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Tratamiento casero para las uñas encarnadas del pie

5 minutos
Según la sabiduría popular, el limón y la sal actúan como desinfectantes y antiinflamatorios, por lo que nos pueden ayudar a reducir las molestias provocadas por las uñas encarnadas.
Tratamiento casero para las uñas encarnadas del pie
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López

Última actualización: 25 mayo, 2023

Las uñas encarnadas (onicocriptosis) son un problema que puede surgir por diversas razones, empezando por una mala manicura o pedicura. No obstante, está claro que en todo caso se trata de un asunto incómodo y antiestético que amerita atención.

Si una o varias uñas encarnadas no se atienden de la manera adecuada desde el primer momento, puede ir a más con el paso de los días. Esto se traduce en más inflamación, más dolor y enrojecimiento.

A continuación, te explicamos con más detalle qué son las uñas encarnadas, por qué se originan y algunos remedios naturales muy sencillos de preparar que ayudan a aliviar las molestias.

¿Qué son las uñas encarnadas? ¿Cuáles son sus causas?

Cuando vemos que se nos enrojece la piel que hay en el borde de la uña, y que incluso se ha infectado y causa dolor (tanto al tocarlo directamente como al caminar o realizar otras actividades), es posible que tengamos una uña que se nos ha incrustado en la carne que la rodea. Lo más habitual es que nos pase en el dedo gordo, pero en realidad nos puede suceder en cualquier dedo.

La onicocriptosis no tiene una única causa, sino más bien varias. Uno de los motivos más habituales es el uso de zapatos inadecuados que nos aprietan o que no se ajustan bien, en especial, si realizamos deportes o actividades que nos exijan movernos o estar de pie a menudo.

También puede deberse a que las uñas que no han sido recortadas correctamente o a cuestiones físicas del pie, como deformaciones o formas especiales de los dedos, los cuales causan una presión adicional sobre otros dedos del pie.

Hay que tener en cuenta que, por cuestiones genéticas, algunas personas nacen ya con las uñas de los pies encorvadas, demasiado grandes o con tendencia a crecer hacia abajo. Por eso, hay personas que sufren a menudo este problema, a pesar de llevar el calzado adecuado y vigilar con atención el corte de las uñas.

La atención del podólogo no está de más en estos casos.

¿Cuándo se debe ir al médico?

Las personas con diabetes que tengan uñas encarnadas deben al médico, podólogo o dermatólogo antes de recurrir a cualquier tratamiento casero. Lo mismo aplica para las personas que sufren lesiones en los pies, tobillos o piernas o mala circulación en los pies.

Por otra parte, deberíamos ir al especialista cuando percibimos que hay pus debajo de la inflamación, ya que las infecciones conviene tratarlas lo antes posible con un tratamiento específico. Al mismo tiempo, es imprescindible evitar manipular el área por cuenta propia, pues esto podría traer complicaciones.

Finalmente, si las uñas se nos encarnan a menudo y no hemos encontrado la causa, un médico también nos ayudará a resolver este molesto problema. De manera complementaria, podríamos acudir al podólogo.

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¿Cómo se hace el tratamiento natural para las uñas encarnadas?

Un método casero, sencillo y natural para tratar las uñas encarnadas (o mejor dicho, aliviar algunas de las molestias que produce) es el siguiente que vamos a compartirte, paso a paso. Cabe destacar que solo se debe utilizar en casos leves. 

  • Sumergimos el pie afectado en agua caliente varias veces a lo largo del día. Lo dejamos un par de minutos y  secamos bien.
  • Masajeamos con suavidad la zona afectada, con la ayuda de un poco de aceite de oliva o de almendra. Si tenemos tendencia a las infecciones, podemos añadir una gota de aceite esencial de árbol de té, ya que tiene propiedades antibióticas.
  • Cogeremos un trozo pequeño de algodón o hilo dental, lo humedeceremos. Intentaremos colocar el hilo con paciencia debajo de la uña.
  • Cuando notemos que la zona se ha reblandecido, después de realizar varias veces este proceso, repetiremos estos pasos y cortaremos la uña con cuidado con un cortaúñas limpio y afilado.
  • Cortaremos la uña de manera recta, dejándola de forma cuadrada y sin recortarla demasiado. Las zonas que estén encarnadas, las evitaremos.

Agua de tomillo

La técnica anterior todavía puede ser más efectiva si en vez de usar solo agua usamos infusión de tomillo. De acuerdo con la medicina alternativa, el tomillo es una planta medicinal con múltiples beneficios para la salud, incluyendo la de las uñas de los pies.

Entre ellos, ayuda a combatir las inflamaciones, las infecciones y a calmar el dolor, por lo cual es un remedio que se puede considerar a la hora de aliviar las uñas encarnadas.

Prepararemos una infusión con una taza de agua y dos cucharadas de tomillo. Herviremos durante cinco minutos y la dejaremos reposar otros cinco. Usaremos esta infusión como hemos destacado en el punto anterior.

Lee: Los beneficios del tomillo y sus usos

Remedio de limón y sal, otra opción para las uñas encarnadas

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Si no nos ha funcionado la técnica anterior, podemos probar el remedio que se elabora con medio limón y un poco de sal.

Para ello, abriremos un pequeño agujero en el centro del limón, y le introduciremos un poco de sal marina. Luego, procederemos a introducir el dedo con la uña encarnada dentro del limón. Lo dejaremos allí unos 20 minutos y luego, lavaremos bien con abundante agua y jabón.

Es recomendable realizar este tratamiento durante la noche y, una vez lavada la zona, es fundamental secarla muy bien para evitar que la humedad no cause complicaciones.

Una vez más, recordamos que estos remedios o tratamientos naturales son opciones para casos leves de uñas encarnadas, no para cualquier caso.

Además, siempre hay que tener en cuenta que, ante cualquier infección en las uñas, lo ideal es evitar manipular el área (para no maltratarla más y empeorar el problema) y consultar con el médico qué es lo más adecuado. Así podremos avanzar sobre seguro.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


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