5 cosas que no debes permitir en tu relación de pareja

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 05 mayo, 2022

No hay nada más intenso y gratificante que el estar enamorado, que el disponer de una pareja que nos quiera y a quien querer. Pero debemos ir con cuidado y no caer en el error de darlo absolutamente todo por esa persona y permitir cualquier cosa en cualquier momento… Por ello, te explicamos qué dimensiones debes proteger por encima de todo en una relación de pareja. ¡Ojo con ello!

1. No lo des todo sin recibir nada a cambio

Es un error en el que solemos caer. Amar a alguien es abrir todas nuestras emociones sin encontrar límite alguno, dándolo todo por pasión y sincero altruismo.

Y sin duda, eso es bueno, pero siempre y cuando la otra persona nos responda y nos demuestre que todo esfuerzo merece la pena, que todo gesto se ve reforzado por un amor sincero en el que no existe el egoísmo.

Si lo damos todo sin recibir más que exigencias o reproches, llegará un momento en que nos sintamos frustrados y muy vacíos. Esta sensación es muy destructiva y hemos de tenerlo muy en cuenta. Ama, ofrece, da… pero recuerda que también mereces recibir lo mismo.

2. No debes permitir que destruyan tu autoestima o tus valores

Una relación de pareja no está conformada por dos personas idénticas. De hecho, aunque suelan compartir cosas en común, también es cierto que tendrán diferentes gustos, aficiones o valores en diferentes aspectos de la vida. Y esto no es malo, al contrario, las diferencias pueden hacer que se complementen, siempre y cuando las respeten y las reconozcan.

Por tanto, nunca debes aceptar que tu pareja ponga en duda tus gustos, valores formas de ver la vida. Si no es capaz de aceptarte tal y como eres, entonces no deberían estar juntos.

Por ejemplo, si tu prefieres pasar los fines de semana en casa, tirados en el sofá viendo películas; pero tu pareja prefiere salir de fiesta, lo ideal será llegar a un acuerdo que satisfaga a los dos. Pero si la voluntad de tu pareja siempre se impone a la tuya y te critica diciendo que “no sabes como divertirte”, entonces empezarás a dudar de ti mismo.

¿Seré una persona aburrida de verdad? ¿Seré alguien con quien no puede ser feliz? Este tipo de preguntas pueden hacer mucho daño a tu autoestima. Por tanto, nuestras parejas deben respetarnos y valorarnos como somos. Es esencial. Si no existe respeto no podrá existir felicidad.

3. ​No dejes que invadan ni destruyan tu espacio personal

Todos nosotros disponemos de nuestras aficiones, amigos, pasiones… cosas a las que no podemos renunciar. Por tanto, jamás dejes a un lado a tus seres queridos y a todo aquello que te hace feliz por tu pareja.

No renuncies a todo lo que te gusta por tu pareja, porque de lo contrario no te quedará nada e irás perdiendo tu identidad. El espacio personal es vital para cultivar quienes somos realmente y ser felices en el proceso.

4. No permitas que borren tus sueños y esperanzas

En ocasiones, mantenemos relaciones afectivas con parejas tóxicas. Personas que nos cortan las alas y que nos dicen, día tras día, que no somos capaces de tal o cual cosa. Que no somos inteligentes para hacer determinada actividad, que ese trabajo que ansiamos conseguir no lo conseguiremos porque no damos la talla.

Se trata de personalidades que día tras día van cortándonos las alas y aspiraciones. Y así consiguen hacer de nuestra personalidad una caricatura donde apenas queda energía. No lo permitas.

5. No debes permitir que te conviertan en una persona infeliz

Es lo más importante. Cuando te levantes cada mañana pregúntate si eres feliz. Pregúntate si la persona que tienes al lado es esa con la que quieres envejecer, esa que acompañará tu madurez y que habrá de vivir junto a tu mano en armonía y tranquilidad.

Si te aporta seguridad, madurez e ilusión, no lo dudes, esa relación vale la pena y debes luchar por ella. Pero si te sientes vacía y percibes que esa pareja no te da sonrisas sino lágrimas, y que vives tus días con suma tristeza, deberás reaccionar. Mereces ser feliz. Es el derecho vital de toda persona.