Tipos de celulitis y su tratamiento: acuosa, fibrosa o adiposa

La celulitis puede ser adiposa, fibrosa o acuosa. Sus características son claves para un tratamiento estético satisfactorio. Te contamos más al respecto.
Tipos de celulitis y su tratamiento: acuosa, fibrosa o adiposa
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 25 mayo, 2023

La celulitis, también llamada «piel de naranja» es una enfermedad de la piel que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Esta patología suele originar gran malestar e incidir en el autoestima de las personas. ¿Te interesa conocer cuáles son los tipos de celulitis y su tratamiento? A continuación te contamos.

La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) estima que entre un 85  y un 98 % de las mujeres padece celulitis en algún momento de su vida. Esta es más común en las personas de raza blanca y su incidencia en hombres no supera el 10%.

En la mayoría de los casos, los diferentes tipos de celulitis son la manifestación temprana de un problema subyacente. Tal es el caso de los trastornos hormonales, las dietas inadecuadas y la intolerancia a ciertos alimentos. El tratamiento oportuno es fundamental para mejorar la apariencia de la piel y evitar su progresión.

¿Qué es la celulitis?

La celulitis o «piel de naranja» se conoce en medicina estética como «paniculopatía edemato-fibro-esclerótica (PEFE)». Se trata de una enfermedad de la piel que aparece como resultado de alteraciones metabólicas y endocrinas.

Suele manifestarse con pequeños bultos y depresiones irregulares en la superficie cutánea. Es común a nivel de los muslos, en la región glútea, en la parte superior de los brazos y en la parte baja del abdomen, según estudios.

Por lo general, aparece durante etapas de cambios hormonales en la mujer, como el embarazo o la pubertad. En sí, se origina por un aumento en la cantidad y el tamaño de las células grasas o adipocitos, con la consiguiente alteración del drenaje vascular.

En este sentido, existirá mayor retención de grasa y líquidos, acompañado de endurecimiento de las fibras de la piel, lo que da el aspecto característico de esta condición. Este problema estético no debe confundirse con la celulitis infecciosa.

Esta última es un trastorno inflamatorio que aparece ante la invasión de la piel por gérmenes patógenos. A diferencia de la piel de naranja, en la celulitis infecciosa la superficie cutánea estará hinchada, roja, caliente y dolorosa al tacto.

¿Qué es la celulitis?
La celulitis se manifiesta como pequeños hoyuelos en la superficie de la piel.


Síntomas de la celulitis

Es común que los síntomas de los diferentes tipos de celulitis aparezcan durante la adolescencia. En formas tempranas suele existir un aumento en el grosor de la piel sin otro tipo de manifestaciones. En general, se presenta lo siguiente:

  • Pequeñas depresiones en la piel.
  • Bultos irregulares.
  • Nódulos profundos. 
  • Disminución de la elasticidad.
  • Sensación de pesadez o adormecimiento en la zona.
  • Dolor a la palpación en casos avanzados.

Principales causas

Esta condición tiene una base principalmente hormonal y genética. De igual forma, las variaciones de peso son uno de los factores que más contribuyen a su aparición. No obstante, el principal responsable es la sobreproducción hormonal.

El exceso de hormonas en el organismo promueve un funcionamiento anormal de los adipocitos. Estos últimos se inflaman y aumentan de tamaño y de número, hasta convertirse en nódulos de grasa. Además, las fibras de piel se hacen más tensas, lo que forma una red rígida que tira hacia abajo y que da el aspecto de piel de naranja.

En general, las causas más frecuentes de celulitis son las siguientes:

  • Pubertad.
  • Embarazo.
  • Uso de estrógenos exógenos. 
  • Sedentarismo.
  • Alimentación abundante en grasas, sodio y azúcares.
  • Uso de ropa ajustada.

¿Cuáles son los tipos de celulitis?

Hoy en día, los expertos reconocen tres tipos de celulitis; adiposa, fibrosa y acuosa. Estas tienen características diferenciales entre sí y pueden aparecer en la misma persona.

Celulitis adiposa

Es la forma más común de todos los tipos de celulitis. Se caracteriza porque la zona afectada pierde la consistencia, se hunde con facilidad al tocarla y se mueve con claridad con el movimiento o los cambios de postura. Por tal motivo, también es denominada «celulitis flácida» o «blanda».

De igual forma, suelen presentarse bultos e irregularidades en la piel. No suele acompañarse de dolor, pero puede producir cierto nivel de pesadez. En general, se debe a la acumulación de grasa bajo la piel debido a la mala alimentación, la falta de ejercicio físico o los planes dietéticos drásticos.

