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12 razones que explican por qué la cerveza no es buena para la salud

3 minutos
La cerveza no aporta lípidos, sino azúcar. Y aunque se dice que es una "fuente" de vitaminas del grupo B, algunas de estas están presentes en cantidades mínimas.
12 razones que explican por qué la cerveza no es buena para la salud
Mario Benedetti Arzuza

Revisado y aprobado por el médico Mario Benedetti Arzuza

Última actualización: 06 julio, 2023

La cerveza es una bebida alcohólica muy popular. Por ello mismo, existen muchos mitos en torno a los beneficios que podría aportar a la salud. Aunque se sabe que, principalmente, aporta calorías vacías, hay quienes insisten en destacar su supuesto aporte de vitaminas del grupo B y minerales como el potasio, el fósforo, el magnesio, entre otros nutrientes.

Ahora bien, ¿hasta qué punto se está exagerando el aporte de la cerveza? Veámoslo a continuación.

Aporte nutricional de la cerveza

Según datos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) indican que, en su composición, la cerveza aporta principalmente hidratos de carbono (azúcares). Asimismo, indican que esta bebida contiene cierta cantidad de polifenoles y fitoestrógenos naturales. Sin embargo, cabe destacar que estos aportes son mínimos.

Si bien la cerveza contiene cierta cantidad de vitaminas del grupo B, su aporte no es tan significativo como para convertir esta bebida en una opción recomendable, ni mucho menos saludable.

Sí, es cierto que las vitaminas del grupo B pueden contribuir en gran medida con la salud de todo el organismo, incluyendo el cerebro, pero de ahí a pensar que por beber cerveza se va a obtener estos nutrientes para mantener el organismo sano… hay un trecho largo, por no decir un abismo.

Los profesionales de la salud no recomiendan el consumo de cerveza, ya que a menudo las personas consideran que, por el hecho de que la bebida tenga potencial para brindar ciertos beneficios, pueden beberla a menudo, sin medida.

Algo que vale la pena tener en cuenta siempre es que las cervezas pueden tener hasta 220 calorías por porción, según la marca, siendo otra razón importante para mantener la moderación.

Cualquier publicidad sobre los beneficios de una bebida alcohólica no debería hacernos olvidar el detalle de que el alcohol es tóxico, y mucho.
–J.M Mulet en Comer sin miedo.

Reflexiones finales

Existen diversos estudios que resaltan los múltiples perjuicios que conlleva el consumo de alcohol. Por ello, ningún médico puede indicar que una vaso de cerveza –o cualquier otra bebida alcohólica– es recomendable. Mucho menos a diario.

En su libro ¡Que se le van las vitaminas! la experta en química y divulgadora científica Deborah García Bello explica la cuestión de una forma muy clara.

“Hemos oído decir tantas veces eso de que ‘una copita de vino es buena para la salud’ que parece verdad (…) si es tradicional, tiene que ser bueno. Si toda la vida se ha dicho que el vino es bueno para la salud, será cierto. ¿O no?”

La cuestión del vino es extrapolable a la cerveza y otras bebidas alcohólicas.

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) –al igual que otras instituciones e investigadores científicos– ha advertido en incontables ocasiones los riesgos que conlleva beber cerveza, ron, vino u otras bebidas alcohólicas, muchas personas aún deciden aferrarse a la “tradición”, para justificar así su consumo de alcohol.

El consumo de alcohol aumenta el riesgo de sufrir diversas enfermedades, incluyendo cáncer. Por ello, no es recomendable, en absoluto, aferrarse a la idea de que cierta cantidad al día, al mes, cuando sea, va a “protegernos” o brindarnos algún tipo de beneficio en concreto.

Según un artículo publicado en The American Journal of the Medical Sciences, conviene tener presente lo siguiente: “los beneficios del consumo moderado de alcohol no han sido respaldados en general por los médicos por temor a que los grandes consumidores consideren cualquier mensaje como una licencia permisiva para beber en exceso”.

Cualquier conversación sobre el consumo de alcohol con un paciente debe hacerse en el marco de un chequeo, y siempre definiendo muy claramente qué es un consumo moderado para que el paciente no incurra en un consumo excesivo y sus respectivos riesgos.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • LEAKE,C.D., and SILVERMAN, M: “Alcoholic beverages in clinical medicine”, Year Book Medical Publishers, Chicago, 1966, 160p.
  • GASTINEAU, D.F. DARBY, W.J, and TURNER, T.B EDS: Fermented food beverages in nutrition, Academic Press, New York, 1979, 537p.
  • The american journal of Medicine. Association between alcohol consumption and both osteoporotic fracture and bone density. (2009)DOI:  amjmed.com/article/S0002-9343(08)00109-5/fulltext
  • Ganry O, et al. Effect of alcohol intake on bone mineral density in elderly women: The EPIDOS Study. ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10965974

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