15 remedios de origen natural para calmar el dolor de los senos

El dolor en los senos puede tener su origen en factores hormonales o enfermedades mamarias. Sin embargo, la mayoría de las veces puede mejorar con remedios naturales.
15 remedios de origen natural para calmar el dolor de los senos
Mariel Mendoza

Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 julio, 2023

El dolor de senos o mastalgia es un síntoma que pueden experimentar todas las mujeres alguna vez en su vida. Su aparición suele producirse por la sensibilidad que sufren las glándulas mamarias durante los cambios hormonales, aunque también se vincula a enfermedades inflamatorias e infecciones como la mastitis.

Con frecuencia, causa preocupación porque se asocia con enfermedades como el cáncer. No obstante, sitios especializados como Breast Cancer Foundation aclaran que es poco frecuente que esta enfermedad se emparente con dicha dolencia. De hecho, casi siempre obedece a razones benignas que no requieren un tratamiento específico.

En cualquier caso, si es un dolor persistente o severo, es importante consultar al médico para recibir un diagnóstico más preciso. A partir de esto, el profesional puede determinar si son necesarias las intervenciones farmacológicas o si puede aliviarse con algunos cuidados básicos. ¿Qué remedios pueden ayudar? ¡Descúbrelos!

Dolor de los senos o mastalgia: lo que debes saber

Antes de conocer los remedios para calmar el dolor de los senos, es conveniente saber en qué consiste esta afección, a quiénes afecta y cuáles son sus posibles causas. Una publicación  del National Center for Biotechnology Information detalla que es una dolencia frecuente entre las mujeres que se encuentran entre los 15 y los 40 años.

Se describe como una sensación de pesadez, opresión, incomodidad o sensación de ardor en el tejido mamario, que puede ser unilateral o bilateral. También puede estar acompañada de inflamación y la formación de pequeños bultos. Su intensidad varía de leve a intensa, según su causa. Además, puede clasificarse de la siguiente manera:

  • Cíclico: relacionado con el ciclo menstrual y las fluctuaciones hormonales. La sensación de dolor tiende a intensificarse dos semanas antes de la menstruación y disminuye el día en que empieza el sangrado.
  • No cíclico: no tiene relación con los cambios hormonales. En lugar de esto, se vincula a cambios anatómicos internos, infecciones, cirugías, lesiones o enfermedades mamarias (como los quistes o el fibroadenoma). Suele ser un tipo de dolor localizado, agudo y que provoca ardor.
  • Extramamario: se origina fuera del seno, en los tejidos y órganos circundantes. Se siente como si empezara en las mamas, pero es un dolor que tiene su origen en otra zona, como la pared torácica, el corazón o los pulmones.
Dolor de los senos o mastalgia: lo que debes saber
A menudo, el dolor de los senos tiene su origen en las fluctuaciones hormonales causadas por el síndrome premenstrual.

La mayor parte de las veces, la mastalgia tiene relación con los cambios en los niveles de hormonas, propios del ciclo menstrual (cíclico). Aun así, no hay que ignorar que puede tener otros detonantes, como los siguientes:

  • Cirugía previa de las mamas.
  • Quistes mamarios.
  • Estiramiento de los ligamentos de Cooper por los senos grandes y colgantes.
  • Ectasia ductal.
  • Tromboflebitis del seno subcutáneo.
  • Mastitis o abscesos mamarios.
  • Toma de medicamentos (tratamientos de infertilidad, píldoras anticonceptivas, antidepresivos, antibióticos y antihipertensivos).
  • Desequilibrio de ácidos grasos.
  • Consumo excesivo de cafeína.


15 remedios naturales para calmar el dolor de los senos

Como lo señala una revisión compartida a través de Mayo Clinic Proceedings, el tratamiento del dolor de los senos depende de su tipo y su gravedad. En la mayoría de los casos tiende a desaparecer sin ninguna intervención. Aun así, algunas estrategias conservadoras y no farmacológicas favorecen su recuperación.

Estas abarcan, desde ajustes en la alimentación, hasta la aplicación de compresas y el uso de algunos suplementos. ¿Te interesa saber más al respecto? A continuación, recopilamos 15 remedios útiles.

