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10 causas que provocan una constante sensación de hambre

4 minutos
Sentir hambre es la sensación de “estómago vacío”, las razones pueden ser varias. En este artículo te explicamos las causas. ¡Pon atención!
10 causas que provocan una constante sensación de hambre
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli

Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 06 julio, 2023

¿Tienes la constante necesidad de comer o tu cerebro piensa con demasiada frecuencia en comida? Presta atención porque estas son las causas que provocan esta molesta sensación permanente de hambre.

Es posible que te sorprendan. No obstante, lo más importante es que te ayudarán a equilibrar el hambre sin sufrimientos.

10 causas que provocan una constante sensación de hambre

1. Tener sed

Si comiste mucho hace poco y otra vez tienes hambre, es posible que no sea eso. Piensa en cuándo fue la última vez que bebiste agua. Bebe un vaso y espera un poco. La sensación de hambre disminuirá y resultará que lo que tenías era sed.

Acabar con esta sensación será tan sencillo como acostumbrarte a beber agua con regularidad. La mejor opción para acostumbrar a tu cuerpo a consumir una gran cantidad de agua es beber desde la mañana y siempre media hora antes de cada comida.

2. Alimentos con calorías vacías

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No te des caprichos extra en los que el azúcar es la protagonista porque estarás tomando bastantes calorías vacías durante el día. Los aperitivos dulces, hasta si se toman en pequeñas cantidades, solo acaban excitando nuestro apetito sin darle al cuerpo alimentos saludables y nutritivos.

La clave está en intentar reducir el número de carbohidratos rápidos y de azúcares. Debemos apostar por tomar alimentos más saludables.

Te recomendamos leer: 7 cambios que notarás al dejar el consumo de azúcar

3. No dormir bien

No dormir bien hará que te despiertes y que tengas necesidad de comer. En cambio, esto no ocurrirá si duermes de manera profunda durante 7 u 8 horas.

De la misma forma, este estudio realizado por la Universidad de Washington afirma que existe una correlación entre el insomnio y la ganancia de peso, aunque aún se desconoce el porqué de este proceso.

4. El estrés

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Todos respondemos a dos tipos de comportamientos cuando afrontamos momentos de estrés. Las personas que no pueden comer nada y los que comen más, justo por estar angustiados. Así lo afirma este estudio realizado por la misma Universidad del párrafo anterior.

Si eres de los que comen más en momentos de estrés y angustia debes tener en cuenta que el estrés no es una razón para comer alimentos poco saludables. Será mejor que optes por hacer alguna actividad.

Llama a tus amigos, practica deporte, lee un libro, etc. Cualquier cosa que te permita distraer la atención y no pensar en la comida.

5. Aperitivos y alcohol

El alcohol engorda y además estimula el apetito. No tomes alcohol o hazlo de manera moderada para evitar una sensación de hambre continua.

Por otro lado, si sales con amigos opta por comidas ligeras y aperitivos saludables. Notarás la diferencia.

6. Falta de proteínas

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Es fundamental que, para evitar comer de má,s incluyas proteínas en tu dieta. Puede ser carne, pescado, huevos, legumbres, frutos secos, aguacate, semillas, etc.

Y es que, además de proporcionarte energía, te generarán una sensación de saciedad. No obstante, toma verduras y frutas, además de proteínas.

7. Ausencia de grasas saludables

No todas las grasas de los alimentos son iguales. Por ejemplo, la comida rápida, los fritos, los alimentos grasos, los ahumados y la harina tienen grasas poco saludables. Estas grasas saturadas sí te harán engordar.

Sin embargo, las grasas saludables sí deben estar presentes en tu dieta. Este tipo de grasas se encuentran en el aceite de oliva, salmón, nueces y frutos secos, aguacate, semillas de girasol.

8. No seguir un horario en tus comidas

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Haz las cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas en medio de ellas. No te pierdas ninguna de estas. Y, si tienes la opción, hazlas siempre a una misma hora cada una de ellas o con un intervalo de tiempo similar.

Este estudio realizado por la Universidad de Florida afirma que los niños que desayunan por las mañanas tienden a sufrir menor riesgo de sobrepeso que los que no.

De la misma forma, tampoco es recomendable que te excedas con las cantidades. Apuesta por raciones durante intervalos más o menos regulares.

Ver también: Ideas para comer legumbres cada día de la semana

9. No pienses todo el rato en la comida

La tendencia creciente de mirar imágenes de comida a través de las redes sociales nos hace pensar en ella de manera constante. Es algo tentador pero que nos puede perjudicar.

Nos estés todo el tiempo conectado a Instagram en busca de qué cocinar esta noche o en la próxima fiesta. Al final, el resultado será que te apetecerá comer de nuevo.

10. No comas con prisa

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Comer despacio es fundamental para poder sentirnos saciados en su justo momento. Y es que comer rápido hace que nuestro cuerpo no tenga tiempo de asimilar nada y que después acabe pidiendo más comida.

Un buen modo de conseguir esto es masticar mucho más despacio y partir la comida en trozos pequeños. El cerebro necesita un tiempo determinado hasta que le llega la señal de que ya está saciado así que debes dejar ese tiempo que pase.

Si comes muy rápido en menos tiempo habrás ingerido más calorías. Además, muchas de ellas quizás ni siquiera las necesitabas. No obstante, a tu cerebro todavía no le había llegado el mensaje de saciedad que tenía que recibir y que tu cuerpo le manda.


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