Asimismo, suele localizarse en los glúteos, las caderas, los muslos, la cintura, el abdomen y la cara interna de las rodillas. En general, para promover su disminución, se recomienda lo siguiente:

  • Reducir el consumo de grasas saturadas y de comidas procesadas.
  • Incorporar alimentos con alto contenido de fibra y grasas buenas, como el aguacate y el aceite de oliva.
  • Aumentar la ingesta de agua.

Por otro lado, son de gran utilidad los masajes anticelulíticos localizados. También funcionan algunos procedimientos como la presoterapia, la mesoterapia y la carboxiterapia.



Celulitis fibrosa

Se trata del tipo de celulitis más difícil de eliminar. Esta es frecuente en mujeres jóvenes con obesidad, e incluso en mujeres delgadas. En general, la piel afectada suele tornarse endurecida, como un bloque compacto, producto del engrosamiento de los septos que atrapan a los nódulos de grasa. Suele llamarse «celulitis dura» o «compacta».

De igual forma, se caracteriza por ser dolorosa al tacto, producto de la compresión de los nervios en la zona. Además, la piel suele estar sometida a mucha tensión y promueve la aparición de estrías. En algunas ocasiones la zona afectada puede tornarse fría.

Este tipo de celulitis se forma típicamente en los glúteos, las rodillas, la cara interna de los muslos y los brazos. Las recomendaciones de tratamiento incluyen una dieta balanceada, abundante en proteínas y baja en grasas. El ejercicio físico también supone una ventaja terapéutica.

Los tratamiento estéticos de mayor utilidad son la endermología LPG y el ultrasonido. Por su parte, la radiofrecuencia corporal también ha brindado buenos resultados en un gran número de personas con este tipo de celulitis.

Celulitis acuosa

La celulitis acuosa se conoce también como «celulitis edematosa». En la misma se suelen observar al mismo tiempo características de los dos tipos de celulitis descritos con anterioridad. En la mayoría de los casos, la piel afectada es blanda y flexible al tacto. Además, puede o no acompañarse de dolor.

Su presencia se relaciona con la retención de líquidos, producto de problemas en la circulación linfática o venosa. Se localiza clásicamente en los muslos, los glúteos, el abdomen y los brazos. Las personas afectadas suelen referir pesadez e hinchazón en las piernas.

El tratamiento estético más efectivo es el drenaje linfático por presoterapia. De igual forma, es aconsejable el uso de electroescultura o endermología para recuperar la firmeza y la elasticidad de la piel. Asimismo, los deportes de mediano impacto son ideales para recuperar el tono muscular y reducir el exceso de grasa.

Tratamientos estéticos disponibles

En la actualidad, existe un gran número de medicamentos que ayudan a destruir el tejido graso y mejorar la celulitis. Tal es el caso de los fármacos con efecto lipolítico, los activadores de la microcirculación, la fosfatidilcolina y el retinol.

Los dermatólogos son los profesionales capacitados para diagnosticar y clasificar los tipos de celulitis. En función de esto, también orientarán hacia un tratamiento adecuado. Los métodos estéticos más comunes para tratar esta afección son los siguientes:

  • Ondas acústicas de alta energía.
  • Radiofrecuencia y ultrasonido.
  • Endermología LPG. 
  • Presoterapia.
  • Mesoterapia corporal.
  • Carboxiterapia.
Tratamientos estéticos disponibles
La combinación de hábitos saludables y algunas terapias estéticas permite reducir en gran medida la apariencia de la celulitis.

Recomendaciones para prevenir los tipos de celulitis

La celulitis es una afección que se puede prevenir a través de pequeños cambios en los hábitos y el estilo de vida. Algunas de las recomendaciones más útiles para reducir el riesgo de padecer este problema estético abarcan lo siguiente:

  • Aumentar la ingesta de vitamina C, vitamina E y potasio.
  • Reducir el consumo de alimentos con sodio, grasas y azúcares.
  • Evitar tomar alcohol y café.
  • Eliminar el hábito tabáquico.
  • Beber abundante agua. 
  • Realizar ejercicio de formar regular, al menos 2 a 3 veces por semana.

Un problema estético frecuente en las mujeres

Como ves, existen diferentes tipos de celulitis y su tratamiento varía según las características y la gravedad del cuadro. Ahora mismo, el dermatólogo puede orientar hacia diversas estrategias para minimizar su aspecto y mejorar la salud de la piel. ¡No dudes en consultar!


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