6 tipos de relaciones tóxicas que deberías evitar

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 06 julio, 2023

Todo el mundo ha oído hablar de que hay varios tipos de relaciones tóxicas. Esta clase de experiencias suelen marcar un antes y un después en la vida de la mayoría de la gente. Por lo general, los que las han sufrido y superado, salen de ellas más fuertes, con mayor valentía y coraje.

No obstante, el coste emocional es muy alto, y el desgaste para la salud que suponen puede quebrantar el ánimo de la persona más alegre y positiva.

Ocurre algo curioso en lo relativo a las relaciones tóxicas: todo el mundo sabe lo que son, pero cuesta identificarlas. ¿La razón? Se entremezclan muchas emociones. El amor o el cariño, en ocasiones, pone una venda en los ojos que impide ver la realidad de las cosas.

Por ello, es importante que aprendas a identificar los 6 tipos de relaciones tóxicas que pueden aparecer a lo largo de tu vida.

También, debes saber que a la hora de hablar de este problema, no hay que referirse únicamente a relaciones de pareja. Igualmente, hay amigos tóxicos y, por supuesto, familiares tóxicos.

1. Relaciones en las que solo uno tiene el control de las cosas

Dejarse llevar es fácil, permitir que sea el otro quien tome las decisiones importantes, quien se encargue de hacer las cosas. No obstante, hay que ir con cuidado en estas situaciones.

Si dejas que los demás hagan la mayoría de las cosas, llegará un día en que también decidan por ti.

No lo permitas en una relación de ningún tipo. Ya sea de pareja o en una amistad, debe existir un equilibrio de fuerzas, de inversiones personales. En el momento en que uno hace más que otro, o asume decisiones por la otra persona, se cruza un límite peligroso.

2. Personas que se anteponen sus propias necesidades

“Es que yo prefiero esto, es que a mí me gusta, es que yo quiero, yo necesito, yo espero que tú….”. Hay personas que están acostumbradas a anteponer en sus frases el pronombre personal ‘yo’. Son, sin duda, los perfiles de personalidad más dañinos, un ejemplo clásico de las relaciones tóxicas.

Todos aquellos que son incapaces de ver más allá de su propio mundo no podrán aportar nunca una auténtica felicidad. Y mucho menos, respeto por el otro. ¡Recuérdalo!

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3. Personas que no confían

Quien no confía no entiende y quien no entiende carece de una apertura emocional donde mostrar respeto, comprensión y empatía. Las relaciones que se basan en la desconfianza derivan siempre en los celos y los malentendidos, en disputas continuas que van fragmentando la autoestima día a día y de modo imparable. No vale la pena.

4. Relaciones basadas en el chantaje emocional

“¿Con todo lo que yo he hecho por ti y ahora te niegas a ofrecerme esto?”, “Si me quisieras de verdad harías tal cosa, está claro que me odias”.

Si alguna vez te han dicho algo así, seguro que sabrás lo que se siente. Duele mucho escuchar palabras como las anteriores de boca de personas que, aparentemente, nos quieren.

Sin embargo, no debes equivocarte. Quien manipula o chantajea no ama. Las personas que ejercen este tipo de maltrato no aportan respeto ni comprensión. Es, claramente, uno de los síntomas una relación tóxica, según sugiere este estudio realizado por un la Universidad del País Vasco (España).

El chantaje emocional forma parte de otro de los tipos de relaciones tóxicas que debes evitar.

5. Relaciones basadas en las mentiras

Hay quienes mienten casi sin darse cuenta, de modo patológico. Y lo hacen para poder conseguir sus objetivos. Buscan tener controlado ese ‘micromundo’ donde extienden sus relaciones dominando a los demás a base de engaños.

Es posible que te digan que te quieren, que eres lo mejor de sus vidas. Sin embargo, lejos de demostrarlo como deberían, actúan de un modo completamente dañino para ti, humillándote y dejándote en un segundo plano.

Las mentiras no se pueden esconder. Aunque en alguna ocasión puedas perdonar alguno de esos engaños, a largo plazo van destruyendo por dentro. No lo permitas.

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6. Relaciones tóxicas basadas en el victimismo

Otro de los tipos de relaciones tóxicas que son muy frecuentes, tanto a nivel de pareja como en el ámbito familiar, son aquellas basadas en el victimismo.

La mejor arma de esta clase de gente es la manipulación. Por ejemplo, llamar la atención o hacer que los demás se sientan culpables refuerza aún más el vínculo de dominancia a su favor.

“Siempre me dejas solo cuando más lo necesito”, “Este fin de semana he estado enferma y tú ni siquiera me has llamado, está claro que tienes otras prioridades“.

Si alguna vez has vivido estas situaciones, ya sabes cómo duelen y cómo encienden esos sentimientos donde la rabia, la lástima y el miedo se mezclan por igual en el interior.

¿Cómo hacer frente a este tipo de personas?

En conclusión, a pesar de que las relaciones tóxicas son harto conocidas, en el día a día es común experimentar situaciones como estas. Cualquiera es proclive a la hora de caer en las garras de una persona tóxica.

Así pues, ¿cómo es posible hacer frente a estos comportamientos?

Para empezar, hay que poner limites. Expresar claramente cuáles son tus necesidades y hasta dónde eres capaz de llegar. Haz entender que amar no es chantajear ni anteponerse a uno mismo por encima de todo. Querer es respetar y comprender.

Si, a pesar de ello, se percibe que nada ofrece resultados y las personas siguen comportándose igual, tal vez sea el momento de marcar distancia. Hazlo por tu salud física y emocional.