tasa de eventos cardiovasculares en hombres mayores de 65 años que usaban gel.

Por otra parte, se considera que este tipo de abordajes pueden acelerar la progresión de una hiperplasia benigna de próstata. Asimismo, podría afectar a los pacientes con hipercalciuria e hipercalcemia debida a metástasis óseas.

La terapia de testosterona está totalmente contraindicada en varios casos. Por ejemplo, en hombres que tienen o han tenido tumores hepáticos, que tengan carcinoma prostático o carcinoma de la glándula mamaria.

Se sugiere proceder con precaución en la terapia de testosterona en pacientes con alguna de las siguientes condiciones:

Asimismo, se deben tomar precauciones adicionales en la interacción de la terapia de testosterona con otros medicamentos, como los anticoagulantes orales, los corticoesteroides e incluso la insulina.

La terapia puede potenciar la depresión, la apnea del sueño y afectar la espermatogénesis. También algunos hombres experimentan acné, hinchazón en los pies, sensibilidad en las mamas y aumento de los glóbulos rojos (policitemia).

Coágulo de sangre.
La testosterona exógena podría asociarse a cuadros de coagulación exagerada y peligrosa.

Esta terapia no es mágica ni se indica a todos los hombres

Conforme pasan los años y comenzamos a envejecer, surgen diversos temores en relación con nuestra salud, vigor, fuerza y hasta el funcionamiento sexual. Sin embargo, esto no significa que debamos apelar a una terapia de testosterona.

De hecho, es posible que algunos de esos síntomas se deban más bien a otras causas. Hay que hacer un examen de sangre para conocer los niveles. E inclusive, aunque la hormona esté baja, si no se detecta una afección médica que sea la potencial causa de la disminución, existen formas naturales para aumentar la testosterona.

El simple hecho de estar cansado o tener una disminución del apetito sexual no es motivo suficiente para usar testosterona. Si la función eréctil es un problema, no necesariamente esta terapia lo va a solucionar.

Finalmente, la terapia con testosterona tampoco es la panacea ni la fuente de la juventud eterna. Y no está claro si en realidad ayuda a los hombres que están sanos. Tiene beneficios, pero también riesgos.


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