Si el dolor es severo y persistente —y afecta la calidad de vida— el médico puede sugerir pruebas diagnósticas complementarias y un tratamiento farmacológico.  

1. Aplicar compresas frías o calientes

Uno de los remedios de origen natural más populares a la hora de calmar el dolor de los senos es la aplicación de compresas frías o calientes. Un artículo compartido a través de The Johns Hopkins University explica que el calor favorece el flujo sanguíneo y tiene un ligero efecto antiespasmódico.

Entre tanto, el frío ralentiza la circulación y adormece la zona afectada, lo que promueve el alivio de la inflamación y el dolor. El frío se recomienda en las primeras horas de inicio del dolor; si el dolor persiste, entonces conviene aplicar calor.

La forma de aplicación de ambos tipos de compresas es muy simple; se sumerge un paño en agua con la temperatura deseada (fría o caliente) y se aplica sobre los senos durante 10 o 15 minutos. También se puede aplicar con una almohadilla térmica.

2. Usar un sostén adecuado

A través de Mayo Clinic News Network se hace hincapié en el uso de un sostén adecuado, es decir, de soporte firme, en caso de experimentar dolor en los senos. Asimismo, se sugiere utilizar un sostén deportivo durante el ejercicio, sobre todo cuando hay síntomas de sensibilidad en los senos.

Cabe aclarar que el sostén en sí no aliviará el dolor. Pese a esto, es una medida útil para evitar que los senos se muevan de manera brusca y la dolencia empeore.

3. Consumir vitamina E y vitamina B6

Una investigación compartida a través de Iranian Journal of Nursing and Midwifery Research informó que la suplementación con vitamina E y vitamina B6 puede servir como coadyuvante para calmar la mastalgia cíclica. 

Ambos nutrientes actúan como modularores hormonales y antioxidantes. De ahí que beneficien la actividad de hormonas como el estrógeno y las prostaglandinas, involucradas en la salud de las mamas.

  • La vitamina E está presente en alimentos como el aguacate, los frutos secos, las semillas, los aceites vegetales, los espárragos, las espinacas y algunos pescados.
  • Por su parte, la vitamina B6 puede obtenerse de las bananas, el salmón, el atún, la carne de aves, las legumbres, los granos enteros y las nueces.
  • Ambas vitaminas se pueden adquirir a modo de suplementos; no obstante, antes de ingerirlos conviene consultar al médico.

4. Llevar una dieta baja en grasa

Una de las claves para disminuir la recurrencia del dolor de los senos es hacer algunos ajustes en la alimentación. Con relación a esto, una publicación en University of Michigan sugiere disminuir el consumo de grasas, en especial las de tipo saturadas.

¿El motivo? Demasiada grasa puede alterar los niveles de estrógenos, lo que incide en la aparición de este dolor. Dicho esto, conviene limitar la ingesta de carnes rojas, lácteos enteros, mantequilla, aceite de palma, chocolate y yema de huevo.

En su lugar, se pueden ingerir fuentes de grasas saludables como el aguacate, los pescados grasos, el aceite de oliva, los frutos secos y las semillas.

5. Hacer ejercicio físico

La práctica habitual de ejercicio físico tiene muchos beneficios para la salud. Uno de los más relevantes es que ayuda a modular las respuestas inflamatorias y, a su vez, favorece el alivio de algunos tipos de dolor. Entre estos, reduce la recurrencia e intensidad de la mastalgia cíclica.

Una investigación compartida en The Physician and Sports Medicine determinó que la práctica de ejercicio, tres veces a la semana, durante seis semanas, fue beneficioso para las pacientes con mastalgia. Su práctica se vinculó al alivio del dolor y a la disminución de la hinchazón.

Se recomienda practicar tanto ejercicio aeróbico como ejercicio de resistencia y de flexibilidad.

6. Practicar yoga

El dolor de los senos se cataloga también como un trastorno psicosomático. Por esta razón, se cree que intervenciones como el yoga pueden servir de remedio natural. Una revisión compartida en International Journal of Medical Science and Public Health respalda estos beneficios.

Se cree que la respiración profunda y pausada que acompaña esta práctica favorece el transporte del oxígeno y la circulación. Esto, sumado a los ejercicios, favorece el alivio del dolor. Además, mitiga el estrés, factor que puede empeorar la dolencia.

