4 razones por las que nos sentimos solos y cómo superarlo

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Raquel Lemos Rodríguez

Última actualización: 09 julio, 2023

Nos sentimos solos en determinadas circunstancias y situaciones. Algunas veces, nuestros sentimientos tienen razón de ser y están basados en hechos reales y tangibles. Sin embargo, en otras ocasiones se trata de una emoción sin sentido, que no se corresponde con la realidad y que puede influir en nuestra vida y en nuestras relaciones con las demás personas.

Profundicemos.

¿Por qué nos sentimos solos?

Existen una serie de motivos que pueden llevarnos a sentirnos solos, como ya hemos comentado. No obstante, es necesario analizar las causas más comunes y pararse a reflexionar sobre ellas.

1. Por no tener pareja

No tener pareja parece ser imprescindible en la sociedad en la que vivimos. Esta situación hace que los demás nos digan que tenemos que salir más y conocer gente nueva. En definitiva, nos dan consejos para que resolvamos nuestra “soltería”. Pero ¿y si no queremos tener pareja? Estar soltero no debería hacernos sentir solos, ¡tenemos a nuestros amigos, familia o mascota!

Sentirse aislado por no tener pareja nos aboca a depender de alguien para poder ser felices. Esto nos va a hacer muy desdichados, ya que necesitaremos constantemente a otra persona para seguir adelante.

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2. Al no seguir el camino de los demás

Esto está bastante ligado a lo anterior, y es que cuando no seguimos el camino establecido (ya sea al no querer una pareja estable, arriesgarse por un trabajo en otro país o, simplemente, no desear tener hijos), podemos sentirnos faltos de apoyo e incomprendidos.

La solución está en la confianza en nosotros mismos: tenemos que aumentar la autoestima y la seguridad. Nuestra vida es un papel en blanco. No importa que hayamos nacido en una cultura y sociedad donde la mayoría de las personas actúan o siguen un camino determinado.

Nosotros tenemos que vivir la vida que queremos, la que nos hará felices, aunque no se corresponda con la que los demás suelen elegir.

3. Porque los amigos que tienen pareja desaparecen

¿Qué ocurre algunas veces cuando un amigo tiene una nueva pareja? Que suele desaparecer y dejar a sus amistades de lado. Hasta que rompe la relación con esa persona, rara vez puede quedar. Esta situación, por desgracia, pasa con mayor frecuencia de la que nos gustaría.

Para llevarlo de la mejor manera, sobre todo si tenemos pocos amigos, debemos animarnos a hacer aquello que hacemos con nuestras amistades, pero sin ellos.

Tenemos la mejor compañía posible: nosotros mismos. Utilizar ese tiempo para conocernos mejor puede resultar muy enriquecedor. Además, hay que tener algo claro: un amigo que solo se acuerda de nosotros cuando está soltero no merece demasiado la pena.

4. Por vivir demasiado tiempo en internet

En la era de la tecnología, muchos son los que se relacionan más con la gente a través de las redes sociales, que en persona. Esto, que en ciertas situaciones puede ser beneficioso, puede acabar generando problemas relacionados con la soledad.

Es recomendable tratar de quedar con la gente que nos hace sentir bien en lugares físicos. No importa si es un bar, una cafetería o la biblioteca, lo importante es la interacción cara a cara.

Con ello se busca generar un sentimiento de intimidad y cercanía que, por más que nos empeñemos, no brinda un ordenador o un teléfono móvil. De esta forma, puede que nos sintamos menos solos.

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Hay que trabajar en el bienestar propio

Cuando nos sentimos solos por alguna de las razones anteriores, lo más probable es que busquemos estar con los demás porque tengamos algún tipo de carencia. El problema es que, en el momento en el que se vayan de nuestra vida, volveremos a caer en ese hoyo de aislamiento, oscuridad y tristeza.

Por lo tanto, lo más importante en estos casos es enfocarse en uno mismo y cultivar el amor propio y la autoestima. Si no nos queremos lo suficiente, nunca nos sentiremos completos ni felices con lo que ya tenemos.

De la misma forma, también puede consultarse con un psicólogo. Acudir a terapia puede ser muy beneficioso para descubrir de dónde surgen esas carencias afectivas. Sea como fuere, no hay que quedarse parados. El bienestar está en nuestras manos.