Tratamiento natural para la lumbalgia: 3 consejos básicos
Escrito y verificado por la médico Maricela Jiménez López
La lumbalgia suele afectar, con regularidad, a personas en edad entre los 30 y 60 años. Es una dolencia común, originada por distensiones musculares en la zona lumbar, que provoca dolor y problemas de movilidad. Aunque en la mayoría de los casos se resuelve, la lumbalgia debe ser atendida por un médico, ya que a veces es una señal de otras enfermedades.
Además, un adecuado diagnóstico facilita el tratamiento, puesto que el médico puede elegir las mejores opciones terapéuticas en función de su causa. En caso de ser por alto leve, algunos consejos pueden servir como coadyuvante para mejorarlo. En este espacio los detallamos.
Consejos para aliviar la lumbalgia
De acuerdo con una publicación en National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS), la lumbalgia o dolor lumbar es una de las causas más frecuentes de discapacidad asociada al trabajo. Se estima que por lo menos un 80 % de los estadounidenses tendrá esta dolencia en su vida.
En la mayoría de los casos, esta dolencia obedece a una lesión, como esguinces o distensiones musculares debido a movimientos repentinos y bruscos. Sin embargo, también puede ser un síntoma de ciertas enfermedades, como hernia de disco, degeneración del disco intervertebral, ciática, infecciones, entre otros.
Según esta misma entidad, el tratamiento para la lumbalgia puede variar de acuerdo a su severidad. De este modo, si obedece a un traumatismo o enfermedad de consideración, pueden ser necesarios algunos medicamentos y procesos correctivos como las cirugías.
Entre tanto, cuando el dolor es agudo, a menudo basta con algunos tratamientos convencionales y medidas de autocuidado. A continuación destacamos 3 opciones que están respaldadas por la evidencia científica.
1. Mantenerse activo
A menudo, tras experimentar un episodio de lumbalgia, muchas personas optan por reposar en la cama. Sin embargo, de acuerdo a las evidencias actuales, esta medida debe ser limitada. Lo más aconsejable es mantenerse activo y reanudar poco a poco las actividades cotidianas, evitando las tareas que impliquen demasiado sobreesfuerzo.
Como lo detalla una publicación en National Center for Biotechnology Information, la falta de movimiento puede debilitar los músculos centrales, empeorar el dolor a largo plazo y también provocar otros problemas de salud. Por el contrario, mantenerse activo y mejora la flexibilidad de la espalda y acelera el periodo de recuperación.
2. Ejercicios de fortalecimiento para la lumbalgia
Podemos recurrir a un profesional de salud vertebral, como un fisioterapeuta, un quiropráctico o un médico especialista en medicina física y rehabilitación, para que nos oriente sobre los ejercicios de fortalecimiento para la zona lumbar.
Y es que, más allá de mantener activos con las actividades diarias generales, este tipo de ejercicios contribuyen a mantener y desarrollar la fuerza muscular, lo que minimiza la reaparición del dolor.
Según una revisión divulgada a través de Healthcare, un programa de ejercicios en el que se combine fuerza muscular, flexibilidad y aptitud aeróbica es beneficioso para la rehabilitación de esta dolencia.
Aumentar la fuerza muscular ayuda a sostener la columna vertebral. Entre tanto, mejorar la flexibilidad de los tendones y ligamentos musculares mejora el rango de movimiento. Además, el ejercicio aeróbico incrementa el flujo sanguíneo y facilita el transporte de nutrientes hacia los tejidos blandos.
3. Tratamiento cognitivo-conductual
Hay mucha gente que, al padecer lumbalgia, evita moverse y tiene miedo al movimiento porque lo asocia con el dolor. Esto puede generar tensión y sobrecarga muscular. Es un círculo vicioso; el dolor provoca miedo, el miedo la idea de que no debemos movernos y, a su vez, la inmovilidad inflama más los nervios y debilita los músculos de la zona lumbar.
La terapia cognitivo-conductual es un buen apoyo para afrontar esta dolencia. Coincidiendo con una investigación publicada en Pain and Therapy, este tipo de enfoques ayudan a alterar la percepción del dolor y permite a los pacientes a recuperar su funcionalidad.
¡Consultar al médico!
Además del tratamiento farmacológico para el dolor causado por la lumbalgia, podemos recurrir a una serie de tratamientos naturales que apoyan el proceso de recuperación. Lo más importante es buscar atención médica, pues esta dolencia muchas veces tiene su origen en enfermedades de mayor cuidado.
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