Ahora mismo, es posible practicar yoga en casa a través de clases online o guiados por vídeos. También se puede acudir a un centro especializado en esta disciplina.
Mujer haciendo yoga
El yoga no solo ayuda a reducir el dolor físico, sino el estrés que empeora este síntoma.

7. Tomar aceite de onagra

Si de reducir el dolor de los senos se trata, el aceite de onagra se postula como uno de los mejores remedios naturales. Un artículo compartido a través de Nutrition and Food Science International Journal explica que sus beneficios se deben a su contenido de ácido gamma linolénico. 

Cuando los niveles de este ácido graso son bajos, el tejido mamario tiende a ser más sensible a la actividad de las hormonas sexuales, lo que se vincula a la aparición del dolor. Por el contrario, obtener esta grasa a través de la dieta está vinculado a una disminución de los procesos inflamatorios y al alivio del dolor.

Ahora mismo, este producto está disponible en forma de cápsulas o perlas. A menudo, se recomienda ingerir 2 durante la mañana, antes o después de comer. Algunos fabricantes sugieren ingerir hasta 3 unidades al día. 

8. Limitar el consumo de cafeína

Por mucho tiempo, el consumo habitual de fuentes de cafeína —como té, chocolate y café— se ha vinculado a la dilatación de los vasos sanguíneos de los senos. Esto podría explicar su relación con el dolor en esta zona. Aun así, es un tema que sigue dividiendo opiniones por la poca evidencia disponible.

De todos modos, se recomienda limitar su consumo, sobre todo si hay antecedentes de síndrome premenstrual y dolor. Otras bebidas como el agua, los jugos de frutas, el agua de coco y la avena representan una mejor opción para obtener energía.

9. Hamamelis

La evidencia anecdótica sugiere que la aplicación tópica de hamamelis puede disminuir el dolor de los senos, sobre todo cuando su origen es el síndrome premenstrual o la mastitis.

Y aunque no hay estudios concretos sobre estos efectos, una investigación publicada a través de Journal of Inflammation destaca que los extractos de la planta tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. ¿Lo mejor? Es una planta suave que no suele derivar efectos secundarios.

  • Para probarla, hay que preparar una decocción de la planta en agua. Se agrega una cucharada (15 gramos) por cada taza de agua (250 mililitros).
  • Hay que comprobar que la temperatura sea apta. Luego, se sumerge un paño o una toalla para aplicarla a modo de compresa.
  • Puede aplicarse 2 o 3 veces al día, según sea necesario.

10. Malvavisco

En una publicación hecha en National Center for Biotechnology Information se destaca que las preparaciones tópicas con malvavisco han sido recomendadas para tratar los pezones agrietados y el dolor en los senos. Y aunque faltan estudios más amplios y concluyentes, su aplicación suele considerarse segura.

  • Como en el caso anterior, se cocina una cucharada de malvavisco (15 gramos) por cada taza de agua (250 mililitros).
  • Cuando la bebida repose, se aplica como compresa con un paño de algodón o una toalla.
  • Se puede repetir 2 o 3 veces al día.

11. Linaza

La linaza (Linum usitatissimum) es abundante en lignanos que actúan como antioxidantes. Estos se asocian a un equilibrio de los niveles de estrógenos, hormonas involucradas en la salud de las mamas. Además, por su aporte de ácidos grasos insaturados, se le atribuye un efecto antiinflamatorio.

Y aunque son necesarios más estudios para evaluar sus efectos en el dolor de los senos, una investigación publicada en Complementary Therapies in Medicine informó que es un complemento positivo para el alivio de la mastalgia cíclica.

  • Incluir semillas de linaza en la alimentación (ensaladas, sopas, batidos, etcétera) es una manera de aprovechar sus beneficios. Sin embargo, también se puede preparar agua de linaza. Basta con sumergir una cucharada (15 gramos) por cada taza de agua caliente (250 mililitros).
  • La bebida se deja reposar toda la noche. Al día siguiente, se pasa por un colador y se toma el líquido espeso.

12. Manzanilla

La manzanilla contiene dos sustancias llamadas azuleno y camazuleno, que actúan como antiinflamatorios. Una revisión compartida en Molecular Medicine Reports detalla que los extractos de esta planta tienen efectos calmantes y analgésicos. Por eso, no es extraño que sea un complemento para calmar la mastalgia.

