7 estrategias que te servirán para no aburrirte haciendo ejercicio
Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila
Adoptar una rutina de entrenamiento físico es una de las mejores decisiones para promover el bienestar de todo el organismo. Sin embargo, muchas veces necesitas motivación extra para no aburrirte haciendo ejercicio.
El deporte es un hábito saludable que controla el peso corporal, previene el desarrollo de enfermedades graves y aumenta los niveles de endorfinas, unas hormonas relacionadas con la sensación de placer, la tranquilidad y la alegría.
En un principio es relativamente fácil adaptarse a las rutinas, sobre todo cuando se tiene algún motivo en especial. Sin embargo, con los días, es habitual que muchas personas pierdan el deseo de seguir practicándolo. Quizá porque no ven los resultados o porque lo encuentran monótono y aburrido.
Por esta razón, es conveniente aprender a variarlo, y llevar a cabo algunas estrategias que permiten disfrutar cada actividad. A continuación queremos compartir las 7 mejores para no aburrirte haciendo ejercicio.
1. Combinar los entrenamientos
Una de las razones por las que las personas tienden a aburrirse con el ejercicio es porque no ven progreso a pesar los esfuerzos que realizan. Esto, muchas veces, se debe a rutinas mal diseñadas en las que solo se incluyen determinados tipos de actividades.
- La combinación de un entrenamiento cardiovascular con ejercicios de fuerza tiene efectos más notorios en cuanto a la quema de grasas y, de hecho, sirve para tonificar los músculos.
De paso, hace el hábito un poco más dinámico y aumenta la motivación para dedicarle unos cuantos minutos cada día.
2. Realizar ejercicio en compañía
Aunque algunas personas tienen un mejor rendimiento deportivo cuando trabajan solas, otras se sienten mejor si lo hacen con su pareja o algún amigo. Tener un compañero de ejercicio hace las rutinas un poco más divertidas y, de paso, facilita el control del estrés.
Además, en el tiempo que comparten juntos pueden fortalecer los lazos que los unen y, a su vez, se pueden motivar para no desistir.
3. Practicar actividades al aire libre
Los gimnasios cuentan con equipamientos que son muy útiles para ejercitar y fortalecer todas las partes del cuerpo. Sin embargo, puede convertirse en algo tan rutinario y aburrido que muchos prefieren dejar de asistir por largos periodos de tiempo.
Por suerte, hay muchos ejercicios que se pueden hacer sin necesidad de instructores y máquinas. Incluso se puede aprovechar los espacios que hay al aire libre.
Correr, hacer sentadillas o abdominales son algunas de las actividades que pueden practicarse en espacios relajantes como los parques o el jardín.
4. Tomar tiempo para descansar
Los sobresfuerzos físicos no solo hacen sentir el cuerpo agotado, sino que disminuyen el deseo de seguir ejercitando el cuerpo de manera habitual. Si bien se recomienda practicar un poco de actividad física todos los días, no pasa nada si se dedican dos o tres días de la semana al descanso.
De hecho, cuando el cuerpo no está acostumbrado a los esfuerzos del ejercicio, lo ideal es permitirle descansar día de por medio para que no sufra tensión o molestias posteriores.
Sumado a esto, es necesario dormir bien todos los días, no menos de 8 horas, sin interrupciones.
5. Afrontar un reto
Para no aburrirte haciendo ejercicio, es importante trazarse desafíos o asumir nuevos retos. Estas son formas muy buenas de mantener la motivación para ejercitar el cuerpo. Planear un aumento de intensidad en la rutina, o bien, participar en competiciones de atletismo o baile, resulta conveniente para salir de la monotonía en la que suele caer el entrenamiento.
Es primordial tener en cuenta que no siempre es necesario entrenar de modo tradicional para disfrutar las bondades de la actividad física. Hay muchas actividades divertidas que ayudan a quemar calorías y grasa sin necesidad de máquinas o elementos contundentes.
6. Registrar el progreso
Gran parte de la motivación para hacer ejercicio todos los días son los resultados que se obtienen tanto en el peso corporal como en la salud.
Llevar un registro del progreso que se obtiene es una forma útil para conservar el deseo de mantener los esfuerzos con el entrenamiento. Los cambios drásticos no se notan día a día. Pero, con el paso de las semanas, podrás observar resultados interesantes.
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7. Escuchar música
Como se ha evidenciado en varios estudios, la música es una gran aliada para llevar a cabo un entrenamiento físico óptimo y placentero.
- Los sonidos ayudan a mantener la concentración en cada actividad y, de paso, impulsa a realizarlas con las mejores energías.
- La música distrae la mente del tiempo restante de la rutina y combate el estrés y la tensión.
¿Lista para atender estas recomendaciones? Si últimamente no tienes muchos deseos de ejercitarte, procura adoptar estos hábitos para no aburrirte haciendo ejercicio.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.