4 tipos de inyecciones o ángulos de inyección que deberías conocer
Los inyectables son la forma de administración de medicamentos por vía parenteral. Existen 4 tipos de inyecciones que se clasifican en función de la vía de administración. Los medicamentos inyectables se presentan en dos tipos de recipientes de cristal que son las ampollas y los viales.
Las ampollas son un sistema cerrado, que tienen cuellos largos y presentan una constricción en su base. Una vez roto el cuello será una sistema abierto del cual se puede aspirar el medicamento a través de la abertura realizada.
Los viales son un sistema cerrado, tienen un cuello corto y un tapón de plástico duro forrado por metal. Para extraer el contenido, es necesario inyectar un volumen de aire igual al volumen de la sustancia que queremos extraer.
También puede ser que el fármaco venga presentado para administrar directamente o para mezclarlo con un disolvente. A continuación, te contamos los cuatro tipos de inyecciones así como las características especificas de cada uno.
1. Inyecciones intravenosas
La vía intravenosa se emplea para la administración de medicamentos en los siguientes casos:
- Situación de urgencia.
- Sueroterapia.
- Fármacos diluidos.
Es la vía más rápida ya que la absorción del medicamento es inmediata.
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2. Inyecciones intradérmicas
Es uno de los tipos de inyecciones que se emplean para realizar pruebas diagnósticas, pruebas cutáneas como la de las alergias y administrar anestésicos locales.
En las inyecciones intradérmicas se introduce una cantidad de medicamento igual o inferior a 0,3 mililitros. Por lo general se hace mediante una jeringa de 1 mililitro o con una aguja de bisel corto, que suele ser naranja o transparente.
Puede aplicarse en zonas del hombro, en la zona central de la cara interna del antebrazo o la parte media superior de la espalda.
Procedimiento para poner inyecciones intradérmicas
Con una mano se tensa la piel de la zona a pinchar y con la otra se introduce la aguja casi en paralelo a la piel y con el bisel hacia arriba. Se inocula la medicación de forma lenta, hasta que se vea que se forma una pápula. Para terminar se retira la aguja sin hacer presión sobre la pápula.
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3. Inyecciones subcutáneas
Este tipo de inyecciones se usan para la introducción del medicamento en el tejido subcutáneo. Los medicamentos más utilizados por esta vía son los siguientes:
- Vacunas.
- Heparinas.
- Insulinas.
El volumen que se administra varia entre 1,5 y 2 mililitros con jeringas de 1 o 2 mililitros y aguja de bisel medio de color naranja. Se trata de una vía de absorción lenta y las zonas más empleadas para esta vía son la cara externa del brazo, cara anterior del muslo, abdomen y la zona escapular de la espalda.
Procedimiento
Después de desinfectar la zona de aplicación se coge un pliegue de piel. La aguja debe clavarse con un ángulo de 45 grados con el bisel de la aguja hacia arriba. Se debe absorber el émbolo para verificar que no se haya pinchado un vaso sanguíneo.
Sin embargo, si se trata de administrar heparina, el ángulo debe ser de 90 grados. Es importante recordarle al paciente al que se le administra el medicamento que no toque ni presione la zona de punción, para evitar la aparición de hematomas.
4. Inyecciones intramusculares
Las inyecciones intramusculares son un tipo de inyecciones que se usan para la administración de medicación en el músculo. Los medicamentos más utilizados para esta vía son las vacunas y otros fármacos como analgésicos, antiinflamatorios, corticoides y antibióticos.
Se trata de una vía de absorción más rápida que la subcutánea, su efecto aparece alrededor de 15 minutos. El volumen que se inyecta es inferior a 15 mililitros y la jeringa que se emplea es de 2 o 5 mililitros con aguja de bisel medio y color verde para los adultos.
Las zonas mas habituales para su administración son el cuadrante superior externo del glúteo, el deltoides y el vasto lateral de la pierna.
Procedimiento
Para la administración de estas inyecciones, se introduce la aguja en un ángulo de 90 grados directamente al músculo. Luego se adapta la jeringa cargada y se aspira para comprobar que no se ha pinchado un capilar.
A continuación, se inocula el medicamento de forma lenta, ya que es una vía dolorosa. Esto se debe a que las fibras musculares están muy pegadas y al inyectar el líquido se despegan provocando dolor. Al acabar, se retira a la vez la jeringa y la aguja.
Todo depende del medicamento y la situación
Como pudiste observar a lo largo del artículo, las vías de administración de fármacos por vía parenteral son múltiples y dependen de varios factores. A estas alturas ya podrás estar un poco más informado/a acerca de los procedimientos la próxima vez que requieras ir al hospital, ¡no te preocupes!
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