13 consejos para hacer el amor por primera vez

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 septiembre, 2024

La idea de hacer el amor por primera vez trae consigo muchas dudas: «¿me dolerá?», «¿lo disfrutaré?», «¿cómo puedo cuidarme?», «¿cambiará mi cuerpo después?»… Si lo estás considerando, es importante que resuelvas estos interrogantes y apliques algunos consejos para prepararte.

Desde aprender a comunicarte con tu pareja hasta informarte sobre cómo hacerlo de manera segura y consciente, o qué esperar de esta primera experiencia, te permitirá afrontarla de forma más realista. Y es que, a menudo, las expectativas influenciadas por tus amigos o los medios de comunicación te hacen pensar que será algo perfecto y fluido.

Lo cierto es que enfrentarás miedos, inseguridad, ansiedad y otras sensaciones que no corresponden con la versión idealizada que, tal vez, tienes sobre el primer encuentro sexual. Para apoyarte en esto, te invitamos a poner en práctica los siguientes 13 consejos que te orientarán a la hora de dar este paso.

1. Ten comunicación abierta y honesta

Tener una comunicación abierta y honesta con tu pareja es determinante cuando decides que tendrás sexo por primera vez. Para empezar, porque es esencial que haya consentimiento mutuo y que los dos se sientan cómodos de hacerlo. También para que ambos puedan expresar sus expectativas, deseos y preocupaciones.

Una conversación sincera ayuda a disminuir la ansiedad previa a este paso; también pone en la mesa aquellas dudas que requieren respuestas antes de ir al siguiente nivel. Eso sí, es importante ser claros y, sobre todo, empáticos.

No debe existir tendencia a presionar al otro para que tome la decisión de hacerlo.

2. Hazlo cuando te sientas preparado

La primera relación sexual guarda un significado muy especial para la mayoría de las personas. Por este motivo, todos tienen derecho a decidir cómo, cuándo y con quién desean disfrutar de este momento.

Es común que en el círculo social o en la relación de pareja haya cierto nivel de presión para dar este paso. No obstante, has de tener claro que nadie puede obligar a nadie. Tienes el derecho de decidir si lo haces o no. No hay una fecha definida, una edad idónea o un momento determinado en el que tengas que hacerlo. Estar preparado significa que tienes la certeza de querer vivir esta experiencia.

3. Edúcate y prepárate

No es que exista una forma ‘ideal’ de hacer el amor por primera vez; esta experiencia, por supuesto, es subjetiva. Aun así, hay muchos recursos confiables y educativos que pueden ser útiles para que sea placentero, seguro y consciente.

Con estos puedes lograr un mejor entendimiento del aspecto físico y emocional del sexo. También puedes comprender mejor cómo funciona tu cuerpo y el de tu pareja, y qué cambios pueden experimentar tanto en el acto como después de culminarlo.

Entre otras cosas, es la manera de conocer los distintos métodos de protección y anticoncepción; así como las dinámicas que puedes implementar para manejar los escenarios que puedan presentarse, o los miedos y dudas.

4. Procura relajarte

Es natural experimentar algo de miedo, ansiedad y nerviosismo antes de la primera vez. Las expectativas del momento, así como las dudas de si dolerá o si al otro le gustará, tienden a alimentar estas emociones. No obstante, si no se gestiona de forma adecuada, esto puede llegar a interferir la experiencia.

Es crucial que intentes estar relajado al momento de tener sexo. Si tienes estrés y tensión, hay más probabilidades de que tengas incomodidad física y emocional en el encuentro. En las mujeres, por ejemplo, la tensión aumenta las contracciones de los músculos vaginales y dificulta la penetración.

Al mantener la calma, ambos pueden conectar mejor y disfrutar el momento. Asimismo, crean un ambiente adecuado para una experiencia más satisfactoria. Una forma simple de lograrlo es dedicar más tiempo a los juegos preliminares, que son claves tanto para el estímulo físico como para relajar la mente.

5. Evita las expectativas poco realistas

Las ideas que tienes sobre lo que será hacer el amor por primera vez suelen basarse en lo que lees, escuchas o ves sobre el sexo. Sin embargo, debes considerar que los libros, las películas y, en especial, la pornografía presentan versiones idealizadas, exageradas y poco realistas sobre las relaciones sexuales.

