4 consecuencias de acostar tarde al niño
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
Acostar tarde al niño cada noche no es conveniente, pues esto influye de forma negativa en su desarrollo integral. En este sentido, es importante recordar que el buen descanso es tan importante como la nutrición.
Aunque esto pueda parecer evidente, hay padres y tutores que no lo tienen muy en cuenta, por diversas razones. Sin embargo, es cierto que el estilo de vida moderno ha influido en gran medida en esta situación.
Con los padres ocupados en el trabajo, los horarios llenos de actividades escolares y el uso excesivo de los dispositivos electrónicos, las horas de descanso se han reducido.
Lo más preocupante es que muchos siguen sin ser conscientes de las consecuencias de acostar tarde al niño. Si bien saltarse las siestas o ir a la cama tarde parece una cuestión inofensiva, en realidad, produce efectos negativos que pueden durar toda la vida.
¿Por qué es tan perjudicial? ¿Qué hacer para mejorarlo? A continuación te explicamos los principales riesgos y algunos consejos para corregir esta situación.
¿Por qué es importante que el niño duerma bien?
Un buen descanso, con las horas necesarias acordes a la edad del niño, es una de las mayores fuentes de energía para el cuerpo. Esto permite recargar la “batería” del cerebro para un óptimo rendimiento mental a lo largo de la jornada. Tras dormir bien, el niño tiene la mente alerta y calmada.
Por otro lado, el sueño también incide en las habilidades físicas, según diversas investigaciones. Al descansar, los músculos se liberan de las tensiones del día, se recuperan y se preparan para trabajar al día siguiente. Esto resulta clave para sus actividades escolares, deportivas o de juego.
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¿Qué significa tener un sueño saludable?
Un sueño saludable no se consigue solo al dejar de acostar tarde al niño. El descanso apropiado tiene las siguientes características:
- Un periodo de sueño suficiente.
- Sueño ininterrumpido.
- Un número apropiado de siestas para la edad.
- Un horario de sueño que se sincronice con los ritmos circadianos del niño (reloj interno).
Si no se cumple alguna de estas características, es posible que aparezcan síntomas de la falta de sueño. Lo bueno es que hay varias medidas o hábitos que pueden ayudar a conseguir un descanso de calidad.
Consecuencias de acostar tarde al niño
Uno de los grandes inconvenientes que tienen los padres al cuidar a sus hijos es acostumbrarlos a dormir temprano para que cumplan un horario de sueño adecuado. Con tantas distracciones que hay hoy en día, los niños ponen cada vez más resistencia para ir a la cama.
Pero no prestarle atención a este tema podría perjudicarlos en su desarrollo y crecimiento. Aunque parezca no tener efectos relevantes, un mal dormir puede ser la causa de muchos problemas futuros.
1. Dificultades de concentración por acostarse tarde
Un sueño de mala calidad acarrea varios efectos negativos sobre la salud mental del niño. No dormir el tiempo adecuado lo hace estar menos alerta mentalmente y ser incapaz de concentrarse en las actividades que lo requieren.
A menudo, un mal descanso es la causa de la falta de atención en sus actividades escolares según recogen diversos estudios. Además, esto lo puede hacer menos activo y más perezoso.
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2. Somnolencia
Acostar tarde al niño puede ser el motivo por el que sufre de somnolencia diurna. Al no cumplir con el periodo de descanso adecuado, experimenta más sensación de cansancio y ganas de dormir en el día.
En este sentido, diversos estudios relacionan la somnolencia diurna con el desarrollo de problemas de comportamiento y concentración.
3. Sensación de cansancio por acostar tarde al niño
La somnolencia viene de la mano con la sensación de cansancio. Es muy probable que los niños se sientan más débiles y cansados si no duermen y descansan lo necesario.
Además, algunas veces caen en un estado de “hiperalerta” o ansiedad que, posteriormente, puede producir trastornos de sueño más difíciles de solucionar.
4. Riesgo de obesidad
Unos patrones pobres de sueño pueden aumentar el riesgo de obesidad infantil. Así lo sugieren los resultados de varios estudios científicos.
Acostar tarde al niño, o permitir que tenga un sueño breve, podría ser un factor de riesgo de sobrepeso y obesidad, especialmente si esto viene acompañado de otros malos hábitos, como el sedentarismo.
¿Cómo mejorar los hábitos de sueño en el niño?
Los niños necesitan de la guía de los padres para adoptar hábitos adecuados. De hecho, algunas investigaciones sugieren que las costumbres de sueño suelen adquirirse en los primeros meses de vida, de ahí que la labor de los padres en este sentido sea fundamental.
Es necesario vigilar sus patrones de sueño, considerando que lo ideal es que vayan a la cama de las 19:30 a las 20:30 horas.
Además, en lo posible, el trabajo debe ser de toda la familia. Es más fácil que el niño entienda que debe descansar cuando sus padres y hermanos también están dispuestos a dormir el tiempo necesario.
Por último, para que no haya interrupciones en el sueño, se debe garantizar un lugar de descanso adecuado y libre de elementos de distracciones, como televisores, ordenadores o tabletas.
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