De manera particular, una publicación en Journal of Obstetrics and Gynaecology , informó que el extracto de manzanilla es un tratamiento seguro, bien tolerado y efectivo para mujeres con mastalgia moderada.

  • La forma habitual de consumo es mediante la preparación de infusión. Se mezcla una cucharada de manzanilla (15 gramos) por cada taza de agua caliente (250 mililitros).
  • Otra opción es adquirir el extracto líquido en tiendas herbolarias. Puede sugerirse la toma de 5 a 8 gotas al día.

13. Hojas de col

En la medicina tradicional, la aplicación externa de hojas de col se utiliza como remedio para la mastitis. Un estudio compartido en JBI Evidence Synthesis informó que el tratamiento con hojas de col utilizado en mujeres con congestión mamaria redujo el dolor y  la dureza de los senos. Además, aumentó la duración de la lactancia.

Por ahora, no hay estudios 100 % concluyentes y se requieren más evidencias. De todos modos, se considera una terapia segura e inofensiva.
  • Para aplicarla, se lavan las hojas de col y se introducen en el refrigerador hasta que estén bien frías. Luego, se ponen sobre la zona de dolor. Lo ideal es dejar actuar de 15 a 20 minutos.
  • Puede repetirse 2 o 3 veces al día.

14. Cúrcuma

El principal compuesto activo de la cúrcuma, la curcumina, ha demostrado potencial como antiinflamatorio, antioxidante y analgésico. Debido a esto, esta especia ha sido usada en la medicina tradicional como coadyuvante para varios tipos de dolor.

En un estudio compartido por Journal of Pharmacopuncture, la curcumina fue uno de los ingredientes útiles para disminuir la mastalgia que se produce por el síndrome premenstrual. Además, a través de Oman Medical Journal se informó que la aplicación tópica de curcumina apoya el tratamiento de la mastitis de la lactancia.

El estudio señala que reduce los marcadores de esta afección, tales como el dolor, la tensión mamaria y el eritema. Esto dentro de las 72 horas posterior a su administración y sin provocar efectos indeseados.

La cúrcuma está disponible en cápsulas, polvo y extractos. Cada suplemento tiene sus recomendaciones de consumo. De forma natural se puede consumir en batidos, agua, leche, sopas, entre otras recetas.
Remedios para reducir el dolor de los senos
La cúrcuma es reconocida por su potencial como antiinflamatorio, antioxidante y analgésico. Por eso, se emplea en dolencias como la mastalgia.

15. Aceite de árbol de té

Si el dolor de los senos tiene su origen en condiciones como la mastitis, el aceite esencial de árbol de té es un recurso natural que puede promover su alivio. Esto se debe a su contenido de terpinen-4-ol, una sustancia con propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y antimicóticas.

  • Para aplicarlo conviene mezclar de 5 a 8 gotas de aceite esencial por cada cucharada de aceite portador (15 mililitros). Este último puede ser de almendras, de coco o de oliva. Se frota con un suave masaje sobre uno o ambos senos.
  • Luego, se deja actuar entre 20 y 30 minutos y se enjuaga bien la zona.


Lo que debes recordar sobre los remedios para el dolor de los senos

En la mayoría de los casos, el dolor de los senos mejora con la aplicación de estos remedios de origen natural. Tanto los ajustes en la dieta, como los remedios tópicos suelen tener efectos positivos en la disminución de esta molestia. Aun así, los efectos suelen ser momentáneos y el dolor puede reaparecer.

Siempre y cuando no sea intenso o prolongado, no es necesario consultar al médico. En cambio, si es severo, o si se presenta con síntomas como inflamación, ardor, enrojecimiento, sensación de calor al tacto, mal olor o fiebre, lo mejor es buscar atención oportuna.

En ocasiones, el médico sugiere la ingesta de medicamentos orales o fármacos antiinflamatorios tópicos.

Otras veces, se ve en la obligación de cambiar el método anticonceptivo o ajustar la terapia hormonal. Todas estas medidas dependen de la causa del dolor. De ser necesario, remitirá a pruebas complementarias para el diagnóstico.


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