Estas representaciones tienden a dejar de lado las inseguridades y demás emociones que surgen en el acto; algunas, de hecho, perpetúan falsas creencias sobre lo que ocurre al ‘perder la virginidad’, como que las mujeres siempre sangran porque su himen se rompe o que es un acto sumamente placentero.

Para ser honestos, la primera vez suele ser incómoda y no tan romántica o erótica como quizá lo imaginas. Cada experiencia es única y está influenciada por factores físicos, emocionales y personales.

Por tanto, es importante evitar compararte con los estereotipos de los medios y enfocarte en lo que te hace sentir bien.

6. Ten una idea de lo que pasa en tu cuerpo cuando tienes sexo la primera vez

Siguiendo la idea del punto anterior, es preferible que te hagas a una idea más realista de lo que sucede en tu cuerpo cuando tienes tu primera relación sexual. A nivel físico, durante el acto, es normal que la respiración y el ritmo cardíaco se aceleren. Notarás que tu piel se ruboriza y suda.

Si eres hombre, la erección, el ascenso de los testículos y la aparición de líquido preseminal son las señales físicas más evidentes de que estás preparado. Si eres mujer, notarás la vulva hinchada, los pezones sensibles y la vagina húmeda.

Durante el acto, tras lograr las primeras penetraciones, en las mujeres es posible que se rompa el himen, un tejido membranoso localizado cerca de la abertura vaginal externa. Si es así, esto también puede generar un sangrado leve, que puede ser desde pocas gotas o similar a la menstruación.

No obstante, es fundamental tener en cuenta que la presencia de este tejido no es señal de virginidad. Dada su naturaleza delicada, puede romperse antes, durante el ejercicio físico o en otras actividades. Muchas, de hecho, nacen sin esta membrana.

Tras culminar el acto sexual, tanto el cuerpo del hombre como el de la mujer vuelven a la normalidad. A veces, ambos —con más frecuencia ellas— experimentan un poco de dolor postsexo. Esto puede ser producto de la fricción, sobre todo si fue realizado con gran intensidad. En ellas, suele ser por el rompimiento del himen. En general, es un dolor pasajero que mejora en pocas horas o un par de días.

En ningún caso, el cuerpo revelará signos evidentes de haber tenido relaciones sexuales por primera vez. La única forma de que terceros puedan saberlo es que tú o tu pareja decidan contarlo.

7. Considera utilizar un lubricante

Si vas a tener sexo vaginal o anal con penetración por primera vez, es posible que experimentes algo de dolor. Es completamente normal, aunque no le sucede a todos. En las mujeres, una adecuada estimulación previa ayuda a que la vagina se lubrique de forma natural para reducir esta incomodidad.

Sin embargo, dado que los nervios del momento pueden afectar este proceso, es bueno considerar el uso de un lubricante. Este producto, disponible a base de silicona, agua y otros compuestos, evita la fricción durante la penetración. De hecho, es necesario para el sexo anal, pues esta zona no produce lubricación natural.

Ten en cuenta que los lubricantes a base de aceite pueden dañar los preservativos elaborados en látex o poliisopreno. Opta por fórmulas con otros componentes para garantizar tu seguridad. 

8. Infórmate sobre los métodos anticonceptivos

Los anticonceptivos son una herramienta esencial para garantizar la salud y el bienestar de los involucrados en el encuentro sexual. El preservativo, en especial, es el método por excelencia para evitar embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual (ITS). Habla con tu pareja sobre la importancia de utilizarlo.

Hay otros tipos de anticonceptivos que puedes considerar para evitar quedar embarazada. Las pastillas, el DIU, el anillo, la inyección, entre otros, conforman el catálogo. Ten en cuenta que estos no protegen contra las ITS. Tu ginecólogo puede orientarte sobre cuál elegir y qué considerar para tener sexo más seguro.

Ten en mente que es posible quedar embarazada incluso desde la primera vez que tienes sexo. Si quieres evitarlo, asegúrate de utilizar un método anticonceptivo esta y todas las veces que practiques sexo en adelante. 

9. Busca ayuda si lo necesitas

La falta de experiencia sexual produce, de manera inevitable, numerosas dudas. Por eso, para tener una primera vez más relajada y placentera, resulta útil hablar con un experto en el tema, sea consejero sexual, médico o un familiar de confianza.

Buscar apoyo puede ayudarte a entender mejor tus propias expectativas y preocupaciones; también te orienta sobre cómo enfrentar el momento de forma más informada. Tener este respaldo te facilita un encuentro más seguro y positivo en todos los aspectos. Eso sí, siempre y cuando esa persona que ‘guía’ asuma el tema con seriedad y sin ánimo de hacer juicios de tus decisiones.

10. Hazlo en un lugar tranquilo

Que el momento sea cómodo y tranquilo depende de muchos factores; entre estos, el lugar es clave. Y es que sentir temor porque alguien interrumpa el acto puede generar incomodidad y tensión física y emocional.

Por eso, asegúrate de encontrar un sitio en el que tú y tu pareja se sientan seguros de que tendrán un momento de total intimidad. Si aún no disponen de un lugar para ello, es preferible esperar.

11. Elige con tu pareja una postura cómoda

No hay como tal una postura correcta para hacer el amor por primera vez; como ya comentamos antes, esta experiencia es personal. Algunos pueden sentirse cómodos con la posición del misionero, pero otros prefieren iniciar con la mujer encima, uno al lado del otro (cucharita) o en posición de perrito.

La clave está en encontrar una postura con la que ambos se sientan cómodos y que les permita comunicarse con facilidad. La mejor es aquella que les confiere placer y que fomenta un ambiente de exploración y respeto mutuo. Asegúrate de acordarlo con tu pareja y de considerar sus preferencias.

12. No te preocupes en exceso por alcanzar el orgasmo

La idea de llegar al orgasmo la primera vez que tienes sexo puede generar frustración. Es primordial reconocer que no siempre se alcanza en ese primer encuentro. De hecho, conseguir el clímax puede requerir de tiempo y práctica.

En este sentido, la conexión y la comunicación con tu pareja también son determinantes. Que ambos empiecen a expresar sus preferencias y que decidan experimentar, es clave para hacer más enriquecedoras sus futuras experiencias sexuales.

Deben tener presente que no se trata solo de la penetración; los preliminares, el sexo oral y conocer el propio cuerpo y de la pareja es fundamental.

13. Es válido intentarlo en otro momento

En última instancia, ten siempre presente que es completamente válido tomar la decisión de posponer el momento de hacer el amor por primera vez. Ya sea porque el momento planeado no resulta ser el adecuado, o bien, porque no te sientes aún preparado, puedes dejarlo para después.

Es normal que los nervios y la ansiedad jueguen en contra cuando llega el momento. Incluso, si ya estás en el acto y decides que no quieres continuar —por dolor, incomodidad o la razón que sea—, tienes el derecho de decidir.

Debes recordar en todo momento que el sexo no debe sentirse como una obligación o una fuente de estrés. No debe existir prisa ni presión; tanto tú como tu pareja deben sentirse listos y con el estado de ánimo adecuado para lograr una primera experiencia sexual positiva, segura y respetuosa.

La primera vez es una experiencia única

La idea de hacer el amor por primera vez viene de la mano con expectativas y emociones mixtas. Al seguir los consejos que te acabamos de proporcionar, como mantener una comunicación abierta, relajarse y prepararse de forma adecuada, puedes afrontar este momento con más confianza y tranquilidad.

Debes recordar que cada experiencia es única y que muchas de las ideas preconcebidas sobre el sexo no corresponden con la realidad. Para disfrutar esta etapa es esencial enfocarse en la experiencia personal y, sobre todo, tomar decisiones respetuosas con uno mismo y con la pareja.

En última instancia, conviene recordar que la primera vez, y cada encuentro sexual seguido, debe ser consensuado. Considerar las necesidades propias y del otro, así como hablar de forma abierta sobre sus preferencias, es crucial para que el sexo sea placentero